2013, resistencia y ofensiva de la Revolución Bolivariana


Sin y con Chávez, los últimos doce meses implicaron una defensiva estratégica de la Revolución, aunque siempre con procesos que señalaron avances

Con el 8-D, Venezuela cierra un año marcado por una aguda confrontación, la mayor desde el golpe de Estado de abril de 2002 y el paro petrolero de 2002 - 2003.

Caracas.- Como un último momento de esta etapa vertiginosa, las elecciones del 8 de diciembre consolidan y al mismo tiempo convocan a profundizar el rumbo. Si bien se trataron de elecciones municipales, el contexto en el que se desarrollaron y el fallido desafío de Henrique Capriles a la legitimidad de Maduro le dieron un carácter de importancia nacional al resultado.

En términos meramente cuantitativos, los resultados son elocuentes: 255 alcaldías para la Revolución, el 76% de un total de 335.

El otro número importante es el total de votos a nivel nacional, y su crecimiento/decrecimiento comparado con las presidenciales del 14 de abril. Sobre este dato aspiraba a trabajar la matriz de la derecha, confiada en que alcanzaría un resultado mejor al de hace ocho meses, cuando la Revolución triunfó por sólo el 1,5%. Pero el 8-D, las fuerzas políticas que apoyan el proceso bolivariano obtuvieron 5.833.942 votos, mientras que las fuerzas de la derecha sólo 4.841.149. Una diferencia a favor del chavismo del 11,14% -casi un millón de votos-, que marca un claro crecimiento respecto al resultado de abril.

Historia de un nuevo fracaso opositor

La oposición intentó capitalizar de antemano una situación hipotética de caos, alimentada con hechos reales, como sabotajes eléctricos que provocaron grandes apagones, para no hablar del desabastecimiento programado para aumentar los precios en forma desmedida.

El golpe en curso apuntó al mismo tiempo a dos objetivos, uno económico coyuntural y otro político de fondo. En lo económico, la inflación implicaba una redistribución regresiva de ingresos, desde la clase trabajadora hacia el capitalismo comercial, al posibilitar que los ingresos extraordinarios del aguinaldo fueran rápidamente apropiados por las grandes cadenas de distribución. Esto también tenía efectos políticos, erosionando la base chavista y generando incertidumbre y un gran descontento en los sectores populares.

Sobre esa base, la plana mayor de la MUD, encabezada por Capriles, planteó que las elecciones municipales serían un plebiscito para que se vaya el presidente Maduro, sin importar que el mandato, de acuerdo a la Constitución, es hasta 2019.

El plan estuvo bastante cerca de concretarse, o al menos esa fue la sensación durante algunas semanas para el chavista de a pie, sometido al aumento permanente de los precios y a cierta demora en la acción institucional-popular.

Sólo la acción decidida que se emprendió el 6 de noviembre -con la llamada "contraofensiva económica"- pudo revertir esta situación. Una derrota de la Revolución en las municipales hubiera sido presentada como la confirmación de la ilegitimidad del gobierno y el punto de inicio de nuevas escaladas. El contundente triunfo del chavismo aleja las condiciones para una mayor desestabilización. Al mismo tiempo, representa un punto de apoyo para seguir avanzando en las transformaciones estructurales.

La otra democracia

Por debajo de todos estos acontecimientos hay un denominador común que representa el intento más radical de la Revolución Bolivariana: un pueblo en proceso de organización, teniendo como objetivo alcanzable la democracia participativa y protagónica, esto es: el ejercicio de la democracia verdadera como fin y como medio. En este camino, imposible obviar que a fines de noviembre se alcanzó la meta de 450 comunas registradas propuesta por Chávez para 2013 en el Plan de la Patria. Y que al 14 de diciembre, según anunció Reinaldo Iturriza, ministro del Poder Popular para las Comunas y Movimientos Sociales, hay 477 comunas registradas en todo el territorio nacional.

Es interesante en este sentido el balance que hace el propio Iturriza del resultado de las municipales. "El 8D no sólo ha sido derrotada la idea antichavista de plebiscito. También ha sido derrotada la conseja según la cual el antichavismo debía salir a votar en masa para derrotar a la Comuna", sostiene en un artículo publicado en su blog elotrosaberypoder.wordpress.com. "Ha sido derrotado el miedo a la Comuna".

Al momento de escribir su artículo, el Consejo Nacional Electoral había oficializado los resultados en 158 municipios, de los 168 (un 50,15% del total) donde existen comunas. "El cuadro es el siguiente -explica el ministro-: el chavismo ha triunfado en 127 municipios en donde existen Comunas, es decir, en un 80,4% de los casos. En esos 127 municipios están ubicadas 386 de las Comunas registradas, el 81,6%. Abrumadora mayoría".

"Las 87 Comunas registradas restantes están asentadas en 31 municipios en los que el chavismo fue derrotado. Pero hay un dato muy interesante: 38 de esas Comunas (43,7%), casi la mitad, están ubicadas en parroquias donde triunfó la revolución. Así, por ejemplo, en Lara, todas las 16 Comunas en el municipio Iribarren están en parroquias donde venció el chavismo. En Barinas, municipio Barinas, todas las 3 Comunas están en parroquias donde ganó el chavismo. En Carabobo, municipio Valencia, las únicas 2 Comunas están en parroquias donde venció la revolución. En Zulia, la única Comuna registrada en el municipio Maracaibo está en la parroquia Idelfonso Vásquez, donde ganó el chavismo".

El ministro finaliza con una conclusión que hoy se siente patrimonio de amplios sectores del pueblo chavista, finalizando un año más que movido: "Después del 8D, y contra todo pronóstico, soplan vientos a favor de las fuerzas revolucionarias. No es poca cosa, siendo éste el año que ha sido: el más difícil por el que ha atravesado la revolución bolivariana. Que terminemos este año con perspectivas ciertas de ir fortaleciendo cada vez más el autogobierno popular, a través de las Comunas, y en plena ofensiva contra la burguesía parasitaria, es una buena manera de hacerle honor al comandante Chávez".

www.marcha.org.ar

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