En Resumen nos gusta resumir. Después de muchas lecturas sobre el TTP (o en inglés TPP) creemos que podemos dar un compendio de las razones por las que debemos oponernos a dicho tratado. Tienen que ver con dos momentos del mismo: su negociación que ya se dio y su aplicación si llegara a darse.
Por Daniel Mathews / Resumen.cl
UNA NEGOCIACIÓN ILEGAL
Se negoció en secreto. El proceso de elaboración, negociación y aprobación de tratados bilaterales de inversión y acuerdos de libre comercio debe ajustarse a los requisitos del artículo 25 a) del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos que asegura el derecho de todo ciudadano a participar en los actos de gobierno. Ese derecho no puede entenderse como solo el acto de votar y luego soportar lo que haga el gobierno por el tiempo previsto, sino una intervención permanente en la vida del país. Esto supone una obligación positiva por parte de los gobiernos de divulgar la información necesaria y facilitar la participación pública.
Se aprobó sin participación de los pueblos originarios. Según la relatora de Naciones Unidas sobre los derechos de los pueblos originarios, Victoria Tauli-Corpuz, “los pueblos indígenas tienen también el derecho de participación en las negociaciones de los acuerdos comerciales que puedan afectar sus territorios”. Esto es aplicable sobre todo a los países latinoamericanos del tratado: México, Perú y Chile que han suscrito el Convenio 169 de la OIT que les otorga el derecho a “decidir sus propias prioridades en la que atañe al proceso de desarrollo, en la medida en que éste afecte a sus vidas, creencias, instituciones y bienestar espiritual y a las tierras que ocupan o utilizan de alguna manera, y de controlar, en la medida de lo posible, su propio desarrollo económico, social y cultural”.
El tratado es nulo según la Convención de Viena sobre el Derecho de los Tratados que declara que “un tratado puede ser nulo si es posible demostrar que hubo una violación manifiesta de la constitución del Estado”. En la medida en que los tratados bilaterales de inversión y los acuerdos de libre comercio den lugar a violaciones de los derechos humanos, esto será causa de su modificación o terminación
Ya existen muchos Tratados de Libre Comercio. Los tenemos con casi todos los firmantes del TPP. El tratado no añade mucho en este terreno pero en cambio amenaza con profundizar la destrucción de la agricultura campesina, de la agroecología, de la biodiversidad, de la salud pública y ambiental, de lo que queda de industria, además de que va a afectar nuestros derechos.
UN TRATADO QUE VIOLA DERECHOS
Atenta contra los derechos humanos. Según el Experto Internacional de Naciones Unidas sobre la promoción de un orden internacional democrático y equitativo, Alfred-Maurice de Zayas el tratado supone “una regresión en la protección de derechos como el derecho a la vida, a la alimentación, al agua y el saneamiento, a la salud, a la vivienda, a la educación, a la cultura, al mejoramiento de las normas laborales, a un poder judicial independiente, a un medio ambiente inocuo”.
Atenta contra la producción nacional. En el Perú la industria textil, en México la agricultura, en todos sitios los productores locales salen perdiendo frente a las transnacionales. El tema de la agricultura es particularmente grave. Como diría la ecologista española Esther Vivas, estamos “comiendo petróleo”, deberíamos preferenciar el consumo local de alimentos para no seguir con el espiral del calentamiento global.
Implica aceptar otros tratados perjudiciales. Uno de esos es la Convención Internacional para la Protección de las Obtenciones Vegetales de 1991 (UPOV 91), misma que actualiza la Convención de 1978 en varios aspectos importantes que enfatizan los derechos de las compañías de semillas por sobre los derechos de los agricultores, de acuerdo con un análisis hecho por Public Citizen and Third World Network (TWN). La UPOV91 requiere que se otorgue propiedad intelectual para todas las variedades vegetales; que ésta tenga una duración de 20 a 25 años, y que se impida a los agricultores realizar intercambio de semillas protegidas, una práctica común en muchos países de todo el mundo.
Pone en riesgo la salud pública. Diversos artículos (del 18:50 al 18:54) de la subsección C sobre Productos Farmacéuticos ponen en riesgo el acceso a medicamentos a precios accesibles y socavan las medidas para proteger los presupuestos públicos en compras de medicamentos, dispositivos o tecnologías, tal y como lo ha expuesto la Organización Mundial de la Salud (OMS). Para proteger los intereses corporativos de los grandes laboratorios se obstaculiza el acceso a los genéricos.
Atenta contra el derecho a la información. De aprobarse el TPP, los usuarios de internet serían vigilados y perseguidos, atentando contra el derecho a la libertad de expresión y la libre circulación de ideas. El TPP prevé procesos judiciales y duras penas por uso de programas y contenidos sin autorización o licencias de sus propietarios. Hay que tener claro que los propietarios no son necesariamente los autores y que incluso hay empresas que han patentado canciones populares.
Atenta contra derechos laborales. Sharan Burrow, Secretaria General de la CSI (Confederación Sindical Internacional), ha expresado: “Lo que se les está diciendo a los pueblos de los países del TPP es que acepten un acuerdo comercial que pone en peligro el empleo los servicios públicos y los derechos democráticos. Las empresas se gobernarán a sí mismas, y podrán aplicar mano dura a los Gobiernos, mientras los trabajadores son abandonados a su suerte”.
Crea un sistema de justicia no equitativo. En el capítulo 28, el TPP refuerza el muy cuestionado derecho de los inversionistas extranjeros a demandar, en tribunales supranacionales privados frente a leyes o fallos judiciales que los afecten. Los Estados en cambio no pueden demandar a las empresas. Tampoco los ciudadanos. No existen tribunales supranacionales para otros temas como los derechos de la naturaleza por ejemplo. Así cualquier legislación laboral o ambiental puede suponer multas millonarias al Estado.
Limita y condiciona la adopción políticas de interés público. El artículo 9.15 del capítulo 9 de Inversionistas condiciona estas políticas con la frase “que sean compatibles con este tratado”. Todo el capítulo es favorable a los inversionistas.
Las prerrogativas de las empresas son obligatorias, las obligaciones de empresas y Estados son voluntarias. El TPP deja en la retórica sus contenidos sobre el Trabajo (capítulo 19), Medio Ambiente (capítulo 20), Cooperación y Desarrollo de Capacidades (capítulo 21), Desarrollo (capítulo 23), Pequeñas y Medianas Empresas (capítulo 24) y Transparencia y Anticorrupción (capítulo 26). Aunque se declara contra la esclavitud no hay ninguna medida prevista para evitarla, no comprar productos elaborados con sistemas violatorios de derechos humanos por ejemplo.
Sirve a intereses militares y geopolíticos ajenos a nuestros países. Un objetivo de este acuerdo es contribuir a que Estados Unidos acote a China y mantenga su hegemonía, hoy en declive. Es absurdo poner nuestra política internacional al servicio de intereses ajenos.