Por Valentina Riveros / Fotos de Matías del Río
Desde el 5 de este mes, un trabajador y una trabajadora del Hospital Regional Gillermo Grant Benavente se encuentran en huelga de hambre, una medida de presión para las autoridades del hospital, luego de las medidas tomadas por estas mismas al culminar la movilización nacional por un reajuste digno. Durante esta jornada se sumó una nueva huelguista al movimiento del Hospital más grande del sur del país.
10 días llevan ya Blanca Palma, auxiliar de Sintomatología y Adolfo Bécar, orientador familiar y Vicepresidente de la FENATS del recinto, en huelga de hambre para presionar a las autoridades del hospital, quienes amenazaron con descuentos salariales a quienes fueron parte de la movilización que buscaba un reajuste digno para las y los trabajadores públicos y por el despido de una docena de trabajadores asociados a la FENATS.
“Producto de que era complejo movilizar a los trabajadores, paralizar o hacer otra actividad de fuerza porque esto derivaría en el agravamiento de la actual situación de descuentos, tomamos la decisión en una reunión de delegados del hospital, que es un cuerpo de trabajadores que representan diferentes servicios, de realizar una huelga de hambre que empezó el día martes pasado con el fin de abrir las puertas de negociación con el servicio de salud que hasta el momento no tenía ninguna voluntad de conversar con nosotros y para abrir las puertas del hospital regional para discutir el tema de los despidos de los trabajadores”, afirma Bécar, explicando el por qué de la radical medida.
Afirman que sus intereses como gremio van más allá de lo económico, teniendo en consideración las precarias condiciones en las que se encuentra la salud pública en el país, situación indignante tanto para quienes ejercen en el rubro, como para quienes dependen de ella para poder tener una buena calidad de vida. “Lo que nosotros hoy día estamos peleando es la dignidad en el trabajo, de los trabajadores que están en una de las instancias más duras. Nosotros trabajamos con el resultado de una sociedad injusta: niños en condiciones de maltrato, pacientes que no pueden ser atendidos en su casa, postrados, pacientes graves y hoy, se golpea a los que entregamos salud de parte de los dos directores, Marcelo Yévenes y Sergio Opazo, quienes, siendo médicos y habiendo hecho un juramento hipocrático, todavía no tienen, ni siquiera, un acercamiento para saber lo que pasa con una funcionaria del hospital que está en una huelga de hambre hace 8 días con todo el riesgo para su salud” concluye el Vicepresidente de la FENATS Concepción.
Pese a que el martes por la tarde se realizó una mesa de negociación con los 11 trabajadores que han sido despedidos y dos representantes de la FENATS para discutir las medidas a tomar ante la compleja situación que atraviesan trabajadoras y trabajadores del Hospital, aun no se han acordado medidas que resguarden la tranquilidad de quienes dependen de sus empleos y que, en estos momentos, están con riesgo de perderlos.
Durante esta jornada se sumó una nueva huelguista al movimiento. Se trata de Soledad Catril , Tens del servicio de cirugía, asociada de la FENATS que bajo las mismas demandas de reincorporación de los despedidos y el fin a los descuentos decidió adherirse a la drástica medida.