Tras tres décadas de lucha el movimiento estudiantil, el derecho a la educación continua conculcado y se mantiene en la universidad la institucionalidad antidemocrática impuesta por la dictadura y santificada durante la transición por los mismos partidos que refundaron la FEC en 1983.
En noviembre se conmemora el aniversario 30 de la histórica reconstrucción de Federación de Estudiantes de Concepción (FEC), tras un trabajo semi clandestino de recomposición de la organización estudiantil que partió por trabajos de tipo cultural, grupos literarios, folclóricos y las famosas peñas, los estudiantes comenzaron a dar paso a una institucionalidad paralela a la dada por la universidad intervenida por lo militares y sus rectores delegados, a los centros de estudiantes con dirigentes nombrados a dedo por la autoridad, los estudiantes impusieron una organización paralela, de carácter horizontal, transversal y democrático, los CODE (Comités Democráticos). En torno a estos CODE se comienza a organizar la resistencia estudiantil a la dictadura. Los CODE proliferaban no solo en el UdeC, también en las otras Universidades existentes entonces en la intercomuna Concepción-Talcahuano, así como en los principales establecimientos de enseñanza media.
Eran los tiempos en los que proliferaban todo tipo de Comités: CODEPU (Comité de Defensa de los Derechos del Pueblo), CODEM (Comités de los Derechos dela Mujer), CODEJ (Comité Derechos Juveniles), estas organizaciones intermedias de carácter de masas, venían a abrir una lucha abierta en el mundo social en contra de la dictadura. Anterior a los 80 la resistencia tenía un carácter absolutamente clandestino, de propaganda y sabotaje, concentrado en los sobrevivientes de algunas orgánicas de izquierda, principalmente el MIR y pequeñas facciones socialistas.
Una expresión más popular de esta experiencia serán Comités de Cesantes surgidos al alero de parroquias católicas o algunas iglesias protestantes como los luteranos, de los cuales rápidamente nacerían las ollas populares que se extenderán por todas las poblaciones a partir de la crisis económica de 1983. Aquí la organizaciones de izquierda comienzan a ser desbordadas por una dura realidad económica que vuelca al pueblo a las calles en las más combativas jornadas de protesta contra el régimen, las de 1983.
Hacia fines del 82, la oposición a la dictadura en el mundo estudiantil logra su primer éxito en nuestra región: la creación de la Federación de Estudiantes de la Universidad Técnica Federico Santa María, una sede muy pequeña en ese entonces, por lo cual su significación fue menor, allí estudiantes ligados al MAPU y la UNED (brazo estudiantil del MIR) logran reconstruir la primera federación de estudiantes universitarios en nuestra región.
Como respuesta a la municipalización y los despidos masivos ese año 82 en Concepción comienza su trabajo la Asociación Gremial de Educadores de Chile (AGECH) en cuya sede comenzará la articulación de los CODE secundarios de los liceos de la zona, de los cuales nacerán las primeras ocupaciones de liceos el año 1985 en Concepción, Coronel y Lota, y los primeros centros de alumnos democráticos en 1985-86.
Sin embargo la FEC era simbólica para la izquierda y el pueblo de nuestra región, fue la única federación de estudiantes que se mantuvo en la izquierda en los años de la patria joven de Frei, fue la primera en establecer el gobierno democrático triestamental, con el mayor porcentaje de participación de estudiantes y trabajadores. El papel de la FEC en el desarrollo del MIR en la región en la segunda mitad de la década del 60, era una cuestión casi mitológica, los estudiantes de la UdeC participando de ocupaciones de terrenos, fábricas y fundos a lo largo de todo el sur de Chile, ocupando las calles, impulsando las transformaciones políticas y sociales en el país. Por ello es especialmente simbólico que el año 1983 comienzan las primeras protestas al interior de Universidad de Concepción en el Foro: siting silenciosos se realizaban cada jueves, emulando las protestas en silencio que las madres de desaparecidos realizaban en la plaza de mayo en Buenos Aires, estos siting comenzaron a transformarse en abiertas protestas en la medida que ese año 1983 se iniciaran las protestas nacionales contra la dictadura.
Fue la misma crisis económica que provoco el radical reventón en las poblaciones y que repercutió en el reventón en la Universidad. La situación en económica en las familias era apremiante en medio de la crisis económica de 1983, cuando la rectoría impone la rebaja del 16% en el Crédito Fiscal (posteriormente Crédito Universitario y luego Fondo Solidario), ese hecho fue sin duda la chispa que encendió la pradera aquel año 1983. Un primer intento para constituir la FEC fue un llamado a ratificación de estatutos previa a la elección de primera directiva, la cual se efectuó el mismo día en que se inmoló en la plaza independencia de Concepción el obrero coronelino Sebastian Acevedo.
A esa altura la oposición política a la dictadura, crecía día a día en cada facultad, en cada carrera y protesta que comenzaba a sentirse en las calles con enfrentamientos entre estudiantes y fuerzas policiales. La FEC fue otro símbolo más de una región tradicionalmente de izquierda que se levantó contra la dictadura militar, que desindustrializaba la región, generando miles de cesantes, y que despojaba al pueblo de sus derechos sociales, uno de ellos la educación, para transformarlo en negocio como lo es hasta nuestros días.
Paradojálmente la primera directiva de la FEC reconstituida (1983, un año antes que la FECH) fue un militante comunista quien la presidió (Cristian Cornejo), al igual que el ultimo año antes del golpe (el ex diputado PPD Antonio Leal). Esta paradoja que se repetía en los sindicatos mineros que por esos años recuperaban su legalidad, el sindicato minero de Lota (N°6) al igual que antes del golpe elije una directiva con presidente comunista y el Minero Industrial de Schwager a un dirigente del MIR, tal cual era antes del golpe, lo que demuestra que a pesar de 10 años de dictadura aún perduraba en el movimiento popular una influencia de lo vivido previo al golpe militar.
El Fin de la Historia Heroica
Sin embargo el carácter de lucha de la organización no durará mucho tiempo y a tres años de estar constituida, más que un aporte dinamizador de la lucha social, es un freno. El poder de las bases: los CODE habían desaparecido y la influencia cada vez mayor de la juventudes políticas decide el manejo y destino de la organización. Así, tras dos años de radicales, masivas y violentas protestas (83-85) el año 86 comienza el declive de la radicalidad y masividad de las protestas, comienzan a imponerse las tesis “políticas” de salidas pactadas o negociadas con dictadura, emulando la transición española.
Los partidos, unos antes otros después, comienzan a realizar ese trabajo desmovilizador, la FEC se convirtió al igual que el resto de la Federaciones del país en instrumentos burocráticos administrados por los partidos y a su servicio, con dirigentes retornados desde su exilio europeo que se sobreponían a líderes que habían dado la lucha al interior del país.
La Democracia Cristiana nunca apuntó más allá del retorno a la democracia burguesa, sin embargo los socialistas de distinto tipo (existían una gran fragmentación en el PS en aquellos años) como las Veloso o Hinrinchs (PS Almeyda) o los Navarro (PS-CNR) prometían una democracia popular, los comunistas como los Crico o Grandon, que desde esos años ya buscaban la unidad con la DC, vociferaban la democracia popular. Ni lo uno, ni lo otro, el país avanzaría hacia un sistema de “Democracia Protegida” o “Tutelada”, la cual todos validaron, frenando la movilización y la protesta social, apostando la salida negociada, que implicaba aceptar el cronograma y la institucionalidad determinada por la junta golpista en su constitución espuria.
Hacia 1987 todos los partidos estaban embarcados en el organigrama trazado por el dictador, habían abandonado la lucha social y de cualquier otro tipo, se preparaban para participar del plebiscito de 1988. Negociaciones secretas garantizaban a los golpistas, además de la impunidad sobre sus crímenes, el respeto irrestricto del modelo económico social que implicaba seguir desmantelando al estado a través de privatizaciones, seguir profundizando la entrega del cobre y los recursos naturales al gran capital transnacional, profundizar el lucro sobre antiguos derechos sociales como la salud, la educación o la previsión, cuestión que perdura hasta nuestros días.
Intentos por mantener la movilización social y la radicalidad se desarrollan en forma infructuosa, el surgimiento de la Coordinadora de Educación, en la facultad que en las postrimerías de la dictadura abarcaba carreras de Artes, Humanidades y Educación y en los inicios de los 90, a las primeras carreras de la facultad de sociales.
Los sectores de la izquierda revolucionaria estaban ajenos a la dinámica del movimiento estudiantil, el MIR en Concepción estaba descabezado desde la matanza de la Vega Monumental y Hualpencillo en 1984. La división interna en 1986 ahondó esa deriva; así mientras un grupo de miristas asaltó en tres ocasiones en Banco Concepción (hoy Corpbanca) en el Foro de la Universidad, otro seguía al resto del reformismo de izquierda participando del juego politico y posteriormente de la campaña del NO. En el sector autonomizado del partido comunista dentro de rodriguismo se prioriza la vía militar (Guerra Patriótica Nacional), todo ello hasta que la CNI da una batida al núcleo regional, que incluía estudiantes de la UdeC, tras la incautazación de un arsenal en Boca Sur a fines de los 80. El Mapu Lautaro seguirá idéntica vía, si bien tenía un carácter más social a inicios de los 80, a fines de la década se vuelca a una línea militar, que concluirá con los golpes represivos recibidos a inicio de la transición, tras el ajusticiamiento del jefe de la policía de investigaciones en Concepción.
Los grupos radicales dentro del socialismo: PS-CNR; PS-Comandante; PS Allende giran políticamente junto a sus líderes al ameydismo, el cual a su vez gira hacia el socialismo renovado de los retornados desde Europa. El caso emblemático es del hoy senador Navarro.
Inicio de la Historia Pusilánime y la nueva desaparición de la FEC
Tras el plebiscito del 88, los partidos políticos que administraban la FEC comenzaron su distanciamiento definitivo con las bases estudiantiles, eran abiertamente los administradores de un modelo económico, político y social anti popular. Las juventudes políticas jugaron el papel no solo de contención en la federaciones estudiantiles, sino de abierto control y desmovilización. El mejor ejemplo de este tipo de sujetos, fue el dirigente de la FEUBB Peñailillo, ex gobernador de Arauco y actual consejero de Bachelet.
Ninguna de las demandas históricas del movimiento estudiantil en dictadura se materializaba sin que se avanzara, siquiera, en la democratización de la institución universitaria. La Coordinadora de Educación continuó siendo en este sentido la diferencia y el referente, surgían cada dos años, ciclos de movilizaciones, algunos más extendidos y participativos que otros, estas movilizaciones no eran dirigidas por la FEC sino que por Coordinadoras de Estudiantes Movilizados. La dirigencia de la FEC jugaba de lado de la rectoría en contra de estas coordinadoras: el ultimo de los casos se vivió cuando la recién electa diputada comunista Karol Cariola dirigía la FEC.
Desde estos espacios alternativos se forjaron las únicas movilizaciones en contra el modelo educativo de Pinochet y Brunner, LOCE-LGE mientras la FEC no solo callaba, sino que apoyaba abiertamente la desmantelación de la educación pública en Chile y su entrega al lucro y el mercado.
Si la primera desaparición de la FEC se debió a la proscripción de la dictadura, la segunda se deberá vergonzosamente a la protesta de los estudiantes, los niveles de participación a principios de los 90 habían disminuido a mínimos históricos con quórum de federación de 600 y 700 votos. Lo que deriva en la desaparición de la FEC.
En la segunda mitad de los 90, resurgirá la FEC impulsada por grupos de izquierda (Surda-JJCC) que deslizan críticas tibias al modelo educativo y político vigente en nuestro país, pero que mantienen la lógica de construcción cupular, sin participación estudiantil efectiva.
La FEC navegará por esta dinámica que llevará a que incluso grupos teocráticos y de derecha dirijan una de las dos federaciones estudiantiles más importantes del país, pero con muy escasa participación y reconocimiento. Todo ello hasta que el año 2009 se produce la movilización por el congelamiento de aranceles que llevará a que un grupo de estudiantes, originados en las protestas de secundarios del 2005 en Concepción y 2006 a nivel nacional, asuma la FEC el año 2011, año que estallan las movilizaciones nacionales a nivel universitario, que en Concepción tendrán la mayor continuidad y masividad (porcentualmente hablando) a nivel nacional.
Hoy a dos años del 2011, donde centenares de estudiantes se enfrentaban hasta las cuatro de la madrugada con fuerzas especiales de carabineros, nuevamente la vieja política democrático burguesa mete su cola, las añejas practicas reformistas se imponen sobre las nuevas formas de democracia radical de participación y acción colectivas.
Pero, esto pudo haberse previsto. Los límites de la política estudiantil son los de los recintos que la albergan. En la trayectoria reciente, se puede observar un persistente encapsulamiento de la política estudiantil, restringido en sus propias demandas. Esta tendendencia es la que ha negado la politización, es decir, la posibilidad de los estudiantes de verse a sí mismos como parte de un pueblo, futuros trabajadores coercionados a implementar políticas que degradan al ser humano (a ellos y al resto).
La despolitización, expresada en la ausencia de un discurso y una práctica que oriente sus objetivos más allá de los límites físicos y temporales del mundo estudiantil constituye un factor de su ausencia en el debate público y también un alejamiento en las posibilidades de conseguir sus objetivos.
Fotos:
1.- Mural de homenaje a Caupolican Inostroza en el Foro de la Universidad de Concepción
2.- Incidentes tras asesinato del estudiante Cralos Iturra en Concepción (1983)
3.- Protestan contra el rector delegado Guillermo Clericus
4.- Protestas estudiantiles en la Plaza Independencia de Concepción
5.- Asamblea de estudiantes en la Plaza de la Democracia en la UBB (ex UTE)
6.- Asesinatos de la Vega Monumental 1984
7.- funerales de Sebastian Acevedo en Coronel
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