Así como Valdivia conmemora los 50 años del terremoto de 1960, la zona del carbón recuerda junto con ese terremoto una epopeya sin precedentes en la historia del movimiento obrero en Chile: La Huelga Larga del año 1960 y que tras 97 días, los mineros del Carbón debieron bajarla, producto de los terremotos y maremoto que afectaron la zona entre el 21 y 22 de mayo.
El aislamiento en que quedó la zona y el boicot organizado por el gobierno para rendir a los mineros por hambre, negando toda ayuda tras el terremoto a la zona en huelga, contribuyeron a esta decisión.
El movimiento huelguístico tuvo varios hitos, fue la huelga donde las familias mineras se desprendieron de sus hijos, los cuales fueron adoptados en forma temporal por familias obreras de ciudades del centro del país, respondiendo al llamado de la solidaridad de la clase trabajadora. Mientras tanto los sindicatos intentaban mantener viva la huelga en Schwager, Lota, Colico, Trongol y Lebu con 227 ollas comunes.
Un hito significativo de esta huelga fue la histórica marcha sobre Concepción, que salió a las 3 de la madrugada del 12 de mayo, donde 35 mil mineros del carbón caminaron los 40 kilómetros que unen Lota con la capital regional, apoyados por la solidaridad de trabajadores y estudiantes a su paso, a pesar del clima de terror que la prensa y los grupos de poder intentaban crear en torno a los huelguistas. Todo el comercio amaneció cerrado por temor a los saqueos y la marcha fue vigilada incluso en forma aérea, cuestión inédita en esos años.
Los mineros los mismos que en 1920 conquistaron la jornada laboral de 8 horas, ejemplo que la clase trabajadora de todo Chile luchó por imitar, luchaban esta vez porque dicha jornada de 8 horas fuera real y efectiva. La jornada de 8 horas conquistada en 1920 corría desde que el minero llegaba al frente de laboreo hasta que terminaba su labor productiva, sin embargo con el transcurso de las décadas el tiempo de llegada hasta el frente era cada vez mayor, especialmente en minas como Schwager donde los trabajadores podían demorar mas de una hora y media en llegar y salir.
Así los mineros proponían una jornada de 8 horas, desde que bajaban al interior de la mina y recibían su lámpara de trabajo, hasta el momento en que la entregaban, antes de ser subidos a la jaula de la cabria (acensor). Los mineros exigían además la instalación de duchas para bañarse tras el trabajo y no cargar por las calles el estigma del trabajo sucio de las minas, además de otros puntos domésticos.
La huelga se perdió, sin embargo la gesta de los mineros quedó en la retina de la sociedad, así una vez reemplazado del gobierno Jorge Alessandri, se promulgara la ley de Lámpara a Lámpara con votos a favor de la izquierda y un amplio sector de la democracia cristiana que encabezó el senador Alberto Jeréz.