A lo Donald Trump: Parte de la oposición no acepta nueva victoria del chavismo en elecciones celebradas en Venezuela con cientos de observadores internacionales
Tal como ocurre en muchos países (como EEUU) los resultados de las elecciones tuvieron que esperar cerca de la medianoche para confirmar que el chavismo volvió a triunfar y su proyecto sigue siendo respaldado en las urnas en Venezuela a pesar de todos los esfuerzos por derrocarlo, las 962 sanciones económicas y los errores propios. El candidato oficialista y actual presidente, Nicolás Maduro, venció a una oposición que llegó dividida en 9 candidaturas, de las cuales, sólo la más extremista, la dirigida por la ultraderechista María Corina Machado, está acusando un supuesto fraude (asegurando que ellos tendrían el 70% del total de votos) y de esta forma seguir la estrategia utilizada por figuras como Trump y Bolsonaro, esto a pesar que el proceso contó con observadores internacionales de Naciones Unidas, el Centro Carter de EEUU, la CELAC, la Unión Africana o países como Brasil, Turquía, expresidentes, entre muchos otros, que hicieron las gestiones regulares, a diferencia de parlamentarios de derecha y ultraderecha de algunos países que se autodeclararon observadores y que quisieron entrar a la fuerza violando la ley electoral.
A pesar de toda la presión ejercida por los medios de comunicación pro estadunidenses, las elecciones en Venezuela se celebraron con normalidad como lo establecía la Constitución. Con una participación de cerca del 60%, el CNE esperó que hubiese una tendencia contundente e irreversible para emitir el primer boletín pasada la media noche, con los siguientes resultados:
Nicolás Maduro: 51,2%
Edmundo González: 44,2%
Otros: 4,6%
Por ende, Nicolás Maduro fue relecto para un tercer mandato, dando continuidad al proyecto que han denominado como "revolución bolivariana" en Venezuela. Bolivia y Honduras fueron los primeros países en reconocer el triunfo del chavismo.
Estos números fueron entregados pasada la medianoche, como ocurre en muchos países, así como el mismo Estados Unidos. No obstante, desde el gobierno señalan que se trataría de una supuesta maniobra de sabotaje a los servidores del CNE y que oficiarán una investigación al Ministerio Público.
El proceso contó más de 600 observadores internacionales de diversas fuentes, como un panel de Expertos Electorales de la ONU, el Centro Carter del expresidente estadounidense Jimmy Carter, la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños CELAC, la Comunidad del Caribe CARICOM, la Unión Africana y el Observatorio del Pensamiento Estratégico para la Integración Regional OPEIR. Asimismo, acudieron representantes de los gobiernos de Brasil y Turquía, expresidentes como Leonel Fernández de República Dominicana, Ernesto Samper de Colombia y José Luis Rodríguez Zapatero de España, junto con parlamentarios y exfuncionarios gubernamentales de Argentina, México, China, Rusia, España, Italia, Bolivia y otros que pueden dar garantía de transparencia en los resultados. La Unión Europea también había sido invitada como observadora del proceso, sin embargo, la invitación fue retirada luego que el organismo se plegara a nuevas sanciones aplicadas al pueblo venezolano con el fin de castigar al gobierno dos semanas antes de la jornada electoral.
Si bien ninguno de estos organismos se ha pronunciado todavía, todo haría indicar que confirmarán los resultados en Venezuela.
Maduro, el único candidato del oficialismo, le ganó a una oposición que llegó dividida en 9 candidaturas siendo la más apoyada por la prensa internacional la de Edmundo González del MUD, que en realidad era el tapado de María Corina Machado, representante de la ultraderecha más extrema, una imitadora de Javier Milei e imposibilitada de participar por robar fondos públicos a través de la fallida figura del presidente paralelo de Juan Guaidó y que incluso pidió una invasión por parte de EEUU al país. Asimismo, estuvieron en las papeletas Javier Bertucci por la plataforma EL CAMBIO, un pastor evangélico de centro derecha; Luis Eduardo Martínez de AD de centro; José Brito del PV de derecha; Daniel Ceballos de AREPA de derecha; Antonio Ecarri Angola de la derechista plataforma Lápiz; Enrique Márquez de la CG de centro; Benjamín Rausseo CONDE un comediante de televisión de posturas de derecha; y Claudio Fermín del SPV de centro derecha.
Sin embargo, tal y como venían señalando durante semanas, la candidatura de la ultraderechista Machado es la única en desconocer los resultados. Siguiendo las estrategias utilizadas previamente por Donald Trump o Jair Bolsonaro, que respectivamente acusaron fraudes cuando fueron derrotados en sus últimos intentos electorales y que ha sido una estrategia replicada por buena parte de la actual derecha radical y que fue la justificación, por ejemplo, para el golpe de Estado que ocurrió en Bolivia en 2019.
Pasada la 01:00 de la madrugada, en una conferencia conjunta en que el excandidato Edmundo González apenas habló, fue María Corina Machado quien indicó que en el proceso habría un "fraude", pues los números entregados por el CNE, en sus palabras, no cuadrarían con el conteo paralelo que ellos llevaban, donde tendrían el 70% del total de votos.
Hasta el momento de cierre de este artículo, desde Estados Unidos no había emitido pronunciamiento.
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Estas elecciones fueron establecidas en el Acuerdo de Barbados sobre garantías electorales firmado entre el gobierno y la oposición en 2023, el que ambos bloques posteriormente se acusaron mutuamente de violar este acuerdo en múltiples ocasiones.
Este triunfo del chavismo cierra quizás el periodo más complejo que ha atravesado Venezuela. Las más de 962 sanciones (que incluso le prohibió comprar insumos médicos y sanitarios en plena pandemia), el embargo a bienes y activos en el extranjero y la presión política internacional del bloque que comanda Estados Unidos, sumados a la seguidilla de errores propios en la gestión económica, provocaron una crisis sin precedentes en Venezuela, que hizo que se produjera un emigración masiva de más de 6 millones de personas y un país no sólo con la tasa de inflación más alta del mundo, sino también con su economía completa por los suelos. Sin embargo, las últimas gestiones económicas y financieras, además el levantamiento de algunas sanciones, el aumento de la exportación de petróleo a raíz de la guerra en Ucrania y el respectivo crecimiento del precio de éste, han levantado al país de la situación en la que estaba y se comienza a vivir una progresiva normalización, marcando la derrota de quienes hace unos años ya hacían planes para repartirse los bienes y fondos del país como botín y siendo, a su vez, una derrota de los ingentes intentos de injerencia imperial de Estados Unidos en América Latina.
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