A propósito del fallo de La Haya: Es la hora de los pueblos

Robinson Silva Hidalgo/resumen.cl

El tribunal Internacional de La Haya se ha declarado competente para tratar la demanda marítima del estado Plurinacional de Bolivia contra el Estado de Chile, ante esto ya se levantan las sonoras voces de diplomáticos, abogados y políticos que buscan darle explicaciones a un asunto que debiera resolverse de forma bilateral. Todas estas querellas hablan de la ineptitud de nuestra clase política, de la falta de liderazgo de los responsables de la política exterior y de la falta de músculo del proyecto que encarna el actual régimen político chileno.

Nada dijeron contra la Ley de Pesca que privatiza el mar para la Megaindustria Pesquera, nada dicen de la extensión del DL701 que subsidia a las transnacionales forestales, nada dicen del Código Minero que permite el saqueo de los recursos del suelo chileno, nada dicen de la escandalosa fusión de AFPs que permitirían financiar la gratuidad en educación del año 2016 y de su brutal expropiación de las jubilaciones de los chilenos. Nada dicen de la clase política secuestrada por el poder empresarial transnacional y sus lacayos nacionales. En fin, nada dicen sobre el arrebato de nuestra soberanía real, pero cuando un tribunal internacional “cuestiona” nuestra “soberanía” territorial, rasgan vestiduras, tal cual fariseos.

Resulta bastante desagradable ver a los ex presidentes de la post dictadura haciendo gárgaras en defensa del Estado chileno, hablando de su republicanismo, pasando por “encima de las diferencias” (cuando en realidad son inexistentes en relación a su proyecto social, económico y político) y tomando postura al respecto, pero para salir bien encuadrados en la foto en un gran gesto de “unidad nacional”. La verdad es que a ellos les debemos estas querellas eternas con Bolivia, no han sabido prever el conflicto y buscar salidas negociadas. Muy por el contrario, estos ex mandatarios han hecho de Chile un país odioso para la comunidad de naciones latinoamericanas, Chile es respetado solo para los mercados internacionales, pero ese respeto es tan efímero como el capital financiero que representa.

La Haya es un tribunal mediador, allí todo mundo empata y en ese empate lo único que se logra es postergar rencillas y odiosidades: nada se arreglará con el fallo de esa corte. Tal como nuestra historia reciente, mientras no se resuelvan las cuestiones de fondo, seguiremos guardando los fantasmas en el ropero y Bolivia -con su demanda marítima- volverá a aparecer tarde o temprano. No le pido nada a nuestros dirigentes, sé que están incapacitados para resolver asuntos como estos, creo fuertemente que nuestros países deben acercar posiciones y eso espero que lo hagan los pueblos, conociendo mejor la historia común y reconociendo en el otro a un igual, el Estado chileno, esa gruta de pseudo republicanos ya está agotada, es la hora de los pueblos.

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