UNIÓN PORTUARIA DE CHILE
A través del presente comunicado venimos a informar que no somos representados por los empresarios y no queremos que éstos nos representen en algún “acuerdo nacional” que ellos quieran llevar. Son precisamente éstos quienes han sido beneficiado por una serie de leyes que, de tiempos no democráticos, fueron creadas para desfavorecernos y así aumentar sus fortunas. Son éstos quienes han ido destruyendo la institucionalidad democrática corrompiendo al Estado, todo por proteger sus intereses propios, por sobre los del país. Es por eso que nos molesta que aparezcan defendiendo sus ganancias, escudándose falsamente tras los trabajadores y las pymes. ¿Acaso no son ellos los que explotan a la micro y pequeña empresa con intereses usureros?¿acaso no son ellos los que mantienen a la micro y pequeña empresa descapitalizadas con normas de pagos abusivas de 6 o más meses?, pero de eso nada mencionan.
Es verdad que no hemos estado de acuerdo con el proyecto original de reforma laboral, pero es precisamente porque éste responde a principios pro empresarial más que pro trabajador. Hemos solicitado y comparecido con 74 indicaciones al Congreso, de las cuales algunas ya fueron contempladas en las presentadas por el gobierno a la Comisión del Trabajo de la Cámara, pero aún quedan muchas por ser consideradas. Estimamos que esta reforma es la oportunidad de equilibrar la cancha, una que ha estado 37 años dispareja en favor del empresariado quien se ha enriquecido debido a ello y generado una mala distribución de las ganancias producidas por las y los trabajadores. Pedimos que tengamos, al menos, una legislación que cumpla con los acuerdos de la OIT ratificados por Chile y que tenga como piso las legislaciones de la mayoría de los países de la OCDE posee. Nada más, pero tampoco nada menos que eso.
Pero la lamentable realidad que se ha ido desnudando los últimos meses, nos ha mostrado que este gran empresariado ha penetrado a gran parte de la clase política y a muchos estamentos del Estado, por lo que los trabajadores nos veremos obligados a defender nuestro legítimo derecho a una vida mejor, no de forma pasiva esperando que las “instituciones democráticas funcionen”, pues lamentablemente no dan las garantías. Deberemos defender nuestro futuro en cada sector productivo donde los trabajadores, que han logrado organizarse con esta actual legislación, nos encontramos presentes. Esperamos con ello que todos los estamentos del Estado que han sido cooptados por los dineros del gran empresariado se convenzan que deben trabajar y legislar para la mayoría, para los 8.000.000 de trabajadores y trabajadoras, que ya no estamos dispuestos a ver pasivamente como venden sus ideales, nuestro futuro y burlan la representatividad que se les entregó por sus propios intereses.
Todos los que estamos dispuestos a luchar y trabajar, incluso los que queden dentro del Estado, para que se terminen los abusos, acaben los tratos indigno y cesen los sueldos bajos e injustos debemos unir nuestras fuerzas para lograr ese anhelo que por décadas ha estado excluido de la agenda nacional, principalmente por la oscura influencia de los dineros ocultos. Hoy es el momento…