Albano Toro, víctima de Trauma Ocular: “Tuve que aprender a vivir de nuevo, ha sido muy desgastante todo este proceso dada las negligencias del Gobierno. Pero seguimos en pie de lucha”

Albano Denis Toro Cárdenas de 40 años, a casi dos años de su agresión no tiene identificado al carabinero que decidió dispararle en el rostro. Profesional de la salud de la brigada de ayuda en la Zona Cero de Iquique, se encontraba a pocos metros y desarmado cuando sufrió el disparo en su ojo izquierdo. Hoy es parte de la Coordinadora de Victimas de Trauma Ocular, y tras las demoras de meses en su operación que le permitiría un mínimo alivio, da cuentas del daño psicológico, físico y social que este acontecimiento ha significado en su vida. Por Valentina Luza Carrión “Estoy cansado y agotado, pero siempre con la frente en alto” comenta Albano Toro, cuando le toca rememorar aquellos momentos que tanta afectación han dado en su vida. Hoy es parte de quienes siguen luchando por la dignidad de los más de 400 heridos oculares que dejó el Estallido Social. Sin embargo, comenta tras la demora en su operación, que ha sido un proceso difícil y lento de llevar más aún por las trabas gubernamentales que han agudizado todo el proceso. El Programa Integral de Reparación Ocular (PIRO) fue denunciado por la Coordinadora de Victimas de Trauma Ocular a principios de mes por negligencias y confusas acuerdos en los presupuestos acordados .Además de estar constantemente posponiendo las operaciones de los afectados, quedando la problemática  fuera de las prioridades de la agenda política, según lo han comentado desde la Coordinadora y los mismos afectados. También puedes leer: Víctimas de Trauma Ocular denuncian negligencias del Minsal en programa de reparación Albano estuvo todo el 2020 con mucho dolor y sensibilidad en su ojo izquierdo, a la espera de una operación que le permitiera aliviar los malestares. Desde la Unidad de Trauma Ocular (UTO) del Hospital Salvador, se la cancelaron el mismo día que llegó por ella desde Iquique a Santiago, tras 6 meses de espera, por falta de proveedores necesarios para su operación. La razón fue que no se encontraba disponible un trasplante que se debía ser solicitado al extranjero en el mes de Septiembre. Pero no fue así. En la sala de espera del Hospital y a minutos de entrar al pabellón recibe la noticia. Desde Iquique a Santiago son 1.800 kilómetros y los sentimientos de esperanza que traía Albano durante el viaje, desaparecieron ante la angustia y la desesperación sobre la postergación. Entre la incertidumbre le dieron la opción de reagendar su operación para el 20 de abril, con un médico que no conoce y que tampoco pudo conocer previo a la operación. Albano aceptó realizarla bajo la presión de no poder retrasar más su proceso. Hoy ya ha pasado casi una semana desde operación, encontrándose con una recuperación favorable y más aliviada. Sin embargo, es crítico frente a la situación que atravesó y apunta duramente hacia las negligencias, las trabas, la falta de gestión y el abandono del Programa de Reparación Ocular que no ha permitido a las victimas avanzar, manteniéndolas en un constante estado de revictimización.    UNA HERIDA MULTIDIMENSIONAL: Contra la revictimización y en pos de los derechos “Esta nueva condición de vida, de alguna manera ha causado una gran afectación en mi persona en general, en mi diario vivir, en mi conducta y en una serie de otros factores más y en diferentes niveles. Ha ido afectando no solamente a mí, sino también a mi grupo familiar”. Albano recuerda todo este procedimiento como sumamente desgastante y reflexiona que su vida, a pesar de hoy tener un halito de esperanza y un temple de constante lucha política, no es la misma. Ha significado un proceso de adaptación y de volver a vivir. Problemas de sueño y de ánimo se han convertido también en otro frente de batalla que ha tenido que atravesar. La salud mental dentro de los heridos del Estallido Social ha dejado una herida que impacta hasta el día de hoy desde varias dimensiones. Lo anterior sumado a las demoras en los planes de reparación que instan a las víctimas a procesos desgastantes que recuerdan el trauma constantemente. “Uno quisiera empezar a finalizar de alguna manera estos procesos de a poco, empezar a mejorar. Pero lamentable todas estas situaciones (refiriéndose a la demora de su operación) te lo impiden”, comenta el paramédico y agrega “Por otro lado, afecta también mi economía, mi y conlleva a gastos de alimentación y toda una serie de cosas.” A la fecha el programa cuenta con implementación sólo en la Región Metropolitana siendo centralizado y empujando a los afectados de regiones a tener que estar viajando y asumiendo  gastos extras de forma recurrente. Albano sufrió en uno de sus viajes un robo de todas las pertenencias de su hogar y comenta que: “Para mí es traumático, poco menos que dejar la casa, porque uno sabe si que de nuevo volverás a encontrarte la misma situación con toda esa, con todos sus temores uno viaja” comenta.   LAS NEGLIGENCIAS A ERRADICAR Hoy desde las diferentes organizaciones se han levantado demandas para agilizar el proceso de proveedores, ya que existe un abandono respecto a la urgencia de adquirirlos para concretar las operaciones que están pendientes para otras víctimas. El paramédico sólo se realizó una de dos operaciones que requería su trauma ocular. Esto significa que tendrá que pasar por un proceso postoperatorio nuevamente y volver, ya que la implementación no estaba disponible y solamente es fabricada en cuatro lugares del mundo. Hasta la fecha no han existido conversaciones de parte del Ministerio para cubrir esta necesidad. “Yo no soy la única persona que necesita esta implementación. Son artículos relativamente nuevos. Tenemos la experiencia de las prótesis alemanas, que son de muy mala calidad, que de hecho eran las que estaba intentando comprar hoy día el Minsal. Tenemos también las holandesas, que son de una calidad un poco mejor que la alemana, pero todavía están en el rango de muy deficiente. Después vienen las de origen ruso, pero lamentablemente no hay ninguna posibilidad. No hay ningún vínculo. No hay ninguna forma de poder conseguir, al menos para el Gobierno de Chile” agrega Albano. Desde la Coordinadora de Victimas de Trauma Ocular declararon en un comunicado que “Denunciamos al Ministerio de Salud, al ministro de Salud Enrique París, al gobierno de Sebastián Piñera y todos los organismos responsables de negar el derecho a la reparación a las víctimas de violaciones a los DDHH”. Sumado a lo anterior, la falta de personal acorde a la cantidad de pacientes que no signifique una saturación y largas esperas también es una de las negligencias a radicar, junto a mayor transparencia del fondo destinado al Programa de Reparación.   EL FUTURO: entre la esperanza y la justicia “El mismo programa de reparación regular es lamentable y es agotador, hoy día las víctimas son las que deben hacer y también trabajar, pagar la reparación y tratar de crear un programa que esté acorde con lo que significa una reparación. El Ministerio genera políticas donde nosotros no hemos participado, por lo tanto no tienen la visión de lo que necesita una víctima para sentirse mejor”, explica Toro. Actualmente el profesional de la salud trabaja en una mesa que busca constantemente generar justicia para las víctimas, junto a agrupaciones como Colmed y colaboradores que brindan apoyo de difusión o necesidades que vayan surgiendo. Comenta que también se ha buscado llegar a la Cámara de Diputadas y Diputados os y la Sala del Senado, denunciando todos estos hechos para que se vaya mejorando el panorama: “tenemos la gran esperanza, hemos hecho todas las cosas posibles”, expresa respecto a las proyecciones. Así también el pasado 22 de abril un grupo de 31 organizaciones de DDHH junto a las Cátedras de Derechos Humanos, enviaron un carta pública a Antonia Urrejola, presidenta de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, y a Michelle Bachelet, Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos para expresar la preocupación sobre la demora de los resultados y publicación de los informes de DDHH realizados en las visitas efectuadas en diciembre 2019 y enero de 2020 a nuestro país, en medio del Estallido Social. Advirtieron al respecto, que si no existe pronta respuesta la confianza en los organismos puede romperse, y aluden que pueden existir ciertas “presiones” que han provocado la demora en las publicaciones. Marta Valdés, presidenta de la Coordinadora de Víctimas y Familiares de Trauma Ocular señaló en una entrevista al respecto que: “seguimos en una tremenda impunidad, se sigue maltratando re victimizando a las víctimas, se ha hecho caso omiso a las recomendaciones de los organismos en DDHH y la verdad es que sigue reprimiendo brutalmente”. Actualmente existen más de 400 querellas por traumas oculares que se encuentran pausadas por motivos de pandemia. Desde las organizaciones acusan que Carabineros ha obstruido las investigaciones requisando material audiovisual que podría ser clave para realizar querellas. La Coordinadora de familiares solicitó una reunión con el Fiscal Nacional para solicitar que fiscales especiales se dediquen especialmente a los casos de violencia y vulneración de derechos humanos en el marco de revuelta social. Albano respecto a toda la situación, enfatiza en que la esperanza sigue firme en las victimas que hoy se organizan por la dignidad: “esto no nos va a quitar las fuerzas ni las ganas de seguir adelante. Vamos a seguir exigiendo un poco de dignidad para las víctimas, denunciando el abandono y las malas prácticas que continúan, porque es fundamental  evidencia la inoperancia con que se han tomado estos temas, que han sido y que son tan importantes para poder seguir, para poder continuar, para poder avanzar por respeto a las víctimas, por respeto a los tratados internacionales y la historia. Así que bueno, hoy seguimos en la lucha”, concluye. Imagen de Johan Berna.
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