Padre de tres hijos y una hija, ex funcionario de la Atención Primaria en el Cesfam de Boca Sur. Luego de 30 años dedicando su vida a la Salud Municipal de San Pedro, Alberto Livio García Valencia hoy es parte de la lista de 42 trabajadores fallecidos en espera de su bono de jubilación por derecho. “Si mi viejo se hubiese ido con el retiro cuando cumplió 65, ahora estaría descansando en el campo”, expone a RESUMEN su hijo Cristian.Por Diego ChacanoAlberto fue una de las personas que realizaron el trámite para el incentivo al retiro durante el año 2022; esta bonificación, regida por la ley Nº 20.919, otorga un beneficio complementario a los funcionarios de la Salud Primaria por retiro voluntario. Según un comunicado de la Confederación Nacional de Funcionarios y Funcionarias de la Salud Municipal (Confusam) realizado este mes “la única opción que tienen las y los trabajadores de atención primaria para jubilarse es conseguir un bono de incentivo al retiro, que les permita paliar, durante un tiempo, su magra pensión”.Si bien Confusam acordó con el gobierno un aumento en los cupos para este beneficio, los pagos se fueron aplazando a través de los años dando como resultado una deuda con casi 2.000 funcionarios y funcionarias.Te puede interesar |Salud municipal cumple segunda jornada de paro: "Este gobierno tendrá que escuchar a los trabajadores"Cristian García, quien es encargado de estadísticas hace 14 años en el mismo Cesfam donde trabajó su padre, conversó con RESUMEN para relatar la dura e injusta experiencia de Alberto y su familia.“Mi viejo se enfermó en 2021 de una aneurisma aórtica abdominal”, comenta el actual funcionario de Boca Sur. “Ahí, de milagro, se salvó. Luego de eso sus esperanzas estaban en la anhelada jubilación”. Sin embargo, el fallecimiento en mayo de 2022 de su única hija (39) agravó su condición. “Eso deterioró el estado de salud de mi papá. Con eso ya no quería seguir trabajando cada día”.
[caption id="attachment_152383" align="alignnone" width="709"] Cristian García y Alberto García | Fotografía enviada por familia a Resumen.cl[/caption]
Desde aquella fatídica fecha, que además coincide con la pandemia de COVID-19, Alberto García desarrolló una depresión sumada a una neuropatía diabética “y otras patologías”. Según palabras de su hijo: “Él no podía descansar, estaba con licencias médicas cada un mes”.Al igual que el caso de otros 2.000 trabajadores de la Salud Primaria, se siguió aplazando el incentivo al retiro de García, de tal manera que para 2024 -y percatándose que no figuraba en la nómina para su jubilación- “fue como que tiró la toalla. Después de haber cumplido 30 años de servicio en el Cesfam Boca Sur (...) solo se le acabaron las fuerzas”, explica Cristian.Teniendo en cuenta las enfermedades que Alberto tenía, el dinero de este beneficio para su jubilación hubiese sido clave para costear gastos médicos y poder descansar dignamente. Cristian asegura que: “Si mi viejo se hubiese ido con el retiro cuando cumplió 65, ahora estaría descansando en el campo. Él tenía una parte ahorrada y con lo que le dieran iba a asegurar su descanso”.
[caption id="attachment_152382" align="alignnone" width="1280"] Alberto García Valencia | Fotografía compartida por familia a Resumen.cl[/caption]
Ni el gobierno ni alguna institución del Estado ha intentado contactar con la familia del fallecido hasta la fecha. Solo la frase “podría venir en el próximo listado” es lo que escucharon como respuesta desde 2021. “Lo triste para todos es que deben tener, como (ocurrió) con mi viejo; una espera incierta. No saben si lo van a poder disfrutar o se van a morir esperando”. Para Cristian, el adulto mayor es usado como “un estandarte de lucha” cuando vienen las elecciones y luego “pasan al olvido como todo en este país”. “Me gustaría que nuestros viejos, y no tan solo mi papá, si no que cada colega que espera su incentivo al retiro, pudiera ser visibilizado. Hoy se están muriendo en el olvido de aquellos a quienes les entregaron la mayor parte de sus vidas”, concluye Cristian García.Cabe recordar que el pasado 17 y 18 de abril se realizó un paro nacional de parte de Confusam que culminó con Gabriela Flores (presidenta de la organización) junto a miles de trabajadores y trabajadoras presentando ante el Ministerio de Salud las demandas que aún están pendientes por parte del Ejecutivo, dando prioridad al incentivo al retiro.