"América aquí presente
con sus hermanos de clase
que empiece la fiesta grande
de corazones ardientes
Se abracen los continentes
por este momento cumbre
que surja una perdidumbre
de lágrimas de alegría
Se cante y baile a porfía
se acaben las pesadumbres"
(Violeta Parra, Décimas)
América Latina se hizo presente en Valparaíso, a través de la expresión de arte popular muralista, para rendir un homenaje a Violeta Parra al cumplirse 100 años de su natalicio. La hermandad de los pueblos latinoamericanos quedó plasmada en distintos murales realizados acá en la ciudad Puerto, entre los cuales podemos mencionar los realizados en los cerros Esperanza y Placeres, la Escuela República de Paraguay, el cerro Barón, la Municipalidad de Valparaíso, y un mural de envergadura, de cerca de 320 metros cuadrados, realizado en los muros del Terminal de Buses. La idea de los muralistas es siempre involucrar a los lugareños y habitantes del sector para desarrollar un trabajo creativo colectivo. En el caso del mural del cerro Barón, por ejemplo, junto al Colectivo de Muralistas Nómade de Argentina, participaron estudiantes de intercambio que tienen relación con el Comedor Popular Miguel Woodward. “(…) Seis integrantes de nuestro Colectivo tuvieron que regresar a la Argentina y ayer se integraron a trabajar con nosotras un grupo de estudiantes “gringas”, que nos estuvieron ayudando en el pintado de los fondos…”, contó una de las integrantes del Colectivo Muralismo Nómade en Resistencia. La iniciativa de convocar a los y las muralistas a Valparaíso fue llevada adelante por el Colectivo Roberto Matta de Quilpué y el Colectivo Ramona Parra, iniciativa a la que también se sumaron porteños y porteñas en forma individual. El apoyo institucional fue bastante escaso y se limitó a la participación para gestionar lugares y permisos. Como explicaba una compañera que participó en la concreción de este evento, “tuvimos que preocuparnos de conseguir incluso la alimentación para los muralistas, ya que la participación municipal fue más bien para la foto…” Todo este trabajo se llevó adelante en coordinación con el Primer Encuentro de Muralistas Latinoamericanos realizado en la ciudad de Osorno, encuentro que se realizó entre los días 25 de septiembre y 1° de octubre. Este primer encuentro realizado en tierras chilenas, denominado “Canto a Violeta”, fue organizado por la Corporación de Derechos Humanos Pilmaiquén de Osorno y contó con la participación de más de cuarenta muralistas de México, Venezuela, El Salvador, Bolivia, Perú, Argentina , e incluso Palestina, además de los integrantes de los Colectivos Roberto Matta y Ramona Parra y una cantidad importante de muralistas chilenos independientes, quienes desarrollaron, tanto en la ciudad de Osorno como en localidades vecinas, diversas iniciativas como talleres, foros y charlas, al mismo tiempo que plasmaron alrededor de 20 murales en distintas instituciones y localidades, estimulando la participación activa de los lugareños, hombres, mujeres, jóvenes y niños. Pato Madera, uno de los fundadores de las Brigadas Muralistas Ramona Parra, en una pausa de su participación en el trabajo colectivo del Mural del Terminal de Buses relató que: “La satisfacción principal de esto es que se trata del Primer Encuentro de Muralistas que realizamos en Chile. Este era un sueño largamente acariciado. Nosotros hemos participado en innumerables encuentros en Latinoamérica y Europa en dónde hemos sido invitados. Tenemos una especie de coordinadora de muralistas latinoamericanos, que nos auto convocamos, nos conocemos, y hemos hechos innumerables murales por Latinoamérica, y el sueño era traerlos acá. Sabíamos que era difícil, porque el financiamiento es lo fundamental. Golpeamos muchas puertas, algunas se abrieron a medias y otras se cerraron. Al final, acudimos a la solidaridad de las Organizaciones Populares y la autogestión. En Osorno hicimos 19 murales, en escuelas principalmente. Fue muy importante asociarse a los liceos, con la comunidad escolar, con los niños y con ellos realizar estos murales para dejar la semilla en el lugar preciso, porque nosotros partimos de la base de que el mural es algo colectivo, de creación…” Conversando con uno de los muralistas bolivianos manifestó la satisfacción de poder participar en estos encuentros: “(…) ya que permiten acercar los pueblos en torno al arte. Desde Bolivia vinimos dos colectivos: “Cementerio de Elefantes” y el grupo “Apachetas”(...) Yo soy un muralista de calle, sin afán de lucro, porque cuando se mezcla el arte con el dinero, medio como que lo ensucia…En Osorno fuimos invitados al mar por los pescadores artesanales, quienes nos relataron la difícil situación por la que atraviesan debido a la depredación del mar realizada por las grandes pesqueras. Además nos contaron que el mar chileno no les pertenecía a ellos, sino que a siete familias poderosas eran las dueñas…” Fue precisamente en dicha ocasión, durante el Primer Encuentro de Muralistas Latinoamericanos de Osorno, que fue planteada la idea de venir a Valparaíso, la cual fue muy bien recibida por todos los participantes. Muchos tenían que regresar a sus respectivos países, pero igualmente llegaron hasta Valparaíso artistas populares de México, Perú, Bolivia y Argentina. El Mural del Terminal de buses es uno de los más grandes que se ha pintado acá en el Puerto y está ubicado en un punto estratégico por donde circula diariamente una gran cantidad de personas y, simbólicamente, se enfrenta al edificio del Congreso Nacional, desde cuyas ventanas también puede visualizarse dicha obra. Respecto a las características y el contenido del Mural, que fue decidido en forma colectiva por los diferentes participantes, Pato Madera manifestó: “Nosotros no nos creemos el cuento de artistas ni estrellas, nosotros somos trabajadores del arte, y esto, la brocha, es nuestra herramienta de comunicación. Un mural habla más que mil palabras. Y la gente, en la vía pública, en el espacio urbano como este en donde pasan miles de personas al día, se encuentra con este mural. Eso es lo que nosotros queremos, crear sensibilidad y expresar contenidos a través de la participación de muchos pintores latinoamericanos, creando una integración que trasvasija cultura, trasvasija experiencia y, entonces, el resultado es maravilloso. Estuvimos en San Juan de la Costa, con la comunidad Huilliche pintando un gran mural en su sindicato. Ellos invitaron a los muralistas bolivianos al mar para que hablaran con los pescadores, quienes les contaron sus dificultades y que la propiedad del mar está en manos de siete familias. Esa es una forma concreta de integración (...) Nosotros siempre pedimos libertad en la temática de los murales, plena libertad. Nosotros ahora, por lo que está viviendo el pueblo Mapuche, que es tan dramático, entonces quisimos estampar eso. Este mural representa una gran bandera mapuche. Al medio está el kultrün y al costado Violeta Parra que le cantó a nuestros pueblos. Esto tiene mucho sentido, lo de Violeta Parra con el pueblo Mapuche, y en el mural están incluidas varias canciones de la Violeta: Arauco tiene una Pena; Según el Favor del Viento; Me Gustan los Estudiantes y acá están los trabajadores, en la canción Arriba Quemando el Sol. También está presente la guitarra, porque creemos que el gran mérito de Violeta fue que recorrió los lugares más invisibles, resaltó a los invisibles, a los que nadie conocía. Rescató su música y le dio la dignidad para ponerle alas y que fuera conocida internacionalmente. Violeta le cantó a todo y sobre todo a la lucha social, entonces es muy emotivo y estimulante que estemos pintando a Violeta Parra aquí en Valparaíso. Los trabajadores de acá se acercan y nos dicen ‘ahora el Terminal es otro’. Esta muralla estaba horrible, fea, abandonada y ahora tiene vida, tiene identidad. Además esta muralla da hacia el edificio del Congreso y es bueno para que desde allá ellos observen y vean como tienen invisibilizados y olvidados a nuestros pueblos originarios. Que algo les provoque esta gran Bandera Mapuche pintada en esta muralla.” El día martes 10 de octubre, alrededor de las cinco de la tarde se terminó la elaboración de este magnífico Mural, realizándose una ceremonia de cierre de estas actividades que contó con la presencia de las y los muralistas participantes y la intervención de artistas populares, ocasión en la que el Alcalde de Valparaíso, Jorge Sharp manifestó: “El Mural nos ayuda a recibir al que llega a la ciudad de manera distinta y decirle de alguna forma con este Mural muchas cosas. Por una parte que esta es una ciudad que pareciera ser que están pasando cosas distintas a las que pasaban antes. Es una ciudad que está haciendo un esfuerzo muy grande por la Memoria Histórica, por recuperar y poner en el lugar que corresponde a grandes creadoras como lo es Violeta Parra. Valparaíso, yo siempre he dicho, es un lugar de contradicciones, y viendo el mural y viendo el momento que estamos viviendo, se me ocurren dos grandes contradicciones. Una primera gran contradicción es la que tiene que ver con cómo el Mural mira al Congreso, o cómo el Congreso mira al Mural. Ahí hay una primera gran contradicción. Además es un Mural que dice otra cosa, que el Pueblo Mapuche es nuestro Pueblo y que, por lo tanto, condenamos todos los intentos de criminalización, de calificar esa lucha justa que desarrolla como “terrorista”. De esta forma, creo que se genera un contraste muy grande con lo que sucede allí al frente, en el Congreso. Nuestro país, en general le ha dado la espalda a Latinoamérica y se ha ido construyendo mirando más a Europa que a Latinoamérica y a los Pueblos hermanos que tenemos a nuestro alrededor. Creo que esta también es una forma de decir que Valparaíso quiere proponer una senda distinta. Valparaíso es una ciudad que está mirando no solamente a Chile, sino que está mirando de manera libre, rebelde y autónoma a Latinoamérica.” Por su parte, Pato Madera, en esta ceremonia oficial de entrega del Mural a la ciudad De Valparaíso expresó: “Como artistas, el Mural es la forma de expresar no solamente nuestro deseo de cambiar el mundo, sino también expresar las injusticias que a diario vivimos en nuestro país y queremos, a través de nuestra herramienta que es la brocha, ayudar a cambiar este país por uno más justo y más solidario (…) Esto a nosotros nos llena de tremenda alegría y satisfacción, porque sabemos que se van a abrir más puertas, vamos a recibir más apoyo y vamos a llenar un país de colores. Nosotros siempre decíamos pintaremos hasta el cielo. Que mejor ejemplo de elegir a Violeta Parra para rendirle un homenaje, por lo que ella significó y lo que ella hizo por la historia de Chile. Este mural está lleno de identidad, identidad que no la hemos creado ni fabricado nosotros. Violeta Parra la construyó visitando los rincones más escondidos del país, recogiendo de los invisibles sus músicas, sus poemas, y ella los depositó en su guitarra, les puso alas y le dio la dignidad para que volaran por el mundo. Esos es Violeta Parra. Ella tuvo un compromiso social permanente con nuestro pueblo. Yo les quiero contar que mucha gente de acá del Terminal se acercaba a nosotros y nos decía ahora este Terminal tiene que llamarse Violeta Parra. Esto es muy hermoso, cuando la gente, la ciudadanía propone ideas, porque esas son las legítimas, esas son las que hay que escuchar…” El Mural fue terminado un par de días antes del 12 de octubre, una fecha que marca la invasión colonial española a tierras ancestrales y una frase emblemática escrita en mapudungün, resalta a los pies de este mural: AMULEPE TAIÑ WEICHAM : NUESTRA LUCHA CONTINÚA