La semana pasada se aprobó la supercarretera eléctrica «Itahue-Hualqui» entre Maule y Biobío, una verdadera pesadilla de afectación ambiental, social y económica para miles de familias rurales. El proyecto de la multinacional española Celeo Redes pretende cercar con un verdadero anillo eléctrico a perpetuidad al Parque Nacional Nonguén, sometiéndolo a un riesgo extremo de incendios forestales. El parque y sus zonas adyacentes proveen servicios ecosistémicos invaluables para la conurbación de Concepción. La aprobación del proyecto pasó por encima de una gran oposición ciudadana, y tuvo el visado negativo del propio Servicio de Evaluación Ambiental junto con otros servicios competentes.
Por: Alberto San Martín
En una jugada inentendible desde la lógica de la conservación ambiental, pero muy conveniente para los negocios extractivistas, el comité de Ministros de Boric, aprobó el proyecto sin incluso haber obtenido los permisos necesarios de los servicios públicos pertinentes. Y además, sin tomar en cuenta centenares de observaciones por parte de la población afectada por el largo trazado de la línea.
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Pese a no obtener su Resolución de Calificación Ambiental (RCA), la empresa apeló y el Comité de Ministros de todos modos le permitió seguir adelante con su cuestionado proyecto.
En la tarde de este martes, se realizó una reunión entre los alcaldes de las 3 municiplidades que comparten el Parque Nacional Nonguén: Concepción, Chiguayante y Hualqui.
En la reunión el Directorio de la Asociación de Municipios Parque Nacional resolvió «evaluar un recurso de reposición ante el Comité de Ministros del SEA e ir al Tribunal Ambiental».
Junto a esto indicaron que evalúan recurrir a la Contraloría General de la República por irregularidades en el proceso del proyecto.
Su objetivo es «revertir la Aprobación de la Resolución Ambiental favorable que el propio SEA le negó al proyecto». indicaron.
Cabe recordar que grandes megaincendios en la Región del Biobío en 2023 y del Maule en 2017 se han producido por contacto de vegetación con tendido eléctrico, desencadenando devastadoras catástrofes con altas pérdidas de vidas humanas y de biodiversidad, además de incalculables pérdidas económicas.
En muchos casos, la escasa mantención de la vegetación, en conjunto con condiciones meteorológicas extremas durante los veranos, puede provocar condiciones propicias para una ignición, chispa, cortocircuito o incluso explosiones de transformadores.
El incendio forestal «Santa Ana» clasificado como «Gigaincendio» es decir que más de 100 mil hectáreas, habría sido provocado por problemas en el tendido eléctrico en el sector Santa Ana o El Pino de la comuna de Nacimiento.
En pocas horas, las condiciones de aquel tórrido febrero en conjunto con el paisaje forestal homogéneo característico de los monocultivos, desencadenaron la catástrofe más mortífera en su tipo de la que se tenga registro en la historia reciente.
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Ahora, este nuevo proyecto propiedad de la multinacional española de energía Celeo Redes implicará rodear al Parque Nacional Nonguen, un área silvestre protegida por el Estado y de características extraordinarias, con un verdadero «anillo eléctrico» a su alrededor.
Cabe recordar que el Parque Nacional Nonguén es el único que se encuentra junto a una conurbación de más de un millón de habitantes, proporcionando servicios ecosistémicos irremplazables, como agua, humedad, acceso a bosque nativo y reservorio de biodiversidad.
Pero la zona de importancia ecológica en esta área de la Cordillera de la Costa y frente donde nace Nahuelbuta no solo está circunscrita a la parte administrativa del parque. Muchos relictos de bosque nativo en las zonas adyacentes a la Reserva Nonguén conforman un ecosistema único donde especies de mamíferos, aves, anfibios, reptiles, insectos y otros organismos tienen su habitat y zonas de tránsito por todo este sector.
Durante su construcción, estos proyectos generan deforestación y fragmentación del hábitat para las especies que allí viven. El paisaje se ve alterado de manera irreversible.
Durante la etapa de construcción aumenta el riesgo de erosión en la zona deforestada. También puede generarse contaminación al suelo o a los cursos de agua cercanos.
Durante su operación se pueden generar impactos en la fauna como aves electrocutadas o desorientadas.
La exposición a campos electromagnéticos es un objetivo de preocupación constante entre investigadores y comunidades afectadas. Por lo tanto se recomienda evitar a sobremanera la cercanía de estas infraestructuras a sectores con viviendas.