75 años después de que la villa quedara arrasada por la bombas de la Legión Cóndor a las órdenes de Franco, el Estado español niega un reconocimiento de la autoría, al contrario que Alemania
Ramón SOLA- Ion SALGADO | GASTEIZ
La masacre de Gernika que conmocionó al mundo hace 75 años será recordada con emoción hoy en la villa y en toda Euskal Herria. Sin embargo, Madrid pasará de puntillas sobre una matanza ante la que el Estado español nunca ha pedido perdón -al contrario que el alemán- y cuya autoría sigue tapando o disimulando. Su apor- tación a la fecha ha consistido en mandar al Ejército español a hacer maniobras a Elgeta e Intxorta o colocar un control de la Guardia Civil ayer en la entrada a Gernika.
Una de las mejores pruebas de la posición estatal era el artículo firmado por el ministro de Educación y Cultura del Gobierno del PP, José Ignacio Wert, en un suplemento difundido ayer por diarios del Grupo Vocento. En casi una página de periódico no aparece mención alguna a las tropas franquistas, y sobre el bombardeo se limita a señalar que «la Guerra Civil fue el campo de pruebas del armamento alemán y Guernica (sic) fue uno de sus máximos exponentes». Wert ubica los hechos en «el fratricidio de una guerra civil». A partir de ahí, en varios párrafos expone que situaciones así siguen ocurriendo hoy en otras partes del mundo: «No podemos olvidar que, todavía hoy, son habituales en las guerras los ataques a la población civil (...) La barbarie humana sigue nutriendo los diarios».
Sin reconomiento
La posición del PP quedó clara también en el Parlamento de Gasteiz, donde, en vez de criticar los crímenes de Francisco Franco, prefirió recordar las muertes provocadas por los militantes abertzales en Bilbo durante la guerra de 1936.
Estas palabras de recuerdo a las víctimas del bando franquistas, pronunciadas por el parlamentario del PP Antón Damborenea, marcaron la postura de la formación unionista en un debate que tenía como objetivo exigir un reconocimiento del daño causado por el Ejército sublevado en Gernika al actual jefe del Estado español, Juan Carlos de Borbón.
El debate, propuesto por Aralar y apoyado por el PNV, EA y Ezker Anitza, estuvo marcado por las intervenciones de Pilar Pérez (PSE), Gorka Maneiro (UPyD) y del propio Damborenea, que defendieron la figura del monarca español; y echaron mano de los acciones armadas de ETA para defender una enmienda transaccional en la que no se incluía el reconocimiento del daño causado. Al final, las formaciones unionistas aprobaron un texto que cita la memoria y excluye el reconocimiento.
El alcalde emplaza
Al inicio de la jornada de ayer, también repleta de actos en la villa, el alcalde de Gernika, José María Gorroño (Bildu), instó una vez más al Gobierno español a reconocer que la orden del bombardeo fue dada por Franco. En declaraciones a Efe, volvió a reclamar también que el ``Guernica'' de Pablo Picasso sea trasladado a esta localidad desde el Museo Reina Sofía de Madrid, donde se expone.
Gorroño lamentó que el Gobierno español haya sido «incapaz» de admitir «la verdad» sobre la matanza, pese a que el de Alemania remitió ya en 1997 al Ayuntamiento de Gernika una carta para expresar su condolencia por este ataque, del que reconoció que había sido perpetrado por la Legión Cóndor.
«Yo espero que el Gobierno central se digne a decir: 'sí, señores, Gernika fue bombardeada a las órdenes de Franco», indicó Gorroño.
En cuanto al ``Guernica'', instó a dejarse de excusas como los riesgos del traslado. «El cuadro en su día ya fue trasladado a una distancia mucho mayor, para llevarlo desde el MOMA de Nueva York hasta Madrid. Todo son excusas. Nosotros pedimos el cuadro como reconocimiento a nuestros padres y abuelos que sufrieron el bombardeo», dijo.
Todos los expertos coinciden en señalar la importancia que tuvieron las crónicas que George Steer publicó en «The Times» y «The New York Times» para, desde un primer momento, desmontar las intoxicaciones sobre la autoría del bombardeo de Gernika. Por ello el pueblo de Gernika tiene un busto dedicado a su figura en el centro del pueblo. Ayer el corresponsal actual en el Estado español del diario «The Times», Graham Keely, y el alcalde de Gernika, José María Gorroño, hicieron una ofrenda floral ante la estatua del periodista británico. Estaban acompañados, entre otros, por el biógrafo de Steer, Nicholas Ranking, y otros cinco periodistas vascos: Juan Mari Gastaca, de «El País», Mikel Reparaz, de EiTB, Mikel Aiestaran, corresponsal de la EiTB y enviado especial de los diarios del grupo Vocento a los países árabes, Bingen Zupiria, el nuevo director de «Deia» e Iñaki Soto, director de GARA.
Después de la ofrenda, los mencionados periodistas participaron en un coloquio en el que reflexionaron, entre otros temas, sobre el valor de los escritos de Steer, el papel de los medios en los conflictos, la función de los periodistas en esa clase de contextos y la relación entre propaganda e información. I.S.
El delegado del Gobierno español en la CAV, Carlos Urquijo, denunció ayer la «manipulación torcitera» que, a su parecer, han realizado las formaciones abertzales de las maniobras militares ejecutadas por el Ejército español en la localidad de Elgeta.
En un comunicado, Urquijo, respondió a las críticas y defendió las citadas maniobras, iniciadas el martes, cuando los vecinos del municipio guipuzcoano recordaban el 75 aniversario de la toma de Elgeta por parte del Ejército franquista. Según explicó, durante estos días «se ha utilizado políticamente algo que los vascos no sienten mayoritariamente como una preocupación».
La izquierda abertzale no tardó en responder a las palabras del delegado del Ejecutivo de Mariano Rajoy. En opinión de la formación independentista, el Ejército volvió a simbolizar la toma de Elgeta por medio de un «desfile obsceno», «dejando claro que el único proyecto que se impone a la sociedad vasca mediante las armas es el español». Asimismo, destacó que estas exhibiciones de fuerza sobran en el escenario de paz y resolución demandado por la sociedad vasca.
Desde el PNV, Iñigo Urkullu y José Luis Bilbao afirmaron que las maniobras de las tropas españolas suponen una «provocación» para la ciudadanía vasca. «Este tipo de actuaciones, me parecen una falta de respeto, un insulto y una provocación», subrayó el diputado general.
En cuanto a las medidas concretas, ayer el alcalde de Elgeta, Oxel Orostarbe (Aralar), aprovechó su condición de parlamentario para solicitar la comparecencia de Carlos Urquijo en la Cámara de Gasteiz. En el mismo sentido, el grupo del PNV y Amaiur en el Congreso de Madrid presentaron ayer una serie de preguntas destinadas a conocer quién dio la orden de llevar a cabo las maniobras, que se han extendido hasta la zona que separa Lakuntza de Ataun, donde se han desplegado medio centenar de soldados.
Por otro lado, el grupo de Bildu en las JJGG de Gipuzkoa presentó una proposición no de norma en la que solicita la salida de las tropas españolas de Euskal Herria. Una exigencia que hicieron suya los vecinos que Elgeta, que ayer a la tarde salieron a la calle para denunciar la presencia de una fuerza ajena. GARA