Esta semana nuevamente se produjeron despidos en la Planta Siderúrgica Huachipato de Talcahuano. Según comunicó la empresa serían 19 trabajadores los despedidos en esta oportunidad en lo que consideraron parte de un plan de ajuste operacional. La misma excusa han utilizado para los anteriores despidos, indicando en cada oportunidad que no habría más. Por lo mismo los trabajadores están atentos ante posibles despidos masivos.
Los ojos de la región están puestos en la Siderúrgica, que vive una profunda crisis debido fundamentalmente, a la crisis internacional del acero y como han denunciado sus trabajadores, al mal manejo de la empresa. Mónica Aguilera, Presidenta del Sindicato 1 de Huachipato ha indicado que a CAP le interesa la siderúrgica solo en la medida que aporte a su negocio en la minería.
Varias denuncias a la Compañía por parte de los trabajadores, han hecho ver a las autoridades gubernamentales y judiciales las prácticas antisindicales de la empresa. Lamentablemente, estas denuncias no han significado la protección hacia los trabajadores que ven como su sindicato se debilita ante los continuos despidos.
Según datos aportados por la revista Nueva Minería, “La compañía siderúrgica Huachipato registró a diciembre de 2013 pérdidas por US$1 18 millones, cifra casi el doble de los US$64 millones en pérdidas registrados en igual periodo de 2012. “ Es decir, la siderúrgica tras su reestructuración orientada hacia la minería y la construcción, ha reducido significativamente sus cifras. De hecho, el 2013 Huachipato no exportó productos.
El problema tiene consecuencias gravísimas para la región, que ve como la única siderúrgica integrada del país, paulatinamente, va desapareciendo. En este contexto, desde el mismo Sindicato han impulsado la discusión acerca de la necesaria Estatización de la siderúrgica y de la conformación de un plan económico que proteja a la industria nacional, frente a los desastres causados por los TLC y su política de libres aranceles que afectan a la manufactura nacional.
"(...) los Tratados de Libre Comercio han destruido la industria nacional. Eso no es un misterio para nadie. Es cuestión de ver qué ha pasado con el calzado, con la industria textil. Hay una desindustrialización que ha traído además una precarización del empleo”
El caso requiere cirugía mayor, pues cabe recordar que el principal productor mundial de acero es China, con casi la mitad de la producción mundial – un 46,4%. Por ello para controlar la producción nacional, necesariamente debe haber un arancel a las importaciones que proteja lo nacional. De hecho el caso chino es fundamental en este sentido, por su nivel de incidencia “La industria siderúrgica de China ha enfrentado una menor demanda respecto a años previos, lo que ante el exceso de producción ha impulsado los precios hacia abajo.” (Cochilco 2013)
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