[resumen.cl] Directivos del Colegio de Profesores de Arauco, en julio del 2019, realizaron una presentación a Contraloría por las anomalías que existían en concursos públicos para cargos de directores en la comuna. La respuesta del organismo fiscalizador fue, nuevamente, que la administración municipal de Arauco no se ajustaba a la ley 19.070 sobre concursos públicos en educación.
Un caso particular apuntaba sobre el ingeniero en ejecución en acuicultura Francisco Paredes Carrasco, quien a través de concurso público el año 2014, había sido nombrado como director en el liceo de Llico, Filidor Gaete.
Según Contraloría, este debió haber terminado su administración el 17 de abril del 2019, fecha en que el cargo debió ser ocupado por un nuevo director elegido por el sistema concursable. Sin embargo, eso jamás ocurrió y Paredes ha continuado en el cargo hasta la fecha, con un decreto municipal que el alcalde Mauricio Alarcón (Independiente pro UDI) le otorgó recientemente (y solo a raíz de la intervención de Contraloría) nombrándolo “director reemplazante”, aunque con ello sigue incumpliendo la enfática instrucción de Contraloría de llamar a concurso de esa vacante.
Este caso ejemplifica varias de las situaciones que constantemente la administración municipal de educación y el alcalde de Arauco, están transgrediendo y que han sido detectadas por Contraloría, pese a contar con un staff de abogados en la municipalidad y DAEM que debiesen revisar el accionar administrativo.
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Para muchos, claramente, estas situaciones tienen por objetivo que la autoridad edilicia tenga mayor control sobre las comunidades educativas con directores de su confianza política (aunque sea sin respetar la normativa), pero sin liderazgo empático con esas comunidades, lo que genera constantes conflictos.
Las irregularidades también han demostrado que se insiste con favorecer a ciertos funcionarios con cargos y sueldos que legalmente no corresponden. El señor Paredes, por ejemplo, no debió haber recibido un sueldo de director desde abril del 2019 y desde esta misma fecha debió volver a su trabajo de aula u otro, como correspondía según lo indica la ley.
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Como también ha sido una tónica, en el tema de las irregularidades en educación en Arauco, los concejales no han ejercido sus funciones de fiscalizar y denunciar estas situaciones de manera oportuna, pese a tener la información, como debió ser con los resultados de esta última indicación de Contraloría que fue entregada con fecha 27 de abril del 2020 al municipio. Posiblemente, prontamente veremos una nueva y vergonzosa defensa corporativa del concejo municipal sobre los victimarios de esta nueva irregularidad detectada por Contraloría.
