Archivo fotográfico colaborativo, sigue recopilando registros en el Biobío
En Cultura
Las actividades presenciales han sido exitosas. “Ha llegado gente con gran cantidad de imágenes para digitalizar, algunas muy antiguas. Vimos además personas que, si bien no participaron compartiendo imágenes, se conmovieron mucho con el sentido del proyecto y con las imágenes publicadas. Hasta ahora hay alrededor de 50 personas que ya se han creado una cuenta y alrededor de un centenar de fotografías han sido compartidas en la plataforma virtual”, comentó la artista visual gestora del proyecto, Alejandra Grandon.
Una de las principales proyecciones que ha hecho el equipo, es que con este ejercicio se abren nuevas formas de entender el relato personal / colectivo, y la potencia de éste como articulador social y constructor de diversas realidades. “El compartir imágenes que para las personas son significativas, nos hace pensar que tendrán un impacto colectivo en nuestros territorios. Nos contaron de lugares que por diversos motivos han desaparecido en la ciudad, pero especialmente en la ruralidad, siendo el principal factor el avance de la industria forestal que va dejando aislados a sus habitantes”, destacó Andrea Herrera, también integrante del Colectivo Caja de Cartón.
Para el equipo de Archivo Volver, dar a conocer que todo relato importa, y cada recuerdo suma, conocer los diferentes procesos sociales y las transformaciones que van dejando huellas de cada época o generación, este espacio también da la posibilidad para compartir anécdotas e historias de seres queridos que ya no están en este plano físico. “Les da a cada persona la posibilidad de compartir recuerdos, lugares o instancias que les marcaron de alguna forma, memorias que no siempre tienen la oportunidad de dialogar en espacios abiertos. El hecho de entender que sus experiencias pueden ser parte de un relato colectivo más grande, que ayudan a imaginar y comprender aspectos del pasado desde el compartir”, explicó Sebastian Rivas.
Por ahora, este archivo colectivo se mantiene abierto, con miras a potenciarse con otros proyectos de archivos no formales. Por otra parte, también busca impulsar el sentido de conservación del archivo, trabajando en comunidades y organizaciones para hacer puntos de recolección y digitalización de fotografías y relatos, no tan solo en la Región del Biobío. “Queremos ampliar la convocatoria del proyecto al territorio nacional, con el objetivo de revivir la práctica de volver a colocar las fotos familiares antiguas sobre la mesa, dialogar y compartir en base a ellas”.
Para ello, en agosto abrirán oficialmente el Archivo Volver para que personas de todo el país sean parte de él. “Nuestra primera actividad presencial fuera del Biobío será en EFA, Encuentro Foto Atacama en Copiapó, donde queremos que Volver, sea un incentivo para compartir esas fotografías que, por lo general, permanecen guardadas en espacios íntimos y que suman nuevas historias para conectarnos con el pasado colectivamente”.