[resumen.cl] La destrucción de al menos 3 playas del borde costero de Talcahuano ha encendido las alarmas de la población al ver cómo los pocos lugares de esparcimiento, recreativos o bien con flora y fauna endémicas han sido destruidos indiscriminadamente a vista y paciencia – o con la complicidad – de las autoridades locales. Hoy, RESUMEN revela nuevos antecedentes que involucran a la Armada de Chile en esta grave situación, ahora en relación a la explotación irregular de bosques nativos y monocultivo forestal.
El hecho ha involucrado igualmente a diversas instituciones como la Municipalidad de Talcahuano a quienes se les ha recriminado que durante años hayan permitido el actuar irregular de empresas extractivas en la península de Tumbes. Los dardos también se han redireccionado hacia el rol de Bienes Nacionales, la Superintendencia de Medio Ambiente (SMA), CONAF y por supuesto, quien administra parte de los predios fiscales en Tumbes: la Armada de Chile.
[caption id="attachment_91522" align="alignnone" width="1280"] Imagen muestra la destrucción de la flora y fauna en el lugar, dejando altamente degradado los suelos y cerros del sector, antiguamente se encontraban las playas de arenas blancas Los Lirios y El Ensueño | Resumen.cl[/caption]
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[caption id="attachment_91529" align="alignnone" width="1280"] Imagen muestra la situación en que se encuentran lo que antiguamente eran playas de arenas blancas, destruidas por la empresa de extracción de áridos en la Península de Tumbes, comuna de Talcahuano | Resumen.cl[/caption]
No son menores estos cuestionamientos hacia la entidad castrense ya que, por ejemplo, la Playa El Tricao que fue destruida -presuntamente por la arenera ARMAQ S.A.-, es parte de esta administración.
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No obstante, la destrucción de las playas no ha sido el único crimen ambiental generado en la península. El año 2015, el exdirigente sindical de Asmar, Christian Lagos, denunció a la institución castrense por presunta tala y explotación de bosque nativo en los predios administrados por la Armada de Chile en Talcahuano.
La denuncia presentada en Contraloría, generó una investigación donde se determinó que, efectivamente, la Armada realiza explotación de predios forestales y bosque nativo en la Península de Tumbes y simultáneamente, produjo una disputa entre CONAF y la marina, pues estos últimos señalaron que no debía presentar planes de manejo a CONAF, pues estaba fuera de sus atribuciones fiscalizar el actuar de la Armada.
La Contraloría Regional del Bío Bío realizó una consulta a nivel central para analizar la problemática entre las instituciones, determinando finalmente, que la institución armada debía ceñirse a la ley y presentar planes de manejo a la CONAF.
" [...] toda persona o entidad que posea o tenga a su cargo bosques o recursos forestales y que efectúe cortas de las especies nativas, naturales o artificiales, ya sea en terrenos de aptitud preferentemente forestal o en otros que se indican, debe contar con un plan de manejo aprobado o registrado por la CONAF, según corresponda, considerándose como corta no autorizada, aquella que se realiza en contravención a esa obligación.”señala el Dictamen N° 84.708 del 23-XI-2016.
El Dictamen que realizó la Contraloría ordena que la Armada se someta a la legislación vigente:
“[...] la Armada de Chile, sin perjuicio de la obligación de confeccionar un plan de explotación de terrenos forestales, en conformidad con lo dispuesto en el citado decreto con fuerza de ley N° 130, deberá igualmente elaborar planes de manejo en cumplimiento de la legislación forestal desarrollada en este pronunciamiento, el que deberá ser suscrito por el Secretario Regional Ministerial de Bienes Nacionales respectivo y someterlo a la aprobación de CONAF o a la previa presentación y registro en esta, según corresponda, entidad que además podrá fiscalizar su ejecución y ejercer las potestades que el ordenamiento jurídico le confieren, para lo cual esa institución castrense facilitará los accesos al predio forestal de que se trate y prestará la colaboración necesaria, a fin de que pueda realizarse esa función."
Las contradicciones de la CONAF respecto a la explotación en predios de la Armada de Chile
Consultado por la irregular situación que se vive en la actividad forestal llevada a cabo por la Armada de Chile en Talcahuano, el Ingeniero Forestal y Director Regional de la CONAF, Francisco Pozo Alvarado, afirmó a RESUMEN en al menos tres oportunidades, que la marina cuenta con planes de manejo de explotación forestal en la Península de Tumbes.
A continuación presentamos la transcripción de un extracto de la entrevista telefónica:Francisco Pozo (FP): "Si, hay planes de manejo autorizados, en corta de plantaciones y reforestación y si la reforestación también (sic)"
Resumen: "¿Los Planes de manejo están autorizados en todos los predios de la Armada?"
FP: "O sea, si es que hay corta, sí.[...] Presentan planes de manejo y o sea, además eso lo dice la ley"
Resumen: "Por eso le preguntamos: ¿La Armada mantiene planes de manejo autorizados por la CONAF en todos sus predios?"
FP: "Sí, sí, sí, tiene planes de manejo vigentes para cortar.”
Sin embargo y contradictoriamente a lo afirmado en tres oportunidades, un documento solicitado por Ley de Transparencia a la misma entidad y firmada por el mismo director regional de la Corporación Nacional Forestal, señala que la entidad no cuenta con ningún plan de manejo presentado por la Armada de Chile. No sólo de los últimos años, sino que ningún plan desde 1990 a la fecha.
Es decir, la Armada de Chile ha realizado explotación de recursos forestales en predios fiscales sin que el organismo facultado por la ley para fiscalizar la tala y explotación de dichos recursos haya tenido bajo su observación las acciones llevadas a cabo por décadas por la rama castrense. Por tanto, habría actuado fuera de toda legalidad.
Según señala el artículo 29 del DL 701, de 1974, que fija régimen legal de los terrenos forestales o preferentemente aptos para la forestación, y establece normas de fomento sobre la materia, "Cualquiera acción de corta o explotación de bosques, sea cual fuere la naturaleza de éstos, deberá hacerse previo plan de manejo registrado ante la Corporación Nacional Forestal y en el cual se contemple expresamente el terreno en que se hará efectiva la obligación mencionada en el inciso primero del artículo anterior".
La situación se hace más preocupante, cuando nos percatamos que la CONAF, la institución a cargo de fiscalizar la actividad, no cuenta con antecedentes fidedignos de la situación real de la península.
Francisco Pozo señaló, a propósito de la posible tala de bosque nativo en la zona, que la Corporación no tiene registro en sus catastros de presencia de Bosque Nativo en la Península de Tumbes: “Sé que hay ejemplares de Queule en estos predios, aparecen en planes de manejo y están identificados, pero presencia de Bosque Nativo en la Península de Tumbes, como lo establece el catastro de bosque nativo, no [...] Presencia masiva de bosque nativo, no y menos que tengamos antecedentes de sustitución de bosque nativo”.
Ante los antecedentes antes expuestos cabe preguntarse ¿Cómo asegurar la existencia o no de explotación o daño a bosque nativo si la institución encargada de fiscalizar los recursos forestales no fiscaliza a la Armada, que por cierto ha reconocido explotación de recursos, cuyas utilidades han ido a engrosar las cuentas de la institución armada?RESUMEN intentó contactarse en varias ocasiones con la rama de la marina sin obtener respuestas, ni réplica, por parte de la institución.
Por otro lado, consultadas diversas fuentes de RESUMEN, que prefirieron mantener en anonimato su identidad ante posibles represalias de la Armada, señalaron que en los últimos 25 años, y sobre todo en la década de 1980 y 1990, hubo una tala masiva de bosque nativo, el que fue sustituido por monocultivo forestal, primero de pino y luego de eucalipto. Esto ha provocado diversos impactos socioambientales en la península que no han podido ser investigados, ya que la institución castrense se niega a permitir la entrada de personal de CONAF u otras instituciones fiscalizadoras.
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La poca claridad y explotación forestal fuera de la ley enciende las alarmas respecto a los negocios que se realiza la Armada en la Península de Tumbes.
De esta manera los antecedentes recolectados demostrarían que la rama de las Fuerzas Armadas opera fuera de la ley en terrenos que contaban con vegetación nativa y en donde ésta se ha sustituido de forma masiva por monocultivos forestales.