[resumen.cl] El rechazo al acuerdo que la clase política estableció la madrugada del viernes pasado ha sido aparentemente unánime en las organizaciones que, junto con protagonizar las más concurridas movilizaciones populares registradas en el país, han estado al frente de asambleas autoconvocadas deliberando acerca de la normativa que debiese tener una nueva Constitución y los métodos que asegurarían que ésta esté al servicio de la población.
Los documentos y las declaraciones de estas instancias han sido abundantes en todo el país y en la provincia de Concepción, también se han emitido una multitud de éstas. La Asamblea Popular Autónoma de Lomas Coloradas explicó:
“Este acuerdo vino a ser el pobre salvavidas de un gobierno deslegitimado, un intento de la institucionalidad de desmovilizar a la población y volver a su normalidad, desconociendo al real interlocutor: el pueblo chileno movilizado. El discurso amenazante y sesgado del gobierno llamando a la normalidad viene a ser la excusa que le permitirá seguir criminalizando la legítima movilización de las organizaciones territoriales y comunitarias, de estudiantes y trabajadores, migrantes, pueblos originarios, disidencias sexuales y diversas agrupaciones sociales.”“Rechazamos el ofrecimiento de una paz que niega las violaciones a los derechos humanos y no reconoce la responsabilidad del gobierno en muertes, violaciones y mutilaciones. Un gobierno que en vez de condenar a los agresores, los valida y protege, no involucrándose realmente en poner freno a la violencia escuchando las reales demandas emanadas de las calles. .. No validaremos una Constitución que no surja del pueblo, que no refleje nuestras necesidades, ya que es a nosotras y nosotros a quienes regirá. Estamos cansados de vivir en desigualdad, siendo gobernados por los intereses económicos de una minoría que son los reales dirigentes de la élite política de nuestro país. Tampoco validaremos una constitución manchada con sangre.”
Aunque el Acuerdo de la clase política excluye la posibilidad de una Asamblea Constituyente, sus agentes intentan presentar como equivalente a ella la alternativa de Convención Constitucional, que sería sometida a plebiscito en abril próximo. La diferencia entre estas dos instancias es determinante, pues mientras la primera establece que sus partícipes pueden definir las reglas para la discusión y los quórums para la votación de nuevas normas, en la Convención, ello lo definiría el actual Congreso Nacional y una comisión de expertos/as que, según el Glosario Constituyente Abreviado, estaría conformada por personas designadas por el Presidente o el Congreso.
Ante esta situación, la Asamblea de Higueras de Talcahuano declaró:
“Somos nosotras y nosotros quienes debemos fijar las formas, métodos, quórums y temas a debatir para llevar adelante la Asamblea Constituyente... Llamamos a organizarnos y seguir luchando en las calles, ya que se ha demostrado que ésta es la única forma de generar presión legítima para estos cambios”.
Este lunes, la Asamblea Provincial Concepción, entre otras afirmaciones que coinciden con las del resto de instancias organizativas, emitió una crítica al rol cumplido por los medios de comunicación empresarial, los cuales adoptarían prácticas destinadas a criminalizar la protesta social, además de ocultar las flagrantes violaciones a los Derechos Humanos perpetradas por efectivos policiales y militares.
Esta Asamblea, así como las otras, también denunció la impunidad con la cual siguen siendo amparados funcionarios militares y policiales autores de delitos de lesa humanidad, además de las autoridades políticas responsables de las órdenes que han conducido a tales hechos. Junto a ello se refirieron a la situación del trabajador José Sepúlveda, a quien se le imputa la autoría del incendio en la sede de la Gobernación penquista y que desde el viernes pasado se mantiene en prisión preventiva sin que exista ningún indicio de su participación en el hecho. Finalmente, concluyen:
"Creemos firmemente que la única forma de conseguir las transformaciones que buscamos es seguir en las calles, sin bajar los brazos y con la fuerza que desde abajo hemos construido y fortalecido."