“En este momento ser conservador es lo más políticamente incorrecto que hay” dice Felipe Ibarra. Le quedan pocos días para rendir su examen final para egresar como abogado de la Universidad Católica. Pero se toma unos minutos para hablar como coordinador de Muévete Chile, la organización que llamó a sus adherentes a no comprar las marcas que auspician a The Clinic, por una portada que ofendía al Papa. “Si hay gente que castiga a una empresa no comprando porque maltrata a los animales, o al medioambiente ¿por qué no puede dejar de comprar si su conducta le parece inmoral?” explica Ibarra, adelantando los fundamentos de su idea más nueva: “El Dicom Moral”, elaborar un listado con las empresas que no sean “moralmente responsables”.
Muevete Chile no es, según se definen, ni de izquierda ni de derecha. Porque “un cristiano no debe seguir a una ideología determinada sino a una persona: Cristo”.
Tampoco son “partidistas” pero trabajan para influir en la sociedad. Pero igual que el grupo que se fue en el Granma, se juntan en sus casas a discutir sus próximas acciones y a leer y conversar de sus autores. Estos son católicos como Lech Walesa y Konrad Adenauer, también estudian la doctrina social de la iglesia y textos de derecho natural.
El núcleo duro lo forman unas 20 personas, más un grupo de 10 coordinadores. “La mayoría somos estudiantes de la Católica, de la de Los Andes y de la Chile también. Hay gente del Opus Dei, de Schoenstatt y los Legionarios, por su puesto, pero eso es por su cuenta”, explica Ibarra.
A ellos se suman 100 colaboradores en tres ciudades (Santiago, Viña y Concepción y unos 30 mil suscriptores al Newsletter de la web. No tienen escuela de “cuadros” como en la lógica clásica, pero sí de “líderes”, para estudiantes universitarios y secundarios. Cursos de tres meses, de una vez a la semana donde analizan la contingencia, aprenden cómo escribir una carta al diario para que se publique y han recibido charlas de distintas personalidades, desde que partieron en 2006. “Ha estado el Cardenal Medina, el alcalde Ossandón, Orrego de Peñalolén, Jorge Sabag de la DC y Adolfo Zaldívar entre otros menos conocidos que llegan a contarnos su experiencia”, cuenta.
El grupo salió del anonimato gracias a que efectivamente logró que un auspiciador retirara su publicidad de The Clinic. Según la versión publicada en el semanario, en la decisión habría intervenido personalmente el Gerente General de CCU, Patricio Jottar. El ejecutivo del grupo Luksic pidió a los organizadores del festival El Abrazo, celebrado el 11 de enero, que quitaran la publicidad de Cristal contratada en la revista.
Patricio Jottar, de origen libanés, es amigo de John O`Rielly, el sacerdote preferido de la elite cercana a los Legionarios de Cristo, orden conservadora y recientemente intervenida por el Vaticano luego de conocerse los excesos de su fundador, Marcial Maciel, consumidor de drogas y responsable de abusos sexuales a menores.
Jottar tiene una amplia red de contactos a alto nivel, que van desde el presidente Piñera, a quién conoció en los años ’80 en el Citigroup, igual que a Ignacio Guerrero y José Cox, dos de los cercanos al mandatario, pertenecientes al denominado “tercer piso” del Presidente.
Jottar, hasta ahora el “aliado” más poderoso de MueveteChile, fue presidente de Icare y es muy amigo del intendente de la región de O´Higgins, Rodrigo Pérez Mackenna, gracias a su fanatismo por el bridge.
Por último su hermana Mónica es una conocida abogada especialista en juicios de familia, salpicada por el escándalo de su marido, el ex diputado Maximiano Errázuriz, primo hermano de Jaime Guzmán, quien fue expulsado de RN en medio de una investigación por mal uso de recursos públicos, en los que ella estuvo involucrada. Además, la justicia comprobó que Errázuriz como diputado usó sus influencias en el parlamento para intervenir a favor de dos clientes de su esposa.
Aseguran que ninguna institución o partido los financia y subsisten con aportes propios pero sus objetivos suenan a los de una organización transnacional: “Queremos terminar con el laicismo que excluye las creencias religiosas de las personas. Estamos en contra de las teorías de género que ponen a la homosexualidad y las uniones de hecho dentro del ordenamiento jurídico y del lobby feminista de organizaciones Pro Choice”, dice Ibarra y promete que se harán notar cuando alguno de estos temas se discuta en el Parlamento
Muévete Chile está asociado a la Red por la Vida y la Familia, cuyo mentor no es otro que Jorge Reyes, abogado que al menos tiene dos etiquetas “anti-píldora” y “pro-vida”. Dice que obviamente tiene una estrategia para intervenir en la discusión parlamentaria de los temas valóricos “pero sería un error decirla por la prensa”. Reyes admite contactos informales con parlamentarios y gente ligada a la Fundación Jaime Guzmán en los que se han trazado y discutido escenarios posibles. No hay por qué dudar, sabiendo que su gran triunfo fue el fallo del Tribunal Constitucional en abril de 2008, contra la distribución de la “píldora del día después”, a partir de un requerimiento suyo junto a 36 diputados de la entonces Alianza Por Chile.
Pero el dictamen actualmente es como letra muerta pues el fármaco igual se distribuye. Tal vez por eso, Reyes habla con un tono melancólico, como que todo estuviera perdido. “Al gobierno le ha faltado carácter para defender ciertos valores”, dice. Reyes niega los trascendidos que lo apuntan a él ofreciéndole ayuda a Claudia Pizarro para que depusiera su solicitud de aborto terapéutico, ya que su hijo moriría al nacer: “Esa niña estuvo muy manipulada políticamente, pero yo jamás le he ofrecido nada”.
Según los datos de la Encuesta Nacional de Opinión Pública 2010 de la Universidad Diego Portales (UDP), la población totalmente conservadora en temas valóricos representa el 16% del total. “Claro que nuestros datos muestran gente mayor y de clase media-baja, porque es muy difícil hacer un estudio con la élite. Claro que ciertas instituciones como la UDI o la fundación Jaime Guzmán puede que tengan eco en estas personas.”, dice Florencia Herrera investigadora del ICSO-UDP.
“El aborto y la homosexualidad son temas que aún encuentran amplia resistencia, pero en otros como el divorcio, las madres solteras, la convivencia fuera del matrimonio y la píldora, que es apoyada en un 80% como una decisión de la mujer, los conservadores saben que tienen la batalla perdida” aclara la socióloga, cuyo trabajo se ha enfocado en la familia homosexual.
Según María de los Ángeles Fernández, de la Fundación Chile 21, la influencia de los grupos más conservadores a nivel legislativo “no es tan fuerte como antes, pero el terreno donde si tienen fuerza es en los medios, en la plataforma del duopolio donde pueden decir por ejemplo que la Concertación produjo un sismo cultural. En los medios puede escribir Gabriel Villarroel, que no es muy conocido pero tiene poder en la UDI, o Gonzalo Rojas que en una de sus últimas columnas llamó a los conservadores acomplejados a defender sus valores si tenían el corazón bien puesto”.
A Jorge Jaraquemada, Director de la Fundación Jaime Guzmán, no le molesta que le pongan el sello de conservador. “Y estoy seguro que a ninguna persona de la Fundación, tampoco”, dice. Lo que no admite es que intenten influir en política. “La fundación no hace acción política, prestamos asesoría a los parlamentarios que nos lo piden, pero en privado” aclara.
De todos los grupos conservadores, es el más poderoso, porque desde que fue fundada en 1991 luego de la muerte de Jaime Guzmán ha estado estrechamente ligada a la UDI como uno de sus “centros de pensamiento” y como cantera de nuevos militantes calificados, a base de proyectos legislativos que emanan de ella y jóvenes profesionales. Tres senadores (Larraín, Chadwick y Novoa) forman parte del directorio junto al diputado José Antonio Kast.
También ofrecen “talleres de servicio público” en comunas de la periferia como Maipú.
En la Fundación Jaime Guzmán “no hay debate, lo que nos guía son los principios de Jaime Guzmán que están bastante claros”, dice Jorge Jaraquemada.
De hecho, la última vez que hubo debate, le costó la salida de la entidad en 2007 al abogado Marco Antonio González, ayudante de Jaime Guzmán en la escuela de Derecho, quien fue durante 10 años Director Ejecutivo de la Fundación. Hasta que tuvo “diferencias” según él mismo reconoció, con Juan Eduardo Ibáñez Walker. El empresario, presidente del directorio de Chilexpress, fue de los que impulsó la creación de la Fundación, a la muerte de Guzmán, y es uno de sus principales financistas, junto con las donaciones, los recursos por asesorías parlamentarias y el fondo perteneciente a la herencia de Jaime Guzmán.
Cuando se produjo el quiebre con González, el abogado salió de la Fundación y llegó a La Tercera como editor adjunto de Negocios. Hoy es Secretario General de Copesa y tiene a su cargo la sección Editorial del matutino de Álvaro Saieh. Mientras Ibáñez se mantiene como presidente del directorio y dentro de quienes lo conforman, es uno de los dos que no está en la política activa. El otro es Sergio Guitiérrez Irarrázabal, ex director de Enersis, multado por la Superintendencia de Valores y Seguros, en el marco del caso “Chispas”.
Probablemente para la coalición en el gobierno, de inspiración conservadora, sea más difícil aplicarlos desde La Moneda “Para los conservadores era mucho mejor ser oposición. Ahora, desde el gobierno están desesperados por encontrar una nueva mayoría, por eso tienen que diluir su discurso en relación a los temas valóricos. En la UDI ya no hay una posición monolítica y la prueba está en que Kast, del ala más conservadora, por segunda vez no ganó”, explica María de los Ángeles Fernández.
Aunque quizás un nuevo aire para la agenda conservadora venga de la mano de la incorporación del Presidente de RN, Carlos Larraín al Senado, luego del cambio de gabinete. Larraín -quien fue sostén político de la renunciada directora de la Junji, la Opus Dei Ximena Ossandón-, ha hecho declaraciones donde asimilaba la homosexualidad con la pedofilia y la zoofilia.
Los miembros de Muévete Chile saben que su discurso no es popular, “pero no actuamos en base a lo que más nos convenga”, dice Felipe Ibarra. Tal como él denuncia en su página a las empresas que auspician al The Clinic y pide cartas de apoyo para el operador de transporte Subus, que retiró de sus micros un cartel que aludía a la homosexualidad, en la Red por la Vida y la Familia están listadas las organizaciones anti-vida, y hasta las cartas que los diarios no han publicado.
“Casi siempre el discurso de estos grupos es medio violento, y además no muy popular. Por ejemplo, si se promueve una política de educación sexual no discriminatoria significa para ellos que los homosexuales quieren tomar el poder para pervertir a los niños”, señala Florencia Herrera.
Fuente: El Mostrador
Foto: Fono Aborto Seguro, iniciativa de mujeres que consiste en la habilitación de una línea telefónica de ayuda a mujeres que tengan embarazos no deseados.