[AUDIO] Crónica de Ruperto Concha. EEUU: Los que siembran vientos cosechan tempestades

Parte 1. Parte 2. Fue el profeta judío Oseas el que acuñó la frase de que… los que siembran viento cosechan tempestades. Y, claro, como sucedió casi siempre, a este profeta no le hicieron caso. Pero al menos la frase quedó resonando siglo tras siglo como una llamada de alerta. Y cuando miramos el calendario de las últimas guerras, queda perfectamente claro que fueron tempestades sembradas por Estados Unidos. Casi todas. Desde la Guerra de Corea, desde 1950 a 1953, luego la Guerra de Vietnam, la guerra que desintegró a Yugoslavia, la guerra de Somalía, la guerra entre Irak e Irán, la Primera y la Segunda Guerra del Golfo, la guerra de Afganistán, la guerra civil y el ataque de la OTAN en Libia, la guerra civil de Siria, la guerra civil de Ucrania, hasta la actual guerra contra la yihad islámica de Irak… y eso sin contar otras guerritas menores como las invasiones a Panamá y Grenada, en nuestra América Latina y los sangrientos bombardeos sobre Pakistán y Yemén, en el Oriente Medio. Realmente ha sido una larga temporada sembrando vientos por el mundo entero, pero, al parecer, a Estados Unidos, ahora, le está llegando la hora de comenzar la cosecha.     En realidad, ya es inocultable el fracaso económico, la desorientación y la ausencia de rumbos políticos, y, ahora, la aparición del caos social, que en estos momentos cubrió las primeras planas mundiales por el estallido social en Ferguson, Missouri, que está amenazando con extenderse a Los Ángeles, California y a otras ciudades. Por ahora parece semi sofocado por un decreto de Estado de Emergencia y toque de queda desde la media noche hasta las 5 de la madrugada. Aparentemente, el estallido social de Ferguson fue una protesta por el asesinato de un muchacho negro, Michael Brown, de 18 años, a manos de un policía blanco, de esos que les cosquillea el dedito en el gatillo. Michael Brown iba con su amigo Dorian Johnson cuando fueron interceptados agresivamente por un grupo de 3 policías de esos que se disfrazan de soldados y van con armamento y equipo de guerra. Toda la escena inicial fue filmada y subida a YouTube. Algo pasó, Brown resistió a un empujón, y trató de huir y uno de los policías lo acribilló a balazos. El amigo de Brown, Dorian Johnson, declaró: “Ese policía hizo un disparo, nos asustamos y tratamos de escapar, pero el policía disparó de nuevo. Michael se detuvo, se volvió y subió manos, pero el policía se le acercó y le disparó varias veces más. Nosotros no estábamos haciéndole daño a nadie, estábamos desarmados”. Bueno, Michael Brown cayó muerto a unos 10 metros del auto policial y quedó tirado ahí, de cara en el suelo durante varias horas, mientras una creciente muchedumbre de vecinos comenzaba a reunirse. El valiente policía huyó a escape, con sus compañeros.     Por supuesto, la multitud, de mayoría negra, experimento un aumento incontenible de rabia. El jefe de policía, entonces, dispuso que su contingente de 50 funcionarios armados con chalecos antibalas, cascos antibalas de Kevlar y máscaras también a prueba de balas, y todos ellos blancos, se desplegaran por el centro del pueblo. Mientras tanto, él había pedido refuerzos al gobernador del estado de Missouri. Los reporteros comenzaron a llegar a cubrir los acontecimientos y ellos revelaron que, según testigos presenciales, durante varias horas los policías se limitaron a mantener cerradas las calles centrales, impidiendo la llegada de más gente, y la salida de los que protestaban con creciente violencia. Según testigos, los policías no hicieron ni un amago de intervenir cuando los primeros grupos de manifestantes enfurecidos comenzaron a encender fogatas y luego arremetieron contra establecimientos comerciales. Uno de los testigos comentó que parecía que los policías estuvieran del todo indiferentes a los desmanes y los saqueos. Un gran número de periodistas logró penetrar hasta el centro mismo de las protestas y los desmanes. Horas después, llegaron los refuerzos y piquetes de policías armados con equipos de combate y penetraron apoyados por carros blindados en cuyas torrecillas iban policías como francotiradores, con miras de rayos láser que apuntaban a la cara de la gente. De inmediato lanzaron andanadas de bombas lacrimógenas, y granadas aturdidoras, mientras otros efectivos abrían fuego disparando balas de goma. La multitud que protestaba se puso frente a las fuerzas policiales levantando las manos y gritando: estamos desarmados, no disparen. En realidad fue el extraordinario despliegue de armamento y equipo militar usado por la policía, lo que impactó de inmediato a la opinión pública, y a las redes sociales. Internet comenzó a vibrar con fotos y videos de la policía militarizada en acción. Al igual que en otros países, los policías intentaron en forma a menudo brutal impedir que los periodistas transmitieran imágenes y testimonios de lo que estaba ocurriendo. Un reportero del importante diario norteamericano Washington Post fue arrastrado fuera de una fuente de soda en que se había refugiado, y sólo lo liberaron horas más tarde tras borrar sus filmaciones. Después, en conferencia de prensa, el jefe policial y el gobernador afirmaron que sólo se había tratado de proteger al señor periodista, porque estaba corriendo peligro.   Por cierto las mentiras policiales quedaron de inmediato en evidencia, cuando las agencias informativas difundieron a todo el mundo cómo la policía disparaba balas de goma y granadas lagrimógenas directamente contra los equipos periodísticos, pese a que estaban claramente identificados y además trataban de identificarse mediante altavoces. En tanto, la policía había tratado de mantener en secreto la identidad del funcionario homicida, hasta que se filtró el nombre y las autoridades entonces optaron por enviarlo con su familia, a algún lugar secreto fuera del estado. Para los congresistas demócratas, esta crisis social parecía un cataclismo, en momentos en que las encuestas anuncian que la oposición tendrá mayoría en ambas cámaras del congreso. Rápidamente varios diputados negros del partido demócrata se comunicaron con el presidente Obama pidiéndole que decrete ley marcial en Ferguson, bajo la figura de proteger a los habitantes en su legítimo derecho a protestar sin ser agredidos por la policía. Y pedían que las fuerzas policiales fuesen reemplazadas por efectivos militares de la Guardia Nacional Pero antes de que Obama reaccionara, el gobernador de Missouri se apresuró a retirar los efectivos policiales involucrados, con tanques y todo, y reemplazarlos por policías del tránsito, que en su mayoría son negros y están a cargo de un capitán, que también es negro, y fueron recibidos de mejor grado por los habitantes. En tanto, informes del FBI señalaban que agrupaciones de defensa de la gente de raza negra están preparando fuertes manifestaciones en varias otras ciudades, especialmente en Los Ángeles, California, donde anteriormente ha habido intensos y destructores estallidos sociales de carácter racial. Asimismo, cuando el gobernador y el jefe de policía estaban dando una conferencia de prensa, se hicieron presentes personeros de raza negra que se identificaron como miembros del grupo Panteras Negras, los famosos Black Panthers, que resurgían para reiniciar la lucha. Ante los periodistas y las acoquinadas autoridades, estos supuestos Panteras Negras denunciaron que el Presidente Obama es un negro de Kenya que traiciona a su raza y permite que sigan matando negros como si fueran perros en Estados Unidos.   Por cierto, el asunto central de la protesta parece estar evolucionando en la medida en que se anunció una investigación rigurosa sobre el homicidio de Michael Brown y las seguridades de que el policía será juzgado y que se le aplicará todo el peso de la ley que se resuelva. Pero el tema de fondo está recién comenzando a cobrar fuerza. Se trata de una reacción transversal, de derechas y de izquierdas, en contra de la transformación de Estados Unidos en un régimen policial, con efectivos tanto federales como estaduales, equipados militarmente y entrenados para ver a sus compatriotas como si fuesen enemigos. Según el diario británico The Guardian, los periodistas del mundo presenciaron algo que parece una declaración de guerra de la policía militarizada, contra la población civil. Por su parte, en el respetado periódico The NewYorker, el columnista político Jay Caspian King comentaba con asombro: ¿Cómo es que hemos estado tan anestesiados que nos encontramos ahora con que la policía está armada con los mismos elementos que usó en Irak y Afganistán, ahora para enfrentar a los ciudadanos de los Estados Unidos? Por su parte, la publicación digital American Dream señalaba que la ocupación militarizada de Ferguson es nada menos que un anticipo de lo que les espera a los ciudadanos de los Estados Unidos, según el rumbo que han impuesto los políticos dominantes, tanto republicanos y demócratas porque dan lo mismo.   También el diario The New York Times, que es quizás el más importante del país, y es marcadamente oficialista, reconoce sin embargo que en Estados Unidos se ha precipitado toda una política de militarizar a la policía, lo que implica que, más que perseguir delincuentes, se le está encomendando someter rígidamente cualquier asomo de inquietud social. O sea, una policía netamente represiva igual en los regímenes totalitarios. Las cifras que revela el New York Times son escalofriantes. En 1980, hubo un total de 3 mil operativos Swat, o sea de grupos policiales de choque provistos de armamento de alta potencia, con apoyo de helicópteros y carros blindados. Pues bien, este año ya ha habido 80 mil operativos de esa clase. O sea, un incremento de más del 2 mil por ciento. La policía se ha dotado ya de 435 carros blindados, tanquetas, 533 aviones y helicópteros de ataque, 93 mil 700 ametralladoras pesadas, y 432 vehículos blindados resistentes a minas explosivas. En estos momentos, el gobierno federal le ha proporcionado a las policías estaduales armamentos y equipos por un valor cercano a los 4.500 millones de dólares. En tanto, la policía ha asumido actitudes agresivas y a menudo humillantes ante la población civil, y en forma habitual están sometiendo a personas a cacheos e interrogatorios en la calle, y allanamiento corporal que a menudo incluyen examen de las cavidades corporales. Imagínese dónde le examinan… Cada vez más, parecen exigir que las personas se aparten respetuosamente cuando ellos pasan y que la gente mantenga la vista baja, expresando sumisión. De hecho, hace pocas semanas, un policía agredió brutalmente a un chiquillo de 15 años, y explicó que lo había hecho, fíjese Ud., porque el chico lo había mirado con una expresión fea, una expresión “inhumana”. Y la misma reacción brutal que llevó al asesinato de Michael Brown en el pueblo de Ferguson, afectó antes a la joven estadounidense Cecily MacMillan, una activista de derechos civiles, que fue cogida desde atrás por un policía durante una manifestación pacífica en Nueva York. El policía la agarró por los pechos, y ella instintivamente lanzó un codazo hacia atrás, atinándole en la nariz. Los policías la acusaron de agresión y lesiones a un agente en servicio, y la condenaron a varios meses en cárcel, además de pagar una fuerte multa.   Ya la tristemente célebre Agencia Nacional de Seguridad, de Estados Unidos, ha reconocido que en todo el país están surgiendo grupos dispuestos a resistir acciones y disposiciones del gobierno, que consideran tiránicas. Igualmente, respetados dirigentes políticos están levantando propuestas apuntadas a contener, a frenar, lo que consideran una escalada policial que atenta contra los derechos y libertades contenidas en la Constitución de los Estados Unidos. Entre ellos se cuenta al doctor Rand Paul, republicano y senador por el estado de Kentucky, quien se perfila como uno de los más importantes precandidatos presidenciales para el 2016. Rand Paul, siendo republicano, rechaza la intervención creciente del Estado y de la policía en la vida de las personas, y rechaza también la política de intervención militar de Estados Unidos en el resto del mundo. Y, en el mismo seno del oficialismo, el viernes pasado causó impacto la renuncia de uno de los vicepresidentes del Partido Demócrata, el antropólogo, historiador y analista político Eric Zuesse, quién declaró que ya no puede seguir militando en un partido que estando en el gobierno ha apoyado económica y militarmente a la instalación de un gobierno nazi en Ucrania, y que ha pactado con el sector más cavernario de los republicanos para empujar a Estados Unidos rumbo a una guerra que sólo puede ser un cataclismo. En su carta de renuncia, Eric Zuesse señala que es un imperativo moral ineludible iniciar un proceso para destituir al presidente Barack Obama por traición a su patria y a la Constitución de Estados Unidos. O sea, la renuncia de este prestigioso académico, en términos tan duros hacia Barack Obama, en realidad parece estar confirmando aquellos informes del FBI y la Agencia de Seguridad Nacional, de que se está avecinando una auténtica cosecha de tempestades al interior de Estados Unidos.     La verdad es que el panorama que enfrenta eso que se hace llamar “Occidente”, se ve sumamente oscuro. En Estados Unidos, según informa el Wall Street Journal, los grandes empresarios están canalizando sumas enormes para controlar las próximas elecciones parlamentarias. Hasta el momento, los operadores de Lobby han llevado, fíjese Ud., 800 millones de dólares en aportes para las candidaturas a diputados y senadores. Podríamos decir que los señores candidatos a parlamentario están saliendo a remate, mientras los que manejan lobbies se aseguran de comprometer a los futuros congresistas para que apoyen ciertas leyes que favorezcan a las corporaciones. Al igual que en Chile, los parlamentarios de Estados Unidos han rechazado la obligación de revelar los nombres de las empresas y las personas que les hacen grandes aportes en dinero, pero de alguna forma, muchos de esos nombres se han filtrado a la prensa. Republicanos y demócratas, por igual, aparecen disponibles al mejor postor, a pesar de que, según las encuestas, sólo un 15 por ciento de los ciudadanos dice que igual va a votar por su candidato aunque esté comprometido con algún lobby. El 85 por ciento restante dice que si su candidato aparece aceptando lobbies, preferirá votar incluso por un candidato del partido contrario. Y en tanto, también el viernes remeció al mundo de los negocios el acuerdo del megabanco Morgan Chase, con el Poder Judicial, en que el banco pagará, fíjese Ud. 13 mil millones de dólares de compensación, a cambio de no ser sometido a juicio e investigación por sus manejos financieros. No se sabe qué secretos lóbregos está escondiendo ese gigante de las finanzas. Pero sí se sabe que, si se resignó a pagar 13 mil millones de dólares, es porque la mugre que está tapando es una mugre también gigantesca.   Entre los que prevén un retorno a la recesión de Estados Unidos, se están mencionando dos hechos alarmantes. Uno, que las cifras están señalando que la supuesta bonanza petrolera a partir del fracking en Estados Unidos, en realidad no es más que un armado financiero de fantasía, y que de hecho, las petroleras del fracking están fracasando estrepitosamente en la recuperación de sus inversiones. De hecho, se teme que el fracking termine en menos de un año, reventando como una burbuja más, en que los privilegiados ganarán todavía más dinero y todos los demás perderán hasta la camisa. Y en torno de aquello de las burbujas financieras, los principales analistas de inversiones coinciden en que tanto en Estados Unidos como en la Unión Europea, Canadá y Australia, están tratando de cambiar las leyes que controlan la actividad financiera, a fin de crear una figura que permita a los bancos que están en peligro de quiebra, hacer uso del dinero de sus clientes para compensar sus pasivos. O sea, ni más ni menos que meterle un sifón a los depósitos de los clientes, y sacar de allí toda la platita que necesiten para seguir salvándose ellos. Según se menciona, sólo algunos países, particularmente China, la India y Japón, se han mantenido rechazando ese cambio jurídico, lo que todavía le da algunos meses a la gente para que cuentacorrentistas y ahorrantes puedan ir poniendo a salvo su dinero. Según la publicación Morning Money, el compás de espera no durará más allá de este año. En tanto, en Europa, la economía sigue dando tumbos. Pese a todos los ajustes, el crecimiento general de la Unión Europea no pasará del cero coma 3 por ciento. Alemania e Italia tendrán cifras negativas, prácticamente estarán en recesión. Francia aparece estancada en un cero total, y España, que tendrá un crecimiento un poco mayor, del cero coma 6 por ciento, aparece sin embargo ahora con un aumento de su deuda a más de un millón de millones de dólares, que equivale al 97 por ciento de todo su producto interno bruto. Y, como si fuera poco, está pasando la temporada de cosechas y los productores agrícolas europeos no saben qué será de ellos ahora que Rusia les cerró el mercado. El temor es que haya una pudrición horrible de frutas y otros productos, y que los gobiernos tendrán que sacar de alguna parte cerca de 16 mil millones de dólares para salvar de la ruina a los agricultores. En cambio, las perspectivas felices que se abren para América Latina ya se están haciendo notar, y el súper millonario George Soros, acaba de confirmar una inversión del orden de los 2 mil millones de dólares en Argentina, adquiriendo acciones de la petrolera YPF. En general los europeos miran con amargo resentimiento cómo los países latinoamericanos, están empezando a disfrutar del mercado ruso, que comprará alrededor de 20 mil millones de dólares en productos agropecuarios, además de las compras que ya estaba haciendo sobre todo a Brasil, Venezuela y Cuba. Chile y Ecuador ya están en la lista para vender productos marinos y lácteos.   Así, pues, la poderosa paciencia y tenacidad del presidente ruso Vladimir Putin está prevaleciendo a nivel mundial. Según el gran banco Danske Bank, de Dinamarca, las famosas sanciones de Europa contra Rusia no durarán más allá de este fin de año, y es cada vez mayor el número de jefes de gobierno europeos que están exigiendo repensar la situación y rescatar la valiosa relación entre Rusia y Europa. En fin, habrá que ver, mientras tanto, cómo Europa y Estados Unidos administran su cosecha de tempestades. Las posibilidades de paz parecen estar afirmándose, pero Estados Unidos parece seguir anhelando una guerra que lo libre de pagar su deuda que ya no puede pagar. Si llegara a ganar Hillary Clinton en las próximas presidenciales de EstadosUnidos, las posibilidades de guerra aumentarán hacia el borde de lo inevitable. Hasta la próxima, amigos. Cuídense. Es necesario. ¡Hay peligro!     Fuente Imagen: http://actualidad.rt.com/   + Crónicas: [AUDIO]¿Vendrá la 1ª Guerra Mundial del Siglo 21? 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