AUDIO | Crónica de Ruperto Concha: El negocio del miedo

Por Ruperto Concha / resumen.cl El portal noticioso RT, Russia Today, considerado casi como una voz oficial del Kremlin, el 19 de septiembre sacó un artículo sobre el derribamiento de un avión de observación ruso, en que murieron 15 militares, durante un bombardeo de aviones israelíes sobre el ejército leal de Siria en la base de Latakia, al noroeste de Siria. Y en ese artículo RT dijo, fíjese Ud: “Maten soldados rusos cuando quieran, porque a Putin no le importa”. Te puede interesar también: Avión ruso derribado por defensa antiaérea siria luego de ataque de “provocación” de F-16 israelíes El sitio ultra nacionalista Russia Insider reprodujo esa misma acusación que, de hecho, implica afirmar que el presidente de Rusia es un traidor, y junto a ello reproduce una andanada de contactos de las redes sociales en que innumerables rusos furiosos cuentan lo que ellos harían si estuvieran en los zapatos de Wladímir Putin. Desde borrar a Israel con misiles nucleares, hasta declarar el cierre del espacio aéreo de Siria a cualquiera avión no autorizado expresamente por Moscú. Es decir, esa muchedumbre enfurecida, sin darse cuenta, hacía justamente lo que querían los enemigos de Rusia y de Siria: arrinconar al gobierno ruso en la disyuntiva de iniciar una guerra contra Israel y Estados Unidos, o sea, una Guerra Mundial, o, al revés, no hacer nada, exhibiendo con ello una patética debilidad que invitaba a que se produjeran otras provocaciones brutales en Siria o en cualquiera de los otros frentes donde Estados Unidos y sus aliados amenazan las fronteras rusas. ¿Se está tambaleando, entonces, el gobierno de Wladímir Putin?   Minutos después de conocerse la destrucción del avión ruso, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, llamó por teléfono a Putin para expresarle su más sentido pésame por las víctimas fatales, y, a la vez, asegurarle que Israel no tenía nada que ver con ello, porque el avión había sido impactado por un misil antiaéreo disparado por Siria. También de inmediato una delegación militar israelí, de alto rango, viajó a Moscú para exponer su versión de los hechos, de que los sirios torpemente habrían disparado el misil cuando ya los aviones israelíes se habían ido, habían regresado a su país. Rusia los mandó de vuelta a Israel, rechazando esa versión improvisada y exigiendo una investigación seria que explicara, primero, que los aviones israelíes estaban en el lugar, como lo demuestran las imágenes de radar. Segundo, que el ataque israelí no había sido anunciado a las fuerzas rusas como lo establece el protocolo de seguridad. Tercero, que los misiles antiaéreos S-200 de las defensas sirias sólo pueden dispararse después de la verificación de objetivos, y, cuarto, que hay indicios fuertes de que los aviones israelíes lanzaron su ataque y luego, cuando ya el misil había sido disparado, se ocultaron detrás del avión ruso, que tenía el tamaño de un avión de pasajeros. De ahí que, según los altos mandos rusos, hay muy fuertes indicios de la responsabilidad de Israel en la tragedia. De hecho, el agresivo ministro de guerra israelí, Avigdor Lieberman, admitió que en el futuro Israel tomará las más extremas medidas para evitar que se produzcan otras situaciones así. El tratamiento de estas noticias por la prensa de Estados Unidos y Europa, ha sido muy sucinto y en tono moderado y cauteloso. De hecho, los principales analistas de estrategia han destacado que este ataque israelí, que viola estruendosamente el derecho internacional, se produjo inmediatamente después que Rusia y Turquía, con aprobación del presidente de Siria, habían acordado suspender la ofensiva sobre la zona de Idlib, último reducto rebelde en el noroeste de Siria, y crear una fuerte zona de seguridad que permita el paso únicamente a la población civil. Con ello, se eliminaba cualquier pretexto de intervención de Estados Unidos y sus aliados bajo la figura de proteger a la población civil de posibles ataques químicos. De hecho, las fuerzas rebeldes, que incluyen a cerca de 300 mil terroristas de Al Nuzra y el Estado Islámico, se verán obligados a languidecer en una impotencia carísima que tendrán que financiar entre Estados Unidos, la OTAN y los reyezuelos árabes. O sea, el acuerdo estratégico de Rusia y Turquía simplemente abrió el paso para que se cumpla el mandato de las Naciones Unidas para redacción y aprobación de una nueva Constitución Política de la República Siria, y en seguida la realización de elecciones generales, en 2019, bajo supervisión de las Naciones Unidas y otros observadores invitados. ¿Se fija Ud.?... En realidad, entre Rusia y Turquía alcanzaron un acuerdo de paz para Siria que ni Estados Unidos ni Israel podrán objetar.   En cuanto a impedir nuevos ataques israelíes sobre Siria, se ha mencionado la posibilidad de que Rusia imponga cierre del espacio aéreo de Siria en todas las zonas donde haya presencia de personal ruso. Las fuerzas rusas tienen los medios de hacer efectivo el cierre sobre todo el noroeste de Siria, y de hecho ya quedó en evidencia que el ejército sirio dispone ahora de los sistemas antiaéreos S-200 que, en el ataque del 18 de septiembre, por ejemplo, habrían podido derribar los caza-bombarderos israelíes. Como fuere, al parecer las relaciones entre Rusia e Israel ya quedaron desastrosamente dañadas, y, junto con ello, para desaliento de Israel, se confirmó que Rusia establecerá una importante base para su fuerza aérea, en territorio de Irán, en términos de la alianza de seguridad y antiterrorismo que existe entre ambas naciones. Vemos, así, que la conducción estratégica de Rusia ha sido notablemente efectiva, al extremo de que a Estados Unidos y sus aliados ya no les queda más opción que intentar situaciones de crisis en Siria, para ocultar su derrota, mientras lentamente se va consolidando la unidad y los proyectos de reconstrucción y desarrollo económico en toda la desgarrada zona del Oriente Medio que fue arruinada por la intervención militar de Estados Unidos. Específicamente, Irak, Siria, Pakistán y Afganistán, y, ahora, Irán y el Líbano. ¿Cuán grave puede haber sido la reacción negativa de la opinión pública de Rusia respecto de la aparente inacción del gobierno ruso ante la muerte de 15 de sus militares? Uno de los mejores analistas estratégicos de Europa, conocido como The Saker, o sea, El Gavilán, mencionó que poco a poco la gente comenzará a entender que las respuestas ultra rápidas… sólo son buenas cuando se trata de atrapar moscas al vuelo.   En tanto, en Estados Unidos, la oposición al gobierno de Donald Trump sigue aumentando su estridencia según se acercan las elecciones Mid Term, de noviembre próximo. Y, por cierto, el presidente Trump no parece estar haciendo mucho por calmar los ánimos de sus opositores. En estos momentos se está produciendo una situación difícil, muy próxima a la sedición, por la negativa del Departamento de Justicia y del FBI, a obedecer la orden presidencial de desclasificar y dar a conocer públicamente los expedientes de la investigación sobre la supuesta interferencia de Rusia en las elecciones de Estados Unidos, incluyendo las pruebas de que la propia candidata demócrata Hillary Clinton había estado involucrada en la contratación de espías extranjeros para manipular a la opinión pública. Incluso se denunció que la directiva del Partido Demócrata había enviado una nota al Departamento de Justicia y al FBI, instándolos a desobedecer el mandato presidencial bajo la figura de que podría estar contraviniendo los protocolos jurídicos. Un enfrentamiento de tanta gravedad puede tener efectos imprevisibles que, incluso podrían favorecer al presidente Trump el cual, aún en estos momentos plagados de escándalos, sigue manteniendo un apoyo de opinión pública que fluctúa en torno del 50%. Al parecer, Trump sigue contando con el apoyo de un sector que es marcadamente nacionalista y que da mayor importancia a los efectos económicos internos que hasta ahora parecen exhibir una inesperada prosperidad para Estados Unidos. Sin embargo, la política internacional del gobierno de Donald Trump está activando los botones de alarma en prácticamente todo el mundo… ¡incluyendo a sus más fieles aliados! Especial alarma provocaron, las nuevas sanciones económicas en contra de China, como castigo por la compra a Rusia de aviones de combate Su-35, invisibles a los radares, además de sistemas misilísticos hipersónicos y sistemas de interceptores S-400, considerados como los mejores que existen en la actualidad. Pero resulta un secreto a voces que la furia de Washington no está apuntada contra China, sino contra Rusia, cuyas armas de última generación están quitándole el mercado a Estados Unidos. De hecho, la misma Arabia Saudita está intentado comprar los sistemas antiaéreos S-400, lo mismo que Turquía y la India, que además acaba de comprarle a Rusia cuatro 4 fragatas misileras, desafiando las amenazas de sanciones de Estados Unidos. En el caso de las sanciones a China, su efecto inmediato fue una respuesta desafiante de Beijing y Moscú, y la evidencia de que las sanciones y matonerías de Washington están teniendo por efecto consolidar una alianza encabezada por China y Rusia que se va haciendo más y más fuerte mientras se va debilitando más y más la efectividad de Washington. El analista Jonathan Marcus, de la BBC de Londres, especializado en temas de estrategia y diplomacia, señala que en estos momentos China y Rusia aparecen mundialmente como defensores de un mundo multipolar, opuesto al proyecto de Estados Unidos, de imponer un nuevo orden mundial bajo control de Washington. El mismo analista británico señala que el equilibrio del poder económico mundial está cambiando lentamente, pero sin pausa, y que las sanciones impuestas por Washington cuando era el dominante absoluto, ahora están teniendo un efecto cada vez más débil.   Ayer sábado, causó impacto en Estados Unidos y Europa, una conferencia de prensa del sociólogo James Petras, catedrático de las universidades Binghampton, de Nueva York, la de Pensilvania y la Saint Mary University de Halifax, Canadá. El tema central de su exposición ante la prensa fue el anuncio del gobierno de Estados Unidos de realizar toda una campaña de acciones apuntadas a derribar el gobierno de Venezuela. En términos del propio secretario de Estado, Mike Pompeo, el gobierno de Donald Trump está resuelto a imponer un cambio de régimen, aunque no llegó a especificar cuáles eran sus planes concretos. Ante eso, el profesor James Petras señaló que tales amenazas son una historia vieja, una serie de intentos fallidos de provocar un golpe de estado en Venezuela, que desde el año 2002 vienen fracasando una y otra vez. Y, en tanto, pese a las implacables maniobras de Estados Unidos y Europa para destruir la economía venezolana, ya está en marcha un vasto programa de recuperación, con apoyo de China y Rusia, que incluye millones de hectáreas puestas en producción agrícola, además de decenas de miles de millones de dólares invertidos en proyectos industriales y mineros, que ya están en marcha y cuya producción está ya a punto de llegar a los mercados interno e internacional de Venezuela. Es decir, en pocos meses más Venezuela habrá superado los intentos de demolición económica que no han cesado durante más de 16 años consecutivos. Y el fracaso de la campaña contra Venezuela se suma ahora a la crisis económica que ya comenzó en los países del sudeste asiático, Filipinas, Indonesia, India, Japón, Corea del Sur, Tailandia, y Malasia, donde la guerra comercial entre China y Estados Unidos ya ha producido derrumbe inflacionario. Según un análisis publicado en Tokio por la revista Asia Times, la actual guerra comercial lanzada por Estados Unidos contra China, y en el contexto de sanciones internacionales, ha resultado en derrumbar las exportaciones de los países más dependientes de la locomotora económica china, a la vez que el mercado interno de Estados Unidos aparece cerrado por las tarifas contra las importaciones. De acuerdo a ese análisis publicado en Japón, las naciones del sudeste asiático posiblemente tendrán que recurrir a sus bonos de la deuda de Estados Unidos, creando así un círculo de deudas que en conjunto puede llegar a unos 250 millones de millones de dólares. Es decir, la economía mundial se ahogaría en sus propias deudas. Pero, ¿hay otras alternativas?   Revelando hechos concretos, con cifras y cronología verificable, un equipo de investigadores financieros internacionales emitió el pasado 15 de septiembre un informe que muestra cómo a nivel mundial los llamados Bancos Centrales de los países se han ido convirtiendo en instituciones privadas, cada vez más independientes de los gobiernos, y que, además, ahora están participando en operaciones bursátiles, igual que los bancos privados, comprando acciones de empresas como la Apple, Facebook, Amazon y Microsoft, en el área de las empresas tecnológicas, y también en otras mega empresas como la farmoquímica Bayer que a su vez ya compró a la giganta Monsanto de Estados Unidos. De hecho, estos bancos centrales privatizados o en vías de privatización, ya son accionistas principales de muchas grandes empresas transnacionales con oficinas centrales en Estados Unidos. El informe señala que, por ejemplo, el Banco Nacional de Suiza ya es privado en un 48%, y sus decisiones son por completo independientes del gobierno. Según explica el Doctor Carrol Quigley, de la Universidad de Georgetown, Washington, estos bancos centrales pueden auto proporcionarse fondos financieros mediante emisiones de dinero sin respaldo alguno, y con ello, pueden efectuar enormes compras de acciones en términos reales de costo cero. Con ello, los poderes del capitalismo financiero apátrida avanzan muy planificadamente a crear un sistema mundial de control financiero, en manos privadas, capaz de dominar los sistemas financieros de cada país, y de la economía total del planeta. Según señala el doctor Carrol Quigley, en la cúspide de este sistema estaría, en estos momentos, el Banco de Inversiones de Basilea, Suiza, que es un banco privado cuyos accionistas son los bancos centrales de los principales países, que a su vez ya están transformándose en corporaciones privadas.   En esa perspectiva, todo el terrible juego de guerras locales y sangrientas maniobras por control territorial, sería finalmente un enfrentamiento entre la oligarquía financiera, en manos de una élite de personas privadas que no tienen ni patria ni más objetivo que el lucro absoluto, por un lado, y, frente a ella, el grupo de las potencias que exigen control político y social de la economía, lo que implica la propuesta de un mundo multipolar, concentrado en las Naciones Unidas y en términos tales que en el futuro ninguna potencia pueda imponerse por la fuerza frente a la mayoría de las naciones. Mañana lunes, se iniciará la cumbre anual de las Naciones Unidas. Y algo está zumbando en el aire, que hace que a esta Asamblea anuncien su participación una cifra récord, 133 jefes de gobierno de las naciones del planeta. Da la impresión de que esta vez hasta los gobiernos más tontos se dan cuenta de que hay peligro. Que creer que no pasa nada, no es un buen negocio. Un darse cuenta de ya ahora el último buen negocio es tener miedo a tiempo y tratar de hacer algo.   Hasta la próxima, gente amiga. Hay que cuidarse. Hay peligro.
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