Parte 1
Parte 2
Varios importantes economistas y actores financieros han venido sumando anuncios de que, a partir de este fin de año, se precipitará una debacle económica enorme. Muchísimo peor que la Gran Depresión de 1929, o que la Recesión de 2008.
Pero ahora han llegado a mis manos varios documentos extraordinariamente bien fundamentados sobre datos muy firmes, que confirman esos anuncios en un proceso de crisis que está ya más que latente y que comenzará a hacer erupción durante lo que va quedando de este año 2014.
Según esos antecedentes, si no estalla la Tercera Guerra Mundial, se producirá un cambio total de toda la economía y la toda estructura política de nuestro traqueteado planeta Tierra.
Es preciso comenzar con una entrevista que me fue proporcionada por la institución financiera Money Morning. El señor James Rickards es un economista especializado en estrategia, consejero de muy alto nivel, de la CIA y del Pentágono. Su trabajo se ha centrado particularmente en asuntos de Amenazas Financieras y Guerra Asimétrica que afecten a Estados Unidos. En su alto cargo, James Rickards tiene interrelación con los altos directivos de las demás agencias de Inteligencia de su país, principalmente el FBI, la Marina y el Ejército.
Entre los trabajos de su especialidad, participó en el diseño de un vasto programa de operaciones de emergencia estratégica, titulado “Project Prophecy”, para detección de señales de amenaza grave a la economía de Estados Unidos, así como un plan de contingencia para enfrentar un eventual colapso económico de magnitud catastrófica.
Hace algunas semanas, este señor Rickards rindió un informe secreto ante el Senado, en que señaló que en estos momentos está ya en marcha un proceso de colapso económico y social cuyos efectos iniciales, ya se harán sentir antes de fin de este año.
Según menciona el propio Rickards, los analistas de las 16 más importantes agencias de Inteligencia de Estados Unidos concuerdan con la realidad y la urgencia de este anuncio en el que, básicamente, se describe el reventón de la actual burbuja financiera que aparece, o la quieren mostrar, como una supuesta recuperación económica de Estados Unidos tras la recesión y la crisis de 2008.
El detonante, según ese informe, será una corrida masiva en el comercio mundial, en que no se aceptará al dólar como medio de pago, a la vez que se dará a conocer que sólo unos pocos países, en especial China, la India y Rusia, tienen un respaldo material para sus monedas, mientras que Estados Unidos se verá en situación de confesar su insolvencia.
En ese momento se creará una reacción masiva que provocará una desvalorización velocísima del dólar y, con ello, la destrucción financiera casi instantánea de bienes por un monto de alrededor de 100 millones de millones de dólares.
Por lo pronto, el colapso del valor del dólar producirá un efecto ruinoso en aquellos países cuyas reservas internacionales sigan estando en dólares. Se daría el caso que el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, describió como quedar sentados sobre montañas de dólares sin valor. Por ejemplo, en el caso de Chile, los dólares que tengamos por nuestras exportaciones de cobre.
El caos que se producirá será el comienzo de una crisis sin precedente en la economía mundial, y sus efectos se extenderán previsiblemente durante 25 años.
En tanto, siguiendo los avances que ya han realizado los principales centros financieros de Europa incluyendo Frankfurt, Alemania, Londres y Roma, la moneda china, el yuan o renmimbi, ocupará en propiedad el rol que tenía el dólar, pero teniendo un respaldo en oro equivalente a más de la mitad de todo el oro que hay en el planeta.
Sin embargo, la moneda china no se convertirá en una segunda versión del dólar, que en estos momentos – démonos cuenta- es el principal producto de exportación que tiene Estados Unidos. No. China alcanzará su cénit económico y en seguida apretará a fondo el freno del crecimiento. Eso, porque China ya sabe que tras esta debacle el total de la economía va a tener que replantearse.
Por ello, según el análisis del analista James Rickards, de la CIA, la salida de esta crisis mundial incluirá la creación de una nueva moneda internacional sujeta a estrictísimos controles, y que sería seguramente emitida por el Fondo Monetario Internacional de las Naciones Unidas.
Los antecedentes concretos que exhibe James Rickards son realmente abrumadores. De partida menciona que, desde 2008, el gobierno del presidente Barack Obama ha hecho que la Reserva Federal imprima tres millones cien mil millones de dólares, respaldados solamente con pagarés o bonos soberanos.
De esa enorme suma de dinero casi la totalidad ha ido a las arcas de los bancos y consorcios financieros, y prácticamente nada ha llegado a la gente común, que constituye el mercado interno del país y es el que paga la mayor parte de los impuestos.
El informe indica que en estos momentos la deuda federal de Estados Unidos ha llegado a unos 175 millones de millones de dólares. Y a esa deuda se agregan 127 millones de millones de dólares más que corresponden a inversiones ruinosas que ha tenido que hacer el estado para salvar a bancos, organizaciones financieras, grandes centros industriales, la industria automotriz y otras entidades como la Seguridad Social y los servicios estatales de salud.
Otra información gravísima es que es inocultable que el gobierno ha manipulado y falseado importantes cifras de la Dirección de Estadísticas y Censo de Estados Unidos. Por ejemplo, que ha elaborado un índice ficticio de disminución de la cesantía que aparece disminuida a poco más del 6 por ciento, ello cuando en realidad la cesantía de Estados Unidos se mantiene en torno del 23 por ciento, o sea, una cesantía que es peor que la de España.
Más grave aún, el informe revela que el índice de miseria, o de extrema pobreza, de Estados Unidos, ha aumentado desde el 10 por ciento a un 32,89 por ciento este año, lo que es síntoma inequívoco de una deriva hacia el colapso social del país.
En lo referente a Europa, el informe aparece coherente con los procesos que en este momento están dándose. En Francia, el exasperante estancamiento económico llevó a una ruptura violenta en el seno del socialismo francés.
De hecho, los principales ministros del presidente François Hollande, renunciaron a sus carteras en protesta por la sumisión de Hollande, que es militante socialista, a los mandatos de la derecha de la Unión Europea, particularmente de Alemania.
Ahora el gobierno supuestamente socialista, quedó por completo bajo el mando de la camarilla de Hollande, con su esquema de austeridad y reducción de gastos y sin dejar un margen real para la creación de empleos.
También el presidente del Banco Central Europeo, el italiano Mario Draghi, aparece ahora alineado con la postura de centro izquierda del gobierno italiano, y en oposición total con la presidenta de la Reserva Federal de Estados Unidos, Janet Yellen. La posición de Draghi es que el problema del estancamiento y de la cesantía no puede resolverse con políticas monetarias, sino con reformas estructurales, que deben aplicar los gobiernos de Europa o de Estados Unidos, en su caso.
Y ayer se confirmó que la nueva Canciller de la Comisión Europea es la italiana Federica Mogherini, también de la posición moderada de Italia, procurando mejorar el diálogo con Rusia para resolver la crisis de Ucrania.
En tanto, cada vez más los medios de prensa europeos están poniendo en duda las afirmaciones beligerantes de la OTAN, y en varias ciudades europeas han comenzado a producirse protestas en contra del militarismo de la OTAN y de una naciente carrera armamentista anti rusa.
Pero, más allá de la creciente inquietud social y el estancamiento económico, ya la semana pasada el Deustche Bank, de Frankfurt, suscribió el primer acuerdo con China para efectuar la transferencia de pagos comerciales directamente de euros a yuanes o de yuanes a euros, es decir, eliminando por completo el uso del dólar.
A estas señales de alejamiento del dólar, como lo advierte el informe del asesor de la CIA James Rickards, se suman al hecho de que en la práctica toda la economía mundial ha dejado ya de basarse en el libre mercado y, a partir de las sanciones económicas aplicadas hasta la saciedad por Estados Unidos y sus aliados, están reduciendo la economía a la condición de ser un mero recurso geopolítico.
Ahora, también en una perspectiva geopolítica, la posición de Estados Unidos aparece deteriorándose muy rápido. El secretario de Estado, John Kerry, viajó rapidito a la India, a tratar de congraciarse con el recién elegido jefe de gobierno indio Narendra Modi. Y mal le fue a Kerry, pues.
Modi le enfatizó que las relaciones de alianza comercial y estratégica de la India con Rusia son profundas, valiosas y antiguas, y no van a cambiar. De hecho, pese a las angustiadas presiones de Estados Unidos, únicamente Japón, Australia y Filipinas se han sumado a las sanciones anti rusas.
Más significativo aún fue el desaire que le hicieron a Washington Arabia Saudita y Egipto, que, sin consultar ni informar a Estados Unidos, iniciaron bombardeos e intervención armada sobre Libia, haciendo caso omiso del interés declarado de Washington por captar para sí el petróleo y las simpatías de Libia. En la práctica le notificaron a Estados Unidos que ya no necesitan pedirle permiso para tomar sus propias decisiones estratégicas.
De hecho, Arabia Saudita aparece dando un vuelco en su diplomacia, acentuando sus buenas relaciones con Rusia y tendiendo puentes diplomáticos con Irán, mientras, por su parte, Turquía hace lo mismo también hacia Rusia e Irán.
En realidad, en el mismo Estados Unidos se hace sentir una atmósfera de pesimismo y temor. Según la última encuesta PEW de opinión pública, más del 50 por ciento de los estadounidenses expresa tener temor por la posibilidad de una guerra contra Rusia. Y ello, a pesar del abrumador y vocinglero coro de la prensa y la televisión incitando el odio anti ruso.
Uno de los factores que han impactado a la opinión pública, fue la torpeza del gobierno de Barack Obama, de anunciar una posible acción preventiva contra Rusia, utilizando armas nucleares.
Con esa afirmación amenazante, Obama aparece negando lo que había sido norma básica para las relaciones de Estados Unidos con la Unión Soviética, durante toda la guerra fría. Tanto Oriente como Occidente aceptaban que la existencia de sus poderosos arsenales nucleares se justificaba precisamente por la certeza de que jamás esas armas serían utilizadas.
Es decir, sólo se lanzarían bombas atómicas si el otro era el atacante. ¿Se fija Ud?... Ahora el gobierno de Barack Obama planteó nada menos que Estados Unidos podría ser el atacante, estaría dispuesto a ser el atacante. Con ello el peligro de la guerra nuclear se agigantó.
Rusia, China y Corea del Norte están con el dedo en el gatillo mientras los satélites espías observan sin pestañear jamás.
Los famosos misiles interceptores no logran atajar más que un 38 por ciento de los cohetes que se le disparan. O sea, de algo más de 1300 misiles nucleares rusos, en caso de guerra habría 900 que llegarían al blanco con sus ojivas múltiples de más de 4 megatones cada una, o con sus bombas de alta potencia que pueden superar los 40 megatones.
Es decir, un simpático empate por knockout que dejaría a nuestro planeta encharcado de veneno por muchísimas décadas de un fétido futuro.
En realidad, Ucrania es una más de las víctimas de la aventura de ese extraño país que es el Estados Unidos post soviético. En estos momentos, las fuerzas rebeldes del sudeste ucraniano han logrado derrotar al ejército de Ucrania, y con ello han derrotado también la torpe maniobra de Estados Unidos que intentaba acorralar a Rusia cerrándole el paso hacia el Mar Negro.
Como lo han reconocido ya los principales medios de prensa occidentales, incluyendo al New York Times, las tropas ucranianas están vencidas desde adentro, mientras los rebeldes combaten con furia y coraje contra los que ven como agresores.
Entre el 16 y el 23 de agosto, los rebeldes lanzaron una ofensiva fulgurante, en la que además lograron apoderarse de grandes cantidades de armamento, municiones y pertrechos de combate. Se adueñaron de 14 tanques pesados T-54, más 25 blindados ligeros de infantería, 18 transportes blindados de tropas, un vehículo blindado de exploración, una plataforma múltiple lanzacohetes Uragán, dos baterías de artillería motorizada Gvozdika, 4 obuses pesados de bombardeo, 4 morteros de grueso calibre, un sistema de cohetes antiaéreos ZU-23-2 y 33 camiones.
Según refiere el propio diario New York Times, los soldados ucranianos no tienen voluntad de ir a combatir. De hecho, cuentan que oficiales superiores se han visto obligados a ofrecerle a sus tropas que los que, bueno, los que no quieran combatir se retiren del frente, e incluso ponen buses para llevárselos a retaguardia.
Y los jefes de las fuerzas rebeldes, al acceder a liberar las tropas que están siendo rodeadas y vencidas, limitaron ya su exigencia a que esas tropas hagan abandono en el lugar de todo su armamento.
Por supuesto, las autoridades del gobierno central de Kiev rechazaron esa exigencia… pero no pueden hacer mucho porque las tropas sí las aceptaron y las fuerzas rebeldes en estos momentos aparecen más fuertes y mejor armadas que nunca antes.
Ah, y, por supuesto, Estados Unidos está ahora proponiendo nuevas sanciones contra Rusia, y las ya impopulares autoridades de la Unión Europea están pensando a gran velocidad cómo lo van a hacer para unir las nuevas sanciones a las invitaciones a retomar el diálogo.
Como fuere, Vladimir Putin es un buen ajedrecista. Tiene paciencia y sabe calcular bien los movimientos de sus piezas en el tablero.
Cuando hablamos de una economía sometida a la geopolítica, estamos implicando cosas bien complicadas. De partida, la geopolítica nos lleva a entender la economía no tanto como una búsqueda de mercados que quieran comprar, sino, más bien y por el contrario, cómo producir para ofrecer lo que los mercados quieren comprar.
O sea, la economía se convierte en la necesidad de disponer de materias primas y, sobre todo, de fuentes de energía para trabajar esas materias primas y darles el valor agregado que es la ganancia.
En ese sentido, queda bien claro que los recursos naturales están siendo cada vez más escasos y más difíciles de obtener. Se están explotando minerales de muy baja ley, en la minería de oro por ejemplo, el rendimiento en estos momentos es de menos de dos gramos por tonelada.
Y, en términos de energía, la escasez se está volviendo inocultable. De hecho, Alemania ha aumentado su consumo de carbón de mala calidad, sólo por el hecho de que es más barato. Y, al parecer, la euforia ésa del shale gas extraído por fracking en Estados Unidos, y han tratado de hacerlo en Europa también, finalmente resulta ser poco más que un volador de luces que no llegará a incidir en la angustiosa necesidad mundial de combustible.
Incluso las reservas minerales de uranio para generar energía nuclear, están agotándose y se teme que no se podrá contar con generación eléctrica de plantas nucleares por mucho tiempo más.
O sea, la civilización humana entera está llegando a un límite real, un límite físico, determinado por las leyes de la termodinámica y no por los floreos de los economistas.
Ahora sí es una certeza inmediata el que no cabe en nuestro planeta un crecimiento demográfico como el que ha habido hasta ahora. No hay con qué aumentar la oferta de bienes, ni hay cómo absorber y eliminar los desechos que se producen.
Y si esos idiotas de la OTAN consiguen que haya guerra, la situación, por supuesto, será bastante peor.
Estamos como en la leyenda del rey Midas, que convertía en oro todo lo que tocaba. Por cierto llegó a ser fabulosamente rico, antes de morirse de hambre porque hasta el pan se le convertía en oro.
En fin, las noticias son alarmantes. Son inquietantes. Pero de algún modo también son esperanzadoras. Necesitamos que haya un cambio realmente profundo en nuestra civilización.
Bueno, una vez más dispongo de valiosísimo material informativo que me gustaría compartir con quienes lo deseen. Pero tengo un problema, fíjese. No sé cómo hacer para enviar un número elevado de correos electrónicos con ese material, sin tener que pasarme horas de horas poniendo direcciones y despachando correos de a uno.
¿Se le ocurre a alguien cómo podría yo solucionar ese problema y mandar muchísimos correos de un solo tirón? Agradecería un dato.
Hasta la próxima, amigos. Cuídense. Es necesario. ¡Hay peligro!
Fuente Imagen: http://1001videoclips.com/. Do the evolution. Pearl Jam
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