Por Ruperto Concha / resumen.cl
En los últimos días los hombres de ciencia han estado dando a conocer varios descubrimientos y desarrollos teóricos tremendamente importantes. Por ejemplo, en el gran acelerador de partículas europeo, en Francia, durante varios segundos lograron producir temperaturas de varios millones de grados, o sea comparables a la de la superficie de nuestro sol.
Con ello, están dando nuevos pasos en la búsqueda de la fusión nuclear, el proceso atómico que se produce al interior de las estrellas, donde diversos elementos se transmutan unos en otros, fundiéndose y transformándose a partir del núcleo de sus átomos, y liberando en el proceso una cantidad de energía inimaginablemente enorme
Si en nuestro planeta se consiguiera producir fusión nuclear dispondríamos un abastecimiento de energía prácticamente ilimitado, que haría innecesario quemar combustibles para mover todas y cada una de las máquinas que se nos antoje: desde lavadoras hasta robots súper inteligentes, pasando por buques inmensos, ferrocarriles, aviones gigantes y gran, gran número de automóviles.
Simultáneamente, en ciertas grandes universidades secretas de China y en la ciudad de Academgorodok, del oriente de Rusia, en estos momentos hay más de cien mil investigadores científicos, junto a otros tantos profesores y más de dos millones de estudiantes disciplinados y conscientes de ser la aristocracia intelectual de nuestra especie humana.
Hace una semana, esos científicos rusos y chinos lograron experimentalmente enviar en cero tiempo, un proceso físico que se transmitió, incluso pasando a través de muros de plomo, a lugares distantes a casi cien kilómetros. Habían logrado hacer funcionar lo que se llama un “túnel cuántico”, un conducto por donde pueden pasar energías y cosas, teóricamente, a una velocidad que, al parecer, sería superior a la velocidad de la luz, porque esos túneles en realidad alteran el espacio-tiempo.
Pero, oiga... ¿podemos alegrarnos o tenemos que sentir miedo por las implicaciones de los avances científicos y su posible aplicación en tecnología?
La semana pasada, el almirantazgo de la marina de guerra de China confirmó haber producido un nuevo sistema de radares basado en la física cuántica, radares que son capaces de ver en detalles perfectos, a un submarino que esté navegando a una profundidad de 500 metros bajo el mar. ¡Y qué decir del aire! Esos radares parecen ser capaces de convertir en chatarra inútil todos los elementos que hacen que un avión sea invisible, furtivo o indetectable para los radares comunes. Según publicaciones especializadas, esos nuevos radares cuánticos son la condena a muerte de los más avanzados aviones de combate de Estados Unidos.
Por supuesto, también en Estados Unidos y sus países aliados de la OTAN, las ciencias aplicadas a la guerra, la destrucción y la matanza están avanzando en secreto procurando empatar o superar los avances de Rusia y China.
Es como si las mejores, las más altas y lúcidas inteligencias, abocadas a la ciencia pura, hubieran sido atrapadas, reducidas a cautiverio, y obligadas a hacer entrega de sus difíciles avances en el saber, a otros que están abocados a las ciencias aplicadas, y que, sin ser tan geniales, son hábiles en convertir esos nuevos conocimientos en nuevas tecnologías.
Pero estos científicos de segundo orden, a su vez, también son propiedad de otros individuos u otras organizaciones que son gobernadas por tipos muy hábiles para los negocios o las negociaciones, pero sólo para eso.
Ellos son los que deciden y disponen qué se hará con los descubrimientos de los científicos de primer orden y a qué clase de tecnologías deben abocarse los tecnólogos del segundo orden
La energía mágica que les presta a esos negociantes el poder de manejar y controlar una ciencia a la que ellos jamás podrían ni remotamente comprender, emana simplemente del dinero. Dinero para financiar proyectos de investigación y experimentación y para que los hombres de ciencia puedan realmente vivir de manera principesca.
Da lo mismo si los dueños del dinero son sociedades anónimas o entidades del Estado. Desde lo más remoto de la Historia, los grandes pensadores y artistas dependieron de la protección de los mecenas, ricos en dinero y ansiosos de prestigio y de poder.
Ahora, con el paso de la Historia y las calamitosas crisis económicas, la economía, en realidad, dejó de obedecer a esas supuestas leyes que manejan los economistas. Ahora, la economía pasó a ser sólo una de las funciones en juego en la lucha mundial por el poder. El poder estratégico, militarizado, de dominio. El poder por encima de la política verdadera y de la economía real.
Es así que ahora las ciencias puras, junto a las ciencias aplicadas, han pasado a ser valiosos y delicados instrumentos al servicio del poder, del dominio y la subyugación económica, política y cultural de los demás seres humanos.
En estos momentos de la Historia de la Humanidad, todos los elementos en juego son parte de las estrategias por alcanzar el poder a nivel planetario… y eso, aparentemente, a cualquier precio en términos de vidas humanas.
Y también en estos momentos los principales países protagonistas de la sangrienta pugna por el poder son países en donde la moral y los valores humanos surgen como emanaciones del más asombroso libro de mitos, leyendas y tradiciones. El libro que se llama El Libro. O sea, la Biblia.
Me refiero, por supuesto, a Israel, desde donde surgieron los componentes de la Torah judía, el llamado Antiguo Testamento aceptado por los cristianos y los musulmanes, y que corresponde principalmente al trabajo de los 72 rabinos judíos contratados por el faraón greco-egipcio Ptolomeo II, Filadelfo, para unificar y traducir al griego la multitud de versiones fragmentarias sobre todo del Pentateuco, que a menudo aparecían distintas y hasta contradictorias entre sí.
Dotados de un generoso presupuesto con cargo a la Biblioteca de Alejandría, estos rabinos a su vez contrataron a otros, y entre todos completaron la tarea 120 años después de sus inicios.
De esa traducción al griego derivó la Torah judía moderna, así como las Biblias Cristianas, que agregaron los Evangelios y las Epístolas de los apóstoles, y en gran medida ese contenido fue incorporado a las tradiciones del Islam, aunque con adaptaciones a la teología del profeta Muhammad o Mahoma.
Y hoy vemos cómo los más peligrosos y sangrientos acontecimientos se están produciendo entre Estados Unidos, considerado el país más Bíblico del mundo, y en el Cercano Oriente islámico, y, en estos momentos, en Israel mismo.
Es interesante observar lo que en estos momentos está ocurriendo en aquellos grandes focos de la religiosidad y la ética bíblica. Comencemos con Estados Unidos, donde la caótica odiosidad política quedó muy bien descrita por el general James Mattis, ministro de guerra de Estados Unidos, en un video que subieron el jueves pasado en la página Facebook “US Army WTF moments!”. La sigla WTF corresponde a la frase “What the fuck!”. O sea, el título podríamos traducirlo como “¡Ejército de Estados Unidos, ¿¡Qué cresta está pasando?!”
En el video aparece el general Mattis llamando a que los militares se mantengan disciplinadamente al margen de lo que está ocurriendo en la política de su país. Literalmente, el general Mattis dijo: “Nuestro país está metido en problemas que no tenemos en nuestras Fuerzas Armadas. Hay que mantenerse en las filas, mis valiosos jóvenes soldados, marineros, aviadores, infantes de marina. Limítense a mantenerse con disciplina en las filas, hasta que las gentes de nuestro país vuelvan a ser capaz de entendimiento y respeto de los unos por los otros, y sean capaces de demostrarlo”.
Al ver las noticias de la gran prensa de Estados Unidos, uno podría creer que el respaldo al presidente Donald Trump es prácticamente nulo. Sin embargo, la última encuesta, realizada por la Universidad de Harvard, revela algo muy distinto.
Si bien ya hay una mayoría de 57% que desaprueba la gestión presidencial de Trump, los que aprueban que se intente destituirlo llegan a sólo el 43%. De los restantes, hay un 12% que considera que basta con darle una reprimenda al señor presidente, y un 42% más que se opone a cualquiera acción para destituirlo. O sea, un 54% se opone a las iniciativas de destitución del presidente.
La destitución de Trump es prácticamente imposible, pues exige que haya una mayoría de 3/5 de la totalidad de los senadores y representantes o diputados.
La mayor parte de la oposición a Trump se enfoca a su política internacional y a llevar a un nivel de extrema peligrosidad la amenaza de guerra con Corea del Norte. Fuera de ello, sólo un uno por ciento de los encuestados está de acuerdo con lanzar amenazas de guerra contra Irán.
Y lo más sorprendente de la encuesta es que, fíjese Ud., un 60% de la gente considera que han sido dañinos para la nación todo el escándalo y las investigaciones sobre aquella supuesta intervención de Rusia en las elecciones de 2016.
Bueno, paralelamente, como venían anunciando las publicaciones del ala libertaria del Partido Republicano, el viernes dos importantes dirigentes, de los partidos republicano y demócrata, el gobernado John Kasich, de Ohio, republicano, y el gobernador de Colorado, John Hickenlooper, demócrata, plantearon formar una alianza política de ambos partidos para enfrentar las elecciones de 2020. O sea, una unión de republicanos y demócratas lo equivaldría a que Estados Unidos caiga en el marasmo de un partido único.
En tanto, se siguen sumando los personajes que anuncian su apoyo a la destitución del Presidente, y en cierta medida la animosidad contra Trump también afecta a personeros del Partido Republicano.
Ante ello, Roger Stone, uno de los asesores más cercanos a Donald Trump, lanzó, también el viernes, una dramática advertencia a los políticos que intentan destituir al Presidente. Según Roger Stone, si se intenta llevar adelante una campaña de destitución y se tiene éxito en ello, se producirá el estallido de una guerra civil, y enfatizó que los mismos que buscan la destitución están creando una violencia en la que podrían ellos mismos resultar muertos.
Uno de los periodistas le preguntó, ¿Bueno, y Ud cree que pueda haber una guerra civil? Stone respondió: “Eso es lo que creo. El odio se ha acumulado, con el incentivo de la gran prensa, ambas partes, los que defienden y los que atacan a Trump, ya están armados hasta los dientes”. Y agregó: “Yo no estoy incitando a la violencia. Sólo estoy prediciendo que en ese caso la violencia estallará”.
¿No encajan, entonces, perfectamente bien estas advertencias de Roger Stone, con las palabras del general James Mattis a las fuerzas armadas de su país, instándolas a no participar en nada en la brutalidad política que hoy denigra a Estados Unidos?
El otro dramático y sangriento foco de la lucha por el poder se está desarrollando en Siria, donde la derrota del Estado Islámico y sus grupos afines de Al Qaeda, ya están perfilándose como el final inminente de esa guerra, y el triunfo tanto del gobierno de Basher Assad, como del gobierno y el ejército de Irak, de mayoría shiíta, amiga y aliada tanto de Siria y el Líbano, como de Irán.
Esto, ciertamente implica la formación de un cinturón de estados árabes unidos al estado islámico de Irán. O sea, una zona de aliados conjurados para defensa mutua, que va desde Teherán, hasta las costas de Siria y el Líbano sobre el Mediterráneo, y que, al parecer, podrá establecer también una suerte de alianza con Turquía.
Frente a esa perspectiva de alianza que implicaría presencia permanente de elementos iraníes en Siria y el Líbano, Israel reaccionó con terror y furia, amenazando con acciones de guerra en contra de Siria e Irán y en contra de El Líbano.
El pasado miércoles, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, viajó a Rusia para entrevistarse con el presidente Vladimir Putin. Según las publicaciones de prensa en Israel, Netanyahu había ido a notificar a Putin de que va lanzar ataques demoledores en Siria y el Líbano, para barrer la presencia de Irán en esos países y destruir el armamento que Irán está proporcionando tanto a las milicias de Hizbollah, como al ejército del Líbano.
Pero la versión rusa es muy distinta. Según el reporte de los periodistas de Pravda y las declaraciones de testigos, Netanyahu llegó en un patético estado emocional, al borde del llanto, y en el hecho rogó que Rusia deje de apoyar a Irán, a Irak, a Siria y al Líbano.
La respuesta de Putin fue de mucha simpatía, ofreciéndole seguridades de que en ningún caso Rusia apoyaría un ataque militar desde Siria o el Líbano contra Israel, ni de ningún acto de guerra por parte de Irán, que no sea estrictamente defensivo.
Pero le advirtió que Irán y Siria son aliados de Rusia y que Rusia no violará sus compromisos de mutua defensa. Rusia actuará para garantizar la paz, aunque sea armada, en torno de Israel, pero si Israel lanza acciones de guerra sobre Siria, estará creando las peores condiciones para la seguridad nacional de Israel.
O sea, fue Putin quien notificó a Israel que si lanza acciones de guerra contra Siria, el Líbano o Irán, Rusia intervendrá en apoyo de sus aliados. Y, reiterándole a Netanyahu las simpatías de Rusia hacia Israel, lo instó a abstenerse de arruinar la actual colaboración ruso-israelí.
¿Insistirá Israel en sus anuncios de lanzar acciones de guerra sobre Siria, y eliminar por las armas cualquiera presencia iraní en territorio sirio o libanés?
En tanto, el pequeño pero poderoso reino de Qatar asestó otro durísimo golpe a las presiones de Arabia Saudita, al anunciar que va a reanudar e intensificar sus relaciones diplomáticas, comerciales y de seguridad con Irán.
Por otro lado, al mismo tiempo han aparecido evidencias de que incluso la principal potencia árabe anti iraní, el reino de Arabia Saudita, en estos momentos está entablando negociaciones muy secretas con representantes de Irán, buscando una normalización de relaciones en términos dignos para ambas naciones.
Y en el reino de Jordania, en tanto, fue necesaria la intervención directa y muy fuerte del propio Benjamín Netanyahu, para evitar que parlamentarios israelíes y jordanos se agarraran a puñetazos, tras las protestas callejeras anti israelí en Jordania y la extremadamente insultante respuesta que dio el diputado Oren Hazan, israelí, del partido Likud, quien había declarado que, fíjese Ud., “a esos habitantes de Jordania, que reciben agua de Israel y a quienes Israel les cuida el trasero, ¡habrá que re educarlos!”
Así, pues Israel está en problemas en estos momentos y no puede contar con que Estados Unidos acuda a socorrerlo. Para muchos, esta peligrosa situación puede finalmente convertirse en una oportunidad para un reencuentro entre judíos y musulmanes, que durante siglos antes habían logrado convivir en paz y prosperidad en esos mismos territorios.
Según la Biblia, Dios se enfureció al ver que los humanos que había creado no le habían resultado bien. Por eso lanzó el Diluvio, para matarlos a todos menos a Noé y su familia, con los cuales procedió a reinventar la especie humana a la que nosotros pertenecemos.
¿Será que al reinventarnos Dios se volvió a equivocar y de nuevo está teniendo ganas de librarse de nosotros?
Hasta la próxima, amigos. Hay peligro. Pero no creo que Dios sea así como lo describen en la Biblia. Como decía el rabino Maimónides, Dios es santo, no tiene vanidad, no se enoja… Y los ángeles de Dios están siempre rodeándonos. Ellos son las leyes de la naturaleza, encargadas de que se cumpla la voluntad del Creador.