AUDIO | Crónica de Ruperto Concha: Ocasión calva

Por Ruperto Concha / resumen.cl

La famosa Gran Prensa Occidental, encabezada por la giganta CNN y el ahora muy achicado diario New York Times, durante toda la semana nos estuvo diciendo que debiéramos estar con los pelos de punta, porque el mundo entero estaría al borde del abismo y el horror.

Uno de los bordes más peliagudos sería la Segunda Vuelta Presidencial de Francia, en que hoy día se enfrentan la nacionalista Marine le Pen, a la que califican como “ultra derechista”, y el ex empleado bancario Emmanuel Macron, candidato de los burócratas de Bruselas, ex ministro de finanzas del desprestigiado presidente Francois Hollande, y estruendosamente apadrinado por el señor Barack Obama. A este Macron la gran prensa lo califica como “liberal moderado”.

Según la prensa, en realidad el peligro sería poquito, pues ya Marine Le Pen estaría derrotada, tan derrotada de antemano como lo estuvo Donald Trump en Estados Unidos, hasta que los maquiavélicos hackers rusos derrumbaron todo el sistema electoral de Estados Unidos y lograron que Trump cometiera la grosería de resultar ganador.

El favorito Macron es el representante de “El Sistema”: de Washington, de Wall Street, de Bruselas. La señora Le Pen se dice representante de “La Gente”, y propone reformar el sistema para que Francia funcione de verdad “a la francesa”. Macron, por su parte promete hacer algunas reformas, pero no las ha explicado.

Hablando en plata, Le Pen anuncia que reducirá los aportes de Francia a la Unión Europea, y sobre todo que aplicará mano muy dura contra los evasores de impuestos. Propone reducir la edad de jubilación. Además, quiere limitar la contratación de inmigrantes y reducir a sólo 10 mil la acogida anual de ellos, que ahora tienen una cuota de 200 mil al año. Además, promete llamar a plebiscito para que la gente decida si quiere o no seguir en la Unión Europea. Y en lo Internacional, Le Pen propone un reencuentro estratégico con Rusia para enfrentar el terrorismo y aumentar el intercambio comercial.

Macron por su parte anuncia que va a despedir a 120 mil empleados públicos y que reducirá el gasto público en 65 mil millones de euros al año. Además, quiere privatizar la seguridad social con un sistema como de AFP. Macron quiere también rebajar los impuestos a las empresas por un monto de 40 mil millones de euros.

En fin, Ud. verá, se entiende que sea el regalón de los banqueros, una estupenda y juvenil versión renovada de Hillary Clinton, de Barack Obama y de Francois Holland, jovencito y egresado de Economía en una universidad de esas de pura, pura elite de las mejores familias.

Según los expertos de la Gran Prensa, Emmanuel Macron ganará con un alud de votos, aunque la cesantía se mantiene en el 10% o algo más para Francia, y para los menores de 30 años, se eleva al 25%.

Pero más allá de cuál de los dos gane, lo que sí cobra mucho sentido es que la vieja estructura política europea parece estar descascarándose ya muy apolillada. En esta elección francesa fueron derrotados en primera vuelta todos los candidatos de los partidos tradicionales. El candidato de la derecha tradicional, Francois Fillon, el candidato del socialismo renovado, Benoit Hamon, y el candidato de la izquierda sindicalista Jean Luc Melenchon.

Mientras tanto, en Gran Bretaña, la primera ministro Theresa May también asombró a los políticos enviando al Parlamento el proyecto de llamar a elecciones anticipadas, el 8 de junio, sin esperar al término de su mandato en 2020.

La actual líder conservadora dijo que con ello pretende que, si resulta elegida una vez más, se sentirá electoralmente habilitada para conducir el difícil proceso de salirse de la Unión Europea, por lo cual la Unión Europea pretende que Gran Bretaña pague 100 mil millones de euros.

Frente a ella, el ex primer ministro laborista Tony Blair está tratando hacer un retorno a la política, luego de su tristísima derrota. Pero el Partido Laborista parece ahora tan maltrecho como el Partido Socialista francés. De hecho, ni siquiera los laboristas consiguen mantenerse leales a su nuevo líder Jeremy Corbyn, y en cuanto a elecciones, acaban de perder también una elección en el norte de Inglaterra que había sido su plaza fuerte desde 1918. O sea, al cabo de 100 años, a los socialistas renovados de la Tercera Vía ya no los quieren ni por allá lejos.

Por su parte, en Berlín, Alemania, decenas de miles de personas realizaron una protesta en la Plaza Kaiser Wilhelm, contra la intervención en Siria de la OTAN junto a Estados Unidos, y la adhesión del gobierno de Angela Merkel a las infundadas acusaciones contra el Presidente Basher Assad, por supuesto uso de armas químicas. Tales acusaciones ya fueron desestimadas por los investigadores de las Naciones Unidas y también por el Instituto Tecnológico de Massachusetts, el célebre MIT.

Y en Hungría, también se produjeron protestas por el llamamiento formulado por el Instituto Empresarial de los Estados Unidos, a través del diario Washington Post, a derrocar al presidente Viktor Orban, al que acusan de autoritarismo e indisciplina ante los valores democráticos occidentales.

Pero, por supuesto, los peligros más horripilantes, peliagudos y peliparantes son los que se perfilan en nuestra América Latina. Podríamos comenzar por Brasil, donde el presidente postizo, Michel Temer, ha solicitado al Congreso postergar hasta 2020 las elecciones generales que debían realizarse el próximo año. Esto, porque según él, hay demasiada intranquilidad social. Con ello quiere decir que si se realizaran las elecciones en la fecha constitucionalmente establecida, su partido sería barrido. De hecho, las encuestas confirman que si se presenta el ex presidente Luiz Inácio “Lula” da Silva, ganaría por abrumadora mayoría. En segundo lugar quedaría el ultra-derechista y golpista diputado Jair Bolsonaro, que obtendría un 15% de los votos.

Y según reveló una encuesta del Instituto Datafolha, supervisada por la Universidad de Río de Janeiro, en estos momentos en Brasil existe una atmósfera de abatimiento y rabia, al extremo de que, fíjese Ud., un 34% de los entrevistados reconocieron sentir vergüenza de ser brasileros.

Con una cesantía del 14%, una economía que parece desmoronarse, y una sucesión interminable de políticos investigados y hallados culpables de corrupción, ya el último paro nacional, de la semana pasada, logró inmovilizar por completo al Brasil, en protesta por el proyecto de reformas laborales elaborado por el presidente Temer.

Lo que resulta particularmente chocante es que la postergación de elecciones que plantea Michel Temer no ha provocado ni el más mínimo comentario. En cambio, no adelantar las elecciones en Venezuela, ha sido calificado como un “abuso autoritario” del gobierno bolivariano.

Y sobre eso mismo. Esta semana en Uruguay, concluyó el Congreso Nacional del Frente Amplio, vencedor en las últimas 3 elecciones presidenciales. En ese foro político del Partido de Gobierno, el Frente Amplio reiteró por unanimidad su rechazo a los intentos injerencistas de Estados Unidos y los gobiernos derechistas latinoamericanos, que lejos de ayudar a la solución de la crisis política de Venezuela, han llegado a reforzar el encono y el enfrentamiento entre el Poder Legislativo, o Asamblea Nacional, y los demás Poderes del Estado.

El consenso del Frente Amplio en apoyo a Venezuela ha dejado en un limbo político al actual Secretario General de la OEA, quien es militante del Frente Amplio que con esto le está retirando su apoyo político.

Y así llegamos a la más peliaguda y horripilante coyuntura que nos cuentan los periodistas de la Gran Prensa Occidental. La decisión del gobierno de Venezuela de convocar a una Asamblea Nacional Constituyente para introducir reformas en la Constitución Bolivariana de 1999 y destrabar el quehacer legítimo de los Poderes del Estado.

En realidad, la convocatoria a integrar Asamblea Nacional Constituyente está contemplada en la propia Constitución Bolivariana, en el artículo 347 que establece que el Pueblo, como Poder Constituyente, está facultado para someter a consulta democrática, a través de discusión y propuestas, el marco legal en que se conjugan los poderes y las instituciones del Estado. Y en el artículo 349 de la Constitución se establece que ninguno de los Poderes del Estado está facultado para impedir el libre accionar de la Asamblea Constituyente.

Ahora, la propuesta del Presidente simplemente pone fin al enfrentamiento sin diálogo con una oposición que ya está haciendo llamamientos desembozados a la insurrección armada contra el gobierno. De hecho, con su convocatoria, obliga a la oposición a poner de lado las meras acusaciones e invectivas e injurias, y, en cambio, comenzar a hacer propuestas concretas y definidas, que serán discutidas abiertamente, y de cara al pueblo, entre los 500 miembros que debatirán los términos de la Reforma Constitucional.

Por ello, la convocatoria del presidente enfatizó el llamamiento a los diputados de la Asamblea y a otros líderes de la oposición, y a todos los partidos políticos, a integrarse en el debate sobre propuestas concretas y reales. Es decir, todos los actores políticos, de todos los estamentos de la nación, deben asumir una agenda de temas en discusión. Esto es, o dialogan sobre los temas a tratar, o quedan fuera excluyéndose o exiliándose ellos mismos.

La agenda a debatir por los 500 miembros electos de la Asamblea Constituyente, contempla 9 tópicos. Uno, alcanzar la paz interna de la nación. Dos, trascender la economía meramente financiera, especulativa y parasitaria. Tres, dar respaldo constitucional a las misiones de política social. Cuatro, perfeccionar el Estado de Bienestar Social. Cinco, defensa de la soberanía nacional. Seis, establecer una doctrina de política exterior de Venezuela. Siete, protección y desarrollo de la identidad cultural de Venezuela. Ocho, garantizar constitucionalmente la protección a la juventud. Y Nueve, establecer políticas ambientales ante el cambio climático en una perspectiva de eco-socialismo.

La convocatoria formulada el primero de mayo por el presidente Nicolás Maduro, fue recibida con espanto por la cúpula de la oposición atrincherada en el Congreso o Asamblea Nacional. La primera reacción fue rechazar con violencia la invitación a integrarse en la Constituyente, que calificaron como sólo “una maniobra de la dictadura”.

De hecho, grandes medios estatales europeos como la BBC de Londres, y la Deutsche Welle de Alemania, reprodujeron al pie de la letra la narrativa descalificadora entregada por la oposición. Un columnista de la Deutsche Welle llegó al desatino de afirmar que el Presidente Maduro pretende ser él quien elija al pueblo, y no el pueblo quien lo elija a él.

Igualmente, se ha acusado de brutalidad al gobierno por reprimir las agresivas protestas, sin mencionar ni una sola vez que esas supuestas manifestaciones pacíficas han dejado 82 policías heridos a bala, y que, de los más de 36 civiles muertos, aproximadamente la mitad son gente que apoyaba al gobierno.

Diversas encuestas, realizadas por empresas internacionalmente reconocidas, señalan que un 61% de los encuestados no creen que si la oposición tomara el gobierno lograría resolver los problemas económicos que afligen al país.

Asimismo, un 55% de los encuestados declararon que preferirían que el gobierno de Nicolás Maduro sea el que logre tomar medidas efectivas y resuelva los problemas económicos.

Claramente, hay un sector importante de la oposición que sí está dispuesta al diálogo y a colaborar en la búsqueda de soluciones, y asimismo perciben que la cúpula violentista que ha asumido el poder en la Asamblea Nacional, no sólo se niega a dialogar, sino, más que eso, se esfuerza por hacer fracasar todas las iniciativas del gobierno para resolver la crisis económica.

De ahí que se espera que finalmente se producirá una participación positiva de los sectores más racionales de la oposición. Según la abogada constitucionalista María Alejandra Díaz, en las próximas semanas se producirá, sin duda, una clarificación de lo que decidan los diversos grupos de intereses y partidos de oposición que conforman la llamada Mesa de Unidad Democrática.

Para muchos de ellos la convocatoria del Gobierno es un mensaje tranquilizador, que les permitirá deponer la violencia y retornar al juego legítimo de la política.

Mientras tanto, sin duda, continuarán las arremetidas contra cualquiera iniciativa que tome el gobierno del presidente Maduro. Pero hasta los más enconados enemigos del llamado “Socialismo Bolivariano” ya aceptan que el régimen no será derrocado y que no se producirá un levantamiento militar. Está claro también que ni Estados Unidos ni ningún país latinoamericano osaría intervenir militarmente en territorio de Venezuela.

El inesperado triunfo en las elecciones parlamentarias de 2015, en que la oposición alcanzó una enorme mayoría, llevó a los opositores a concebir una estrategia que quizás podría permitirles alcanzar el poder total en el país. La tragedia de Venezuela se originó en esos intentos, además, claro, tenían el apoyo de Estados Unidos.

Sin embargo, pese a las gravísimas penurias derivadas de la caída del precio del petróleo y el bloqueo financiero, el gobierno de Nicolás Maduro, en menos de dos años, ha logrado servir honorablemente su endeudamiento internacional, a la vez que ha establecido las bases para una nueva economía nacional basada en la industrialización.

De hecho, la previsión del Fondo Monetario Internacional contempla para Venezuela un período de gran desarrollo y prosperidad una vez que resuelva la crisis política que tiene paralizada a la nación.

Desde enero de este año, está operando en Venezuela un acuerdo de inversión con el sistema llamado “de financiamiento rotatorio”, que alcanza los 62 mil millones de dólares. El sistema implica que esa enorme inversión no tiene carácter de préstamo, sino es una inversión que genera utilidades suficientes para su amortización.

Y, más aún, esa amortización del capital es reinvertida en nuevos proyectos que a su vez también generan utilidades y reinversiones, por las cuales Venezuela y China permanecen y permanecerán asociadas, con un potente efecto de diversificación de la economía, generación de puestos de trabajo bien remunerados, y formación técnica de trabajadores altamente calificados.

Hasta ahora, 495 proyectos industriales petroquímicos, mineros y agroindustriales ya están en operación, y se avanza en otros 300, en todo el territorio.

Y paralelamente, en la cuenca del río Orinoco, se confirmó el hallazgo de minerales de oro, yacimientos diamantíferos y, ahora, un enorme yacimiento del mineral Coltán, que mencionamos en nuestra última crónica, y que vale 300 dólares la libra.

Bueno, para la codicia de las grandes corporaciones internacionales, la perspectiva de ver a Venezuela como un país arruinado por el derrumbe de las instituciones del Estado y el odio político interno, equivalía a la ocasión de poder echarle el guante a una riqueza verdaderamente inmensa.

Era la ocasión que estaba generándose por la suma de los intereses internacionales, las ambiciones de algunos políticos, y el poder financiero de las grandes corporaciones.

Todos con los pelos de punta por las historias de horror, pero detrás de eso, estaba la ocasión de derribar al Gobierno Bolivariano y quedarse con todo. Los pelos de punta para los tontos, ya que para los astutos y los mañosos, la ocasión no tiene pelos. Como decían los abuelos, “a la ocasión la pintan calva”.

Tan calva como el águila calva, símbolo del poder de los Estados Unidos.

Hasta la próxima, amigos. Cuídense. Es necesario. Ud. ve, hay peligro, pero a veces lo peligroso se desintegra solito.

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