AUDIO | Crónica de Ruperto Concha: Peligro Humano

Por Ruperto Concha / resumen.cl En Argentina parece estar repitiéndose el desastre neoliberal de 2001, que redujo al país al default internacional en condición de paria financiero, lo que llevó a la ignominiosa renuncia del presidente Fernando de la Rúa, seguida de otros dos presidentes interinos, hasta la llegada del peronista Néstor Kirchner que logró sacar del hoyo a su nación. Tal como entonces, la gente que tiene plata se lanza desesperadamente a comprar dólares, con lo que el “billete verde”, que en el resto del mundo se está tambaleando, en Buenos Aires se disparó, subiendo de 17 pesos argentinos en diciembre, a 24 pesos 50, ayer. Eso, a pesar de que el Banco Central tiró a la venta ya más de 2 mil millones de dólares, con la esperanza de frenar el alza. Y, oiga, esos 2 mil y tantos millones de dólares son casi el 20% de las reservas internacionales de la Argentina. El gobierno del presidente Macri ya le pidió socorro al Fondo Monetario Internacional, tal como antes hizo Fernando de la Rúa, aunque reconoció que ese apoyo posiblemente no baste para sacar de la crisis al país. Pero el fracaso económico del gobierno de Macri y el endurecimiento de la oposición argentina, son sólo un detalle en el turbulento panorama latinoamericano de hoy. Ni siquiera pasa a ser más que un detalle el escándalo de Brasil, donde mantienen preso al ex presidente Lula da Silva, a pesar de que la justicia invalidó los cargos exhibidos en su contra. Ahora ya no disimulan que lo que se busca es sólo impedir que Lula sea nuevamente candidato presidencial. El verdadero remolino caótico se está dando en nuestra América Tropical, donde están saliendo a luz pruebas concretas sobre la continuada intervención de Estados Unidos y sus efectos económicos, sociales y políticos. Vamos viendo. El próximo domingo se realizarán en Venezuela las elecciones presidenciales, convocadas rigurosamente según lo dispone la Constitución vigente del país. El gobierno venezolano ha invitado a organismos internacionales a participar como observadores técnicos del proceso. También se invitó a la Organización de las Naciones Unidas para que enviara inspectores sobre la elección. Pero el organismo internacional declinó asistir, señalando que el sistema electoral venezolano no presenta ningún problema que amerite una inspección. Estados Unidos, por su parte, ha realizado las más extremas presiones para evitar que otras naciones envíen observadores. Por el contrario, ya de antemano declaró que no reconocerá el resultado de la elección, que según Washington, de todas maneras será fraudulenta … a no ser, claro, que gane la oposición. Siguiendo las presiones del gobierno de Trump, otros países de Europa, más Argentina, Perú, Brasil y Colombia, ya anunciaron que desconocerán la elección. En cuanto a Chile, el canciller Roberto Ampuero dijo que se trataba, fíjese Ud., de unas “Mal llamadas elecciones”, aunque no dio las razones jurídicas de su insultante opinión. Como fuere, en la elección estarán presentes más de 5 mil observadores internacionales además de miles de observadores habilitados en representación de los candidatos inscritos: Henry Falcón, de Avanzada Progresista, de Centro-Derecha; Javier Bertucci, del movimiento El Cambio, apoyado por evangélicos; Nicolás Maduro, del Partido Socialista Unido de Venezuela, candidato a la reelección, y Reinaldo Quijada, socialista disidente, opositor al gobierno. El proceso electoral estará disponible y abierto a auditorías en cada una de sus etapas, y se estima que los resultados serán exhibidos puntualmente y sin demora alguna. Según las encuestas, un 52% de los ciudadanos inscritos anuncia que votará. De ellos, al 30 de abril, Nicolás Maduro y Henry Falcón estarían empatados según la encuestadora Ecoanalítica. Pero, según la encuestadora Delfos, Maduro cuenta con el 42% de intenciones de voto, frente al 30% de Falcón. Confirmando esta tendencia, el viernes pasado Henry Falcón le pidió al candidato Bertucci que retire su postulación y le traspase a él sus votos. Bertucci le respondió que sus electores jamás aceptarían votar por Falcón. Así, pues, si llegara a ganar Henry Falcón, los gobiernos de la llamada “marea liberal” correrán jubilosos a abrazarlo y, de pasada, a preguntarle cómo va a manejar las inmensas reservas petroleras, los yacimientos de coltán, cobre, diamantes plata y oro, y, más que eso, las enormes inversiones en empresas de agroindustria, metalurgia y petroquímica, instaladas con capitales chinos y rusos, que ya están en producción Pero si el vencedor es Nicolás Maduro... Según documentos obtenidos por la periodista Stella Calloni, de la célebre Red Voltaire, fíjese Ud… el Comando Sur de Estados Unidos, con apoyo de Brasil, Guyana, Panamá y Colombia, darían comienzo al llamado Plan B, para imponer por las armas un cambio de régimen. La periodista Stella Calloni señala que podrá exhibir un documento de 11 páginas, que lleva la firma del almirante Kurt Walter Tidd, actual jefe máximo del Comando Sur de Estados Unidos, en que se señala el plan B de intervención militar multilateral para defender a balazos la libertad, la democracia y las buenas costumbres. En eso de las buenas costumbres, sin embargo, el propio almirante Kurt Walter Tidd admite que, incluso tras el derrocamiento del régimen bolivariano, las fuerzas opositoras no podrán restablecer del todo la democracia y el bienestar de la gente, ya que la misma oposición está plagada de disputas internas y alcanza niveles de corrupción similares a los del actual gobierno, y, fuera de eso, además carecen de raíces y vínculos con el pueblo venezolano. En fin, como confirmando las revelaciones de la Red Voltaire, el viernes el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, declaró en Europa, fíjese Ud., que dentro de muy, muy poco habrá cambio de régimen en Venezuela. Oiga, ¿no sería eso algo similar al “cambo de régimen” que Washington intentó en la República Siria? En tanto, van saliendo a la luz, de a pocos, hechos que desmienten que Venezuela esté al borde del colapso. De hecho, el presupuesto nacional venezolano se basó en un cálculo de 45 dólares el barril de petróleo. Pero en estos momentos el precio del barril de petróleo Brent sigue empinándose y ya superó los 77 dólares 50, y la producción venezolana, asociada con la Rossneft de Rusia, ya alcanzó casi la totalidad de su capacidad, que se había desplomado por el sabotaje y los robos. Asimismo, las inversiones de China, especialmente en agroindustria, por decenas de miles de millones de dólares, este fin de año ya estarán mostrando sus primeros balances, a la vez que su producción estará abasteciendo el mercado interno. Se entiende así que Estados Unidos y los opositores sientan que el tiempo se les acaba pues muy pronto Venezuela volverá a ser el país más rico de América Latina. Y en términos de inflación cataclismal, recordemos que en 1922, Alemania, oprimida monstruosamente por el Tratado de Versalles tras la Primera Guerra Mundial, sufrió una inflación cien veces peor que la de Venezuela. Un dólar llegó a valer ¡200 millones de marcos! Hasta que, en 1923, los ministros Hans Luther y Hjalmar Schadt iniciaron un plan de intervención estatal que paró de golpe la inflación y permitió que en poquísimos años volviera Alemania a ser una gran potencia comercial e industrial. Bueno, fíjese Ud. que el plan de Luther y Shadt coincide muchísimo con el programa de Venezuela en términos de crear una nueva moneda con respaldo físico, como en el caso del Petro, y una nueva moneda estable, de oro, que permite que la gente nuevamente pueda ahorrar. Los ministros alemanes respaldaron la nueva moneda, el Rettenmarck, con títulos de tierras y acciones industriales. Y al año siguiente, 1924, Alemania volvió a su moneda tradicional, el Marco o Reichmark, con un valor de 4.2 marcos por dólar. Bastó un par de años de buen gobierno y el colapso se transformó en resurrección. ¡Lástima que, cinco años después, el fruto lo cosecharon los nazis! En fin, no sabemos si Venezuela logrará resistir la arremetida del plan B. Lo sabremos dentro de muy poco. En tanto, un México malherido avanza a las elecciones generales del 1 de julio, en que, además de presidente, parlamento y gobernadores, se elegirán más de 9 mil cargos alcaldicios. En los últimos 6 meses en México han sido asesinados 90 candidatos a diputados o a alcaldes. Los periodistas internacionales acreditados en México concuerdan en que en esta campaña política los crímenes, asesinatos, secuestros y torturas, muestran cómo el crimen organizado está manipulando la designación de nuevas autoridades. Y eso, por supuesto con miras a que parlamentarios y alcaldes sean dóciles al servicio de las pandillas o carteles. Sólo en el estado de Guerrero han sido asesinados 20 personeros políticos. Hace cuatro días encontraron el cadáver del candidato del PRI, partido del gobierno, Abel Montúfar, ridículamente macabro, sentado al volante de su camioneta. Y el domingo pasado encontraron, en un camión abandonado, los cuerpos de 9 hombres, uno de ellos adolescente, casi niño. Habían sido bestialmente torturados antes de morir por asfixia con sus cabezas embutidas en bolsas de plástico. En estos momentos los candidatos no se atreven a hacer promesas al electorado, pues saben qué es lo que la gente anhela, y que prometerles eso equivaldría a suicidarse. El otro vórtice político se está produciendo en Nicaragua, donde incluso la muy derechista agencia alemana Deutsche Welle admite que las supuestas protestas pacíficas contra el gobierno se han convertido en jornadas de violencia y vandalismo, con ataques a oficinas públicas, municipalidades y sedes del Frente Sandinista de Liberación, partido del gobierno del presidente Daniel Ortega. En una crónica del periodista Edward Hunt, de la prestigiosa revista Counterpunch, de Estados Unidos, se relata, sobre declaraciones oficiales de Washington, cómo durante más de 10 años han intentado socavar al gobierno democráticamente elegido de Nicaragua y formar una fuerza opositora entrenada, fuerte y bien financiada, que pueda derrotar al gobierno. En septiembre de 2016, interrogado por el Congreso de Estados Unidos, el funcionario Juan González, del Departamento de Estado, declaró que las acciones de Washington en Nicaragua han tenido buen cuidado de evitar cualquier contacto con las autoridades de gobierno, centrándose en cambio en discretos contactos con grupos de jóvenes. Y la funcionaria Marcela Escobari, también de la Casa Blanca, informó al Comité del Congreso, que, con fondos de la USAID para defensa de la democracia, ya habían formado un contingente de más de dos mil jóvenes, y 60 organizaciones sociales y estudiantiles de capacitación de acción política y psicológica. Dijo que con un buen financiamiento se puede prever que en dos años podrán lanzarse a la acción política varios miles de jóvenes, con músculos bien desarrollados, con tácticas eficientes y posibilidades reales de desafiar al gobierno de Daniel Ortega. Pero aun así los agentes de Estados Unidos no habían logrado movilizar una oposición. De hecho, el gobierno sandinista que encabeza Daniel Ortega ha desarrollado importantes programas de desarrollo y bienestar social. Nicaragua es el primer país de Centroamérica que tiene una educación gratuita que incluye las universidades. También hay un efectivo servicio nacional de salud, que cubre los tratamientos completos y la hospitalización. Fuera de eso, también programas sociales de capacitación laboral y microempresas domésticas. Así, el mismo Comité Parlamentario reportó en 2016 que el presidente Daniel Ortega realmente es la figura política más popular de Nicaragua. Este año, según informó la BBC de Londres, el Fondo Monetario Internacional señaló que Nicaragua es el país centroamericano con mejores ingresos personales de la gente común, y que su crecimiento supera el 4%. La propia embajadora de Estados Unidos en Nicaragua, Laura Dogu, había señalado con preocupación que los trabajadores nicaragüenses son tan bien pagados y cuentan con tan buena legislación laboral, que ya ese país no le resulta atractivo a los inversionistas que buscan mano de obra barata y contratos de trabajo precarios. Así, al cabo de un mes de súbitas protestas contra el gobierno, movilizaciones que inicialmente eran pacíficas, derivaron en incidentes de extrema violencia en que hasta ahora se contabilizan 42 muertos y más de un centenar de heridos. Los jóvenes cabecillas de las protestas acusan que los actos vandálicos y los ataques callejeros son obra de las juventudes sandinistas que apoyan al gobierno. Pero en realidad no resulta creíble que los jóvenes sandinistas sean los que han incendiado municipalidades y sedes de su propio Partido Sandinista. Como fuere, las imágenes periodísticas muestran que las manifestaciones de apoyo al gobierno siguen siendo realmente multitudinarias, y de hecho las principales organizaciones religiosas y humanitarias del país han celebrado la buena disposición del gobierno para entablar un diálogo abierto y público, sobre las supuestas razones que pudieran justificar los enfrentamientos. Al parecer, una vez más el gobierno sandinista está logrando un entendimiento general que le ha valido incluso el apoyo mayoritario de personalidades de la clase empresarial de su país. Bueno, en relación con los temas latinoamericanos de esta crónica, y también con los inquietantes temas de la estrategia de las grandes potencias, hay abundante material noticioso complementario que tendré el gusto de poner en forma de dossiers en castellano, a disposición de la gente amiga que se interese en recibirlos. A través de mi correo electrónico daré la clave de acceso a mi sitio en Google Drive Hasta la próxima, gente amiga. Hay que cuidarse. Hay amenaza y hay peligro.
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