[resumen.cl] Los resultados expuestos en el boletín de empleo trimestral realizado el Instituto Nacional de Estadísticas del Biobío (INE) indican que la tasa de desocupación regional del trimestre entre julio y septiembre fue de 8,1%. Mientras tanto, después de tres trimestres de retroceso, los asalariados registraron un aumento interanual. Lota se ubica en el primer lugar del ranking de tasa de desocupación con el 10,8% de las personas con edad de trabajar, obteniendo la primera posición a nivel nacional.
La región del Biobío alcanzó este trimestre el tercer lugar más alto en la tasa de desocupación, con un 8,2%. Este valor es 1,2 puntos porcentuales mayor a la tasa nacional.
El primer lugar de desocupación fue Antofagasta con 9,0%. En el segundo lugar se encuentra la región de Coquimbo con una tasa de 8,2%
En el Biobío, la tasa de desocupación regional del trimestre julio-septiembre 2017 fue de 8,1%, equivalente a alrededor de 80 mil personas, versus, un poco menos de 910 mil ocupados.
En el caso de Lota, la tasa de desocupación mostró un aumento de 0,7 puntos porcentuales respecto al trimestre anterior, agravando su situación rápidamente durante el desarrollo del 2017. Le sigue la ciudad de Talcahuano que anota una tasa de 8,9% de desocupados, llevándose la séptima posición nacional.
Es así que el registro interanual de desocupados mostró un aumento equiparable a la situación sostenida desde 2014 y que desde ese año se mantenía en retroceso. Dando la impresión de que pese a los esfuerzos del ejecutivo, por ejemplo, en mantener los cupos de emergencia ProEmpleo en la región, que actualmente benefician a 20 mil personas desde su implementación en 2015, no darían abasto para la cantidad de nuevos trabajadores (el aumento de la fuerza de trabajo fue de 2,4 en contraposición al incremento del 2,0 de personas ocupadas) o de las lagunas que deja el sistema de empleo por subcontrataciones.
Además, el estudio indicó que las principales razones para la inactividad serían la falta de estudios/capacitaciones y razones familiares permanentes, siendo el cuidado de alguno de sus miembros prioritario ante la búsqueda de trabajo.
En cuanto a la desocupación femenina, esta tuvo un aumento de 0,8 puntos comparando el presente semestre con el de 2016, marcando un 8,2% de su fuerza de trabajo, la cual subió en un 0,7%. Sumando a esto la disminución de las ocupadas en un 0,2%.
En paralelo, la tasa de desocupación masculina (8,0%) subió 0,1 puntos, siendo esta casi invariante, dado al incremento de desocupados y disminución de ocupados. Demostrando nuevamente la disparidad de las contrataciones entre géneros, situación que se agrava aún más en los campos en una relación 70/30 en la participación del empleo.
Volviéndonos al aumento de personas ocupadas, las categorías que incidieron mayormente fueron: trabajadores por cuenta propia con un 11% y el trabajo de un familiar no remunerado con un 12,2%, en cambio los asalariados solo obtuvieron un alza de un 0,1%. Estos últimos presentaron una concentración importante en el rubro del comercio, variando en alrededor de 9 mil personas en relación al año anterior, durante el mismo semestre.
Sobre el trabajo por cuenta propia, ese estuvo influenciado principalmente por las ramas de la construcción (42,5%), el transporte (48,1%), el comercio (8,4%), las actividades profesionales independientes (49,5%) y otras actividades de servicio (14,4%).
El trabajo por cuenta propia se muestra como alternativa en alza y, especialmente, a los contratados por obra o faena y al trabajo a honorarios como venta de servicios profesionales, transformándose en el eje dinamizador de las curvas de empleo en base a la constante inestabilidad laboral y la negación de derechos sustanciales para los trabajadores, como lo son las vacaciones, el pre y post natal, la salud y la previsión.