Por Julio Rocha
Este domingo se realizaron los comicios para elegir al próximo presidente del Perú para los próximos cinco años. Así, 25 millones de peruanos acudieron a las urnas para elegir un nuevo presidente de la República, congresistas y representantes del Parlamento Andino.
De acuerdo con los reportes de la ONPE, organismo similar al SERVEL chileno, y encargado de llevar adelante la logística del proceso eleccionario, ubican en los primeros lugares (habiendo ya escrutado el 98,1% de las urnas) a Pedro Castillo y Keiko Fujimori.
El primero de estos es la gran sorpresa de la jornada electoral, profesor de provincia, hace algunas semanas no pasaba del 5% de las preferencias de acuerdo a las encuestas. Lo cierto es que el discurso anti-oligarquía limeña y su particular historia de vida le han hecho conectar con la ciudadanía, principalmente con la de provincia, que se siente desplazada y olvidada por la clase política capitalina.
Fujimori, por otro lado, vuelve a mostrar la potencia del apellido, aún después de tres campañas electorales, algunos procesos judiciales abiertos y la figura de su padre que entra y sale de la cárcel de acuerdo a su estado de salud. La “china”, como es popularmente conocida, sabe de estas cosas y lo ha demostrado en esta campaña, revistiéndose de un discurso más consensuado, menos incendiario y cercano a lo que podría ser la centro derecha.
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¿Qué esperar para el próximo 6 de junio? Sin duda el escenario sigue abierto, Fujimori tiene un gran porcentaje de voto de rechazo, aunque la exaltación de su contrincante como cercano a Sendero Luminoso podrían hacer que más que alguno vea a Keiko como el mar menor.
En el caso de Castillo, evidentemente deberá suavizar su mensaje e intentar formar alianzas con otros conglomerados del sector, pues su actual postura antimujeres y disidencias sexuales le hacen más cercano a Bolsonaro que a cualquier proyecto "de izquierda". De hecho, ya ha planteado esto en una entrevista que ha brindado este lunes en la televisión local.
“Hago un llamado a todas las tiendas políticas y a los sectores, a los líderes y organizaciones del país, a los colegios profesionales, que sienten que el país debe cambiar, para que nos sentemos a conversar. Estamos llamando a la más amplia concertación con la finalidad de establecer una agenda de cara a los grandes problemas del país, como salud, educación, agricultura y la delincuencia”, manifestó desde la localidad de Cajamarca.
Será interesante ver si pude quitarse el manto ultraconservador en lo valórico y la sombra de Sendero Luminoso de encima, que, sin duda, su contrincante pondrá encima de la mesa durante estos meses que campaña que quedan. De lograrlo, quizá tengamos al gobierno más sui generis de las últimas décadas en la política latinoamericana y, por cierto, tendremos a Castillo en Palacio.