Escrito por Barbara Fraser en Forest News, traducido por resumen.cl
Mientras que algunos países se preparan para el “Desafío Bonn” de recuperar 150 millones de hectáreas de tierra deforestada y degradada para el año 2020, hay una solución que no se está considerando, dicen los científicos.
Aunque la mayoría de los planes enfatizan la transformación de tierra degradada en plantaciones forestales, dejar que el bosque se recupere naturalmente puede ser de hecho menos costoso y más efectivo para restaurar las funciones de los ecosistemas, dice Manual Guariguata, líder del equipo de Manejo y Restauración Forestal en el CIFOR.
“La regeneración natural tiene claros beneficios para preservar la biodiversidad y proporcionar servicios ecosistémicos”, dice Guariguata. “Había un ecosistema natural en el lugar antes que la tierra fuera convertida para la agricultura u otros usos. Así que en muchos casos, dejar que la naturaleza tome de nuevo tierra no utilizada podría ser la mejor opción”.
Guariguata y otros investigadores examinaron la ciencia y las políticas detrás de la recuperación natural de bosques y la restauración de paisajes en un reciente número especial de la revista Biotropica.
Aunque la regeneración natural es una forma de bajo costo para reducir la erosión, proteger las cuencas hidrográficas y capturar carbón, “a menudo es pasada por alto cuando se diseñan programas y políticas de restauración”, según Maria Uriarte de la Universidad de Columbia y Robin Chazdon de la Universidad de Connecticut. Uriarte y Chazdon son coautores del número especial.
Las causas del rechazo
Entonces, ¿por qué ignorar algo que requiere un esfuerzo humano tan pequeño?
Por un lado, puede tomar tres a cuatro décadas alcanzar la madurez a un bosque en regeneración, y en el camino se ve descuidado, dice Guariguata. Los agricultores quizás no quieran un área que parezca como “tierra abandonada” en su propiedad o quizás se vean tentados a cortarlo.
Bajo las condiciones apropiadas, sin embargo, la regeneración natural puede tener sentido para los agricultores, especialmente como parte de un paisaje diverso que combina agrosilvicultura, cultivos y bosque natural. La clave es determinar las condiciones biofísicas, sociales y económicas que hacen de la regeneración natural la opción más efectiva en términos de costos.
Eso significa ponderar las compensaciones, incluyendo el costo de oportunidad” –los ingresos a los que renuncia el dueño de un terreno al dedicar la tierra a un uso, como el bosque, en lugar de otro como la agricultura.
“Tienes que seleccionar la porción de terreno que va a tener el menor costo de oportunidad porque vas a dejarlo sin usar por algunas décadas”, dice Guariguata.
Las laderas empinadas y áreas remotas que no son atractivas para la agricultura son buenos candidatos. También existen zonas en las que permanecen restos de bosques maduros. Los restos de bosques sirven como fuente de semillas que las aves y los animales dispersan en el área entre ellos.
Si estos restos de bosque están relativamente cerca unos de otros, la regeneración sucederá naturalmente, con el tiempo. Si están lejanos entre sí, quizás sea necesaria alguna plantación de árboles para impulsar el proceso. Tal tipo de “regeneración activa” quizás pueda ser necesaria en lugares donde la tierra está degradada por el uso intensivo, tras su uso de pasto de ganado por muchos años por ejemplo.
Las políticas que incluyan capacitación de los agricultores y agentes de extensión en la regeneración natural pueden ayudar a asegurar el éxito, sugieren Uriarte y Chazdon.
Sin embargo, la regeneración natural no es una solución de un solo tamaño. En algunos casos, el costo de oportunidad de dejar la tierra sola por décadas puede ser excesivo, y un agricultor quizás desee optar por la agrosilvicultura.
A causa de que hay tan poca investigación sobre la regeneración natural, hay una falta de evidencia científica para guiar las decisiones de política. Más estudios podrían permitir a los investigadores comparar los resultados de distintas estrategias de restauración de bosques, tanto para los ecosistemas como para las personas cuyos medios de subsistencia dependen del bosque, señala Uriarte.
“No hay un montón de información cualitativa, robusta, que podamos usar para modelar lo que podría suceder si promovemos la regeneración en un lugar y no en otro”, indica Chazdon.
Un tamaño no calza para todos
La restauración puede tomar distintas formas, incluyendo la regeneración natural, la agrosilvicultura y las plantaciones de árboles de especies mezcladas, pero hay poca investigación sobre los impactos ecológicos y menos sobre los impactos socioeconómicos.
“Con frecuencia, la restauración es implementada sin considerar las alternativas. Es importante preguntarse cómo se podrían beneficiar las personas, y cómo las características de los ecosistemas variarían si se toman distintas opciones”, dice Uriarte.
Las decisiones sobre el uso de la tierra también involucran ponderar costos –cuando la tierra es dejada para que el bosque se regenere naturalmente, por ejemplo, ya no estará disponible para la agricultura, pero eventualmente producirá productos forestales y proporcionará un amortiguador contra el cambio climático.
[caption id="attachment_36940" align="aligncenter" width="1000"] Bosque nativo en la precordillera de la comuna de San Clemente, Región del Maule[/caption]“La pregunta es qué obtienes de un cultivo versus qué obtienes de un bosque regenerado naturalmente”.
La respuesta puede variar con el tiempo, dependiendo de condiciones financieras cambiantes, precios de mercancías o incluso el clima. “Cualquier cálculo que haga una persona sobre el uso de tierra es un objeto en constante movimiento”, ella señala, y se necesitan más estudios para entender las compensaciones y sinergias ofrecidas por bosques que se regeneran naturalmente.
“La mayoría de las herramientas existentes se dirigen hacia la planificación y cartografía inicial”. Dice Chazdon. “Hay necesidad de herramientas más profundas que consideren información de biodiversidad, estimaciones de beneficios de captura de carbono, beneficios económicos y otros factores”.
[caption id="attachment_37170" align="aligncenter" width="760"] Bosque nativo en la comuna de Contulmo, Región del Bio-Bio[/caption]Los bosques en regeneración a menudo caen en un vacío legal, ignorados tanto por las políticas ambientales y agrícolas. La investigación podría ayudar a apuntar a las regulaciones más efectivas para promover la regeneración natural, como también a las mejores formas de implementar esas políticas y los incentivos económicos más efectivos.
“Un tamaño no calza para todos”, dice Uriarte. “Cada país tiene su propia historia y su propio sistema político, y lo que funciona en un lugar puede no funcionar en otro”.
“A menudo escuchamos propuestas para reforestar plantando árboles”, dice Guariguara. “Pero cuando estás hablando de millones de árboles, eso requeriría mucho espacio para viveros y una gran cantidad de insumos”.
La regeneración –ya sea completamente natural o con alguna ayuda- puede ayudar a los países a cumplir algunos de sus compromisos de reforestación a un menor costo.
En muchas formas”, dice, “la naturaleza sabe más”.