En el sector medio camino, en Avenida Colón, se ubica la biblioteca comunitaria El Grillo. Ella representa un nuevo tipo de trabajo social, funcionando de forma autónoma y organizada. Su objetivo es ser una ayuda escolar y también recreativa para la comunidad. Resumen quiso conocer cómo funcionaba esta organización, y es por esto que conversamos con Nicole, integrante de la biblioteca El Grillo quien nos comentó lo siguiente:
¿Cómo nace esta iniciativa?
Anteriormente nosotros vivíamos en una casa okupa, en la que tuvimos intenciones de generar actividades sociales, lamentablemente nunca logramos una buena conexión con los vecinos “no nos querían mucho” (risas). Finalmente esta okupa dejó de funcionar. Fue así como encontramos una nueva casa, la cual arrendamos a un precio económico y estando ahí iniciamos un nuevo proyecto comunitario que fue la biblioteca. La razón de formar una biblioteca fue que de la antigua casa nos habían quedado algunos libros . Luego íbamos a la feria a dar información respecto de nuestra idea, con lo que nos llegaron más libros. Así formamos la biblioteca.
¿Por qué el nombre del grillo?
Básicamente por dos razones; una porque cuando llegamos a la nueva casa existía una plaga de grillos y de pulgas, por eso estábamos en la duda si le colocábamos biblioteca el grillo o biblioteca la pulga (risas). La otra fue que queríamos lograr una buena llegada con los niños, ya que nuestra biblioteca principalmente está orientada a trabajar con ellos. En este mismo sentido, hemos resultado ser una muy buena ayuda para los niños de la población, ya que los colegios de los alrededores no cuentan con bibliotecas muy completas.
Además de tener libros a disposición de los niños, ¿qué otras actividades realizan en la biblioteca El Grillo?
Nosotros realizamos algunos talleres. Como el de manualidades, que nació producto de un anterior taller de macramé. También tenemos un taller de reciclaje, últimamente también hemos estado experimentando un taller de permacultura (huertos orgánicos caseros). Tenemos un taller de literatura, de guitarra (básico y avanzado), en lo que también estamos trabajando es un proyecto de panificadoras y a fin de mes queremos empezar un preuniversitario, ya que muchos jóvenes por consecuencia del terremoto no tienen dinero para pagarse uno. Lo importante a destacar de todo esto es que hay algunos talleres que los mismos vecinos se encargan de hacerlos funcionar y eso es en el fondo lo que queremos nosotros.
¿Han tenido algún tipo de problema con los vecinos o con las autoridades?
Una vez salimos en el diario “EL SUR” en el cual junto con algunas casas okupas nos vinculaban con actos terroristas y esas cosas, pero lo chistoso de esto fue que al contrario de desprestigiarnos frente a los vecinos y la opinión pública nos sirvió para hacernos mas conocidos como una biblioteca comunitaria. De hecho mucha gente llegó a darnos su apoyo diciéndonos que no tomáramos en cuenta lo que decían en los diarios y que siguiéramos trabajando.
Tras el terremoto: ¿sufrieron algún tipo de daño?, ¿cómo lo vivieron acá en la población?
Afortunadamente no, de hecho nuestra biblioteca sirvió como centro de acopio; aquí se juntaban las donaciones y se distribuían a los vecinos damnificados. Un día también se usó para cocer el pan. Días posteriores al terremoto hicimos una recolección de alimentos que donamos a un campamento en Talcahuano, el cual por ubicarse en un sector aislado fue olvidado por las autoridades.
Últimamente hemos hecho algunas peñas a beneficio de los niños de la población ocupando los fondos para comprar útiles escolares.
Finalmente ¿cuáles son sus proyecciones a futuro como grupo social?
Fundamentalmente lo que queremos es lograr un integración en la comunidad, lo que queremos es que la gente sienta esta biblioteca como suya. En este sentido, lo que necesitamos es mejorar la biblioteca para abarcar más personas de nuestro barrio.
L.Vásquez y C.Cienfuegos