Desde el lunes se reanudaron los recorridos del Biotren a San Pedro, lo que, sin duda, es un alivio para los habitantes de esta aislada comuna.
Sin embargo, lo que es un alivio para San Pedro, es otra muestra más del carácter clasista con que se han implementado las diversas medidas de mitigación y ayuda tras el terremoto del 27 de febrero.
Así los habitantes de la ex zona del carbón que sufren doblemente los problemas de congestión y aislamiento, nuevamente fueron discriminados, quedando fuera del acceso al Biotren, a pesar de las condiciones excepcionales, que justificaban la medida.
El propio alcalde derechista de Coronel, por todos los medios solicitó la extensión de recorridos del Biotren. Ofreció alternativas como una locomotora diessel hasta Lomas Coloradas, para evitar el tema de electrificar la vía férrea, sin embargo, la medida ni siquiera fue considerada y fue descartada de manera categórica y rotunda, tanto por las autoridades de ferrocarriles, gobierno regional y central.
Asi como en Talcahuano no se han levantado ni la mitad de las mediaguas que en Concepción, cuando en la comuna puerto se necesitan más del doble que en la capital regional, hoy se soluciona el problema de transporte a los sanpedrinos, pero se deja al pueblo minero sometido a interminables tacos y horas de traslado hasta sus centro de trabajo y estudio, como si fueran ciudadanos de segunda clase.