El jueves pasado, el mandatario chileno, Gabriel Boric, decidió no recibir al embajador del estado de Israel generando una gran polémica a la que el propio gobierno tuvo que salir a poner paños fríos.Por Felipe Soto Cortés
Transcurridos los días desde el hecho, mediante un comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores, se confirmó que el desaire al estado sionista se dio debido a que el mismo día, el ejército israelí había asesinado a Uday Trad Salah, de 17 años, durante una redada en territorio palestino.
El joven protestaba contra el hostigamiento y la demolición de las casas de familiares de dos jóvenes palestinos que se enfrentaron a tiros con los militares ocupantes. En ese contexto, un grupo intentó bloquear el paso de los soldados y éstos dispararon asesinando a Salah y dejando heridos a otros tres.
“La decisión de postergar la presentación de las Cartas Credenciales debe ser entendida en el marco de la sensibilidad política que generó la muerte de un adolescente palestino de 17 años, en el norte de Cisjordania, durante una operación del Ejército de Israel, ocurrida el mismo día de esa presentación” señala el comunicado.
Uday Trad Salah murió de un disparó en la cabeza, el que fue percutido por miembros de las fuerzas de ocupación israelí en la localidad de Kafr Dan, en el distrito de Jenin.
Te puede interesar: Odai Salah, el joven de 17 años asesinado por fuerzas de ocupación israelíes en Palestina que provocó la protesta de Boric
El joven se transformó así en la víctima 149 en lo que va del año 2022.
El impasse, eso sí, parece haber quedado superado luego de las conversaciones del gobierno con la embajada. Ello debido al compromiso de Boric de recibir a Gil Artzyeli, embajador israelí, el viernes 30 de septiembre.
El gesto de Boric no había pasado desapercbibido para las elites chilenas. Los medios de comunicación tradicionales y por supuesto también, la clase política en su conjunto, salieron a criticar el gesto humanitario del mandatario. El gobierno pidió disculpas al embajador y la situación parece haber quedado en nada.
