Entrevista con la luchadora, educadora y dirigenta del magisterio de Ciudad Capital, María Laura Frecha.
Con 32 años como docente de la normal superior, bibliotecaria escolar en la Ciudad de Buenos Aires, profesora titular en el Centro Educativo del Hospital Moyano para personas con dolencias mentales; sobreviviente lúcida de la dictadura de Videla, militante inagotable en la promesa revolucionaria de los 70’; María Laura Frecha (que no corrigió su letra ni su memoria para tomar asiento en el Estado, ni se fue a su casa acosada por los dolores de tanto y tanto muerto conocido o hermano por conocer, ni se ocultó en la comodidad del olvido o la falsa conciencia, y ni la tiranía o la década crepuscular de los 90’ lograron romperle la vértebra rebelde y amorosa) es además parte del Consejo Directivo de la Asociación de Enseñanza Media y Superior (Ademys, Santiago del Estero 443, http://ademys.org.ar), una de las 17 organizaciones sindicales de educadores de la Ciudad de Buenos Aires.
En dura lucha, los educadores de Buenos Aires están defendiendo con paros, asambleas y negociaciones -todavía infructuosas- la amenaza del ultraliberal gobernador de la Ciudad Capital argentina, Mauricio Macri, que persigue violentar unilateralmente el estatuto que rige la carrera y estabilidad laboral de los maestros que arranca de la composición de las Juntas de Clasificación y Disciplina. Llevan 5 jornadas de huelga generalizada, con apoyo de un 90%. Originalmente el próximo 24 de noviembre se trataría el asunto en el legislativo de la Ciudad. Empero, la discusión se postergó y en su reemplazo se resolverá el Presupuesto Educativo. Para ‘iluminar’ a los legisladores, los profesores detendrán sus labores esa fecha, en tanto, lo más probable, es que la reforma atentatoria contra un derecho conquistado se trate el 1 de diciembre. Entonces se efectuaría una paralización de 48 horas con ‘acampe’ en torno al edificio de la legislatura. Los formadores están siendo apoyados por otros sectores de trabajadores y la comunidad escolar toda.
Mientras María Laura Frecha se da un respiro por primera vez en el día y toma posición en un café en Avenida Corrientes con Ayacucho, quien suscribe el texto le comenta de pasada que después de 15 años la sionista Agencia Judía para Israel efectúa su Junta de Gobernadores fuera de su Estado, a sólo unas calles de donde se encuentran. Le comenta de la inflación galopante, las consecuencias que tendrá la quita de los subsidios fiscales a los servicios básicos que multiplicarán sus precios hasta tres y cuatro veces en algunos casos para gran parte de la ciudadanía; y cómo la mercancía de referencia en Argentina, la carne de vacuno, aumentó un 10%, pero no así su consumo. Y justo antes de soltar la pregunta inicial, el periodista murmura sobre los intentos gubernamentales por controlar la llamada ‘fuga de inversiones’ dolarizadas, la acentuación del patrón primario exportador que gobierna a Argentina y América Latina y la humedad feroz de noviembre que tiene olor a pan chileno.
-¿Cuál es la diferencia entre Ademys y el resto de los sindicatos de profesores?
‘Que es el sindicato más democrático de Argentina. Su dirigencia se elige proporcionalmente. En todos los demás, la directiva está compuesta completamente por la lista que obtiene mayoría simple. No hay integración de las minorías. Además, en Ademys cualquier afiliado puede asistir a las reuniones del Consejo Directivo. De hecho, en el actual conflicto hemos impulsado las asambleas abiertas con derecho a voto aunque los profesores no estén afiliados a nuestro sindicato, estén en otro o en ninguno.”
-Tú fuiste elegida para la Junta de Clasificación por tus pares hace muy poco…
‘Sí, justamente la institución que representa el corazón democrático de la estructura docente y que quiere eliminar el gobernador Mauricio Macri. Hasta ahora, Macri no ha podido someter ni disciplinar la resistencia de la comunidad escolar a su programa contra la educación pública.’
-Macri también quiere acabar con la participación significativa de los profesores en las Juntas de Disciplina…
‘Por cierto. Y se trata de un organismo fundamental que asesora al docente cuando se le inicia un sumario, y realiza una recomendación al Ministerio de Educación de la Ciudad respecto de cuál sería la sanción adecuada.’
-¿Cuáles resultarían las consecuencias de sacar a los maestros de las juntas?
‘Como Macri considera que todos los docentes somos peligrosos, puede fácilmente modificar las juntas para sumariar a quien le plazca, incluso ante la justicia ordinaria. En cambio, el estatuto en curso hasta ahora, fue confeccionado democráticamente en 1984. Se suspendieron dos días las clases para que los maestros discutieran su contenido, se eligieron delegados por escuela y en los 21 distrititos de la Ciudad al año siguiente, luego de un proceso, por fin fue refrendado en la legislatura. La gente defiende aquello en cuya producción participa.’
-¿Y qué argumentos emplea Macri para reformar el estatuto y sepultar las juntas?
‘Dice que la nuestra es la única jurisdicción que tiene juntas de todo el país. Es decir, en otras partes se carece de órganos colegiados con mayoría trabajadora. Apenas tienen derecho a votar un veedor. Y yo creo que esto pasa debido a que en la Ciudad de Buenos Aires se ofrecen luchas más autónomas políticamente que en el resto de la nación.’
EMPATE TÉCNICO ENTRE EDUCACIÓN PÚBLICA Y PRIVADA
-¿Cuáles son los objetivos de Mauricio Macri?
‘Que la educación pública funcione igual que la empresa privada. En cifras, el 2008, Macri destacó 482 millones de pesos a la enseñanza privada mediante subvenciones. El 2009 fueron 705 millones de pesos, y el 2010, 806 millones. Ahora bien, en materia de infraestructura para la escuela pública, el 2008 el gobierno de Macri destinó 317 millones de pesos; en el 2009, 253 millones; y en el 2010, 145 millones. Es clara la política de fortalecimiento de la enseñanza privada. En la enseñanza media o secundaria, en la Ciudad hay más escuelas privadas que estatales. En la primaria, es al revés. En el Distrito Escolar Primero, por ejemplo, existen 30 establecimientos privados y 20 estatales. En la educación privada cada 20 alumnos hay un docente, mientras que en la pública, cada 12 alumnos hay un docente.’
-¿Por qué?
‘Porque la escuela pública se hace cargo de lo que no interesa a la privada en tanto no da utilidades, como la enseñanza en hospitales psiquiátricos, de adultos, etc.’
-¿Cuándo comenzó a descalcificarse la educación pública?
‘En los 90’ los sectores medios y medios altos ubicados en la zona norte de la Ciudad emigraron a la enseñanza privada. Y, al mismo tiempo, aumentó la matrícula de la zona sur, la más empobrecida de Buenos Aires. Pero no por ello se construyeron más escuelas allí, donde se trabaja con 40 alumnos por aula.’
-¿Y cómo lo hacen?
‘Como podemos. Y además trabajamos ‘a crédito’ de 3 a 6 meses. Quien entra al sistema público recibe su primer salario entonces. Ello no ocurría en los 80’, cuando ni siquiera existían computadoras.’
-Macri habla mucho sobre la importancia de la informática…
‘Sí, pero en la junta de primaria no hay ni un computador por profesor.’
CONTRA LA PRECARIZACIÓN LABORAL
-¿Y que rol juegan los directores de establecimiento?
‘Si se terminan las juntas con participación estratégica de profesores, los directores cuyos cargos y carrera dependen en gran medida de los propios docentes, ahora tendrán que subordinarse a los intereses de los gobiernos de turno. El ‘macrismo’ sería la victoria de la ‘dedocracia’ y el triunfo de la arbitrariedad y la desnaturalización de los fines de la educación pública.’
-¿Qué ocurre con los pedagogos ‘en negro’?
‘En la actualidad, gran parte del profesorado de la Ciudad está fuera del Estatuto Docente a través de la precarización contractual, a plazo fijo, temporal. Entonces carecen de todo derecho social en relación al educador con estabilidad laboral y carrera profesional. Hemos dado grandes batallas juntos para que los precarizados pasen a planta. Y todo lo hemos conseguido peleando, claro. Resulta al menos irónico, que el mismo gobierno que hace campañas contra el trabajo ‘en negro’, tenga en su seno profesores ‘en negro’.’
CUESTIÓN DE UNIDAD
-¿Por qué existen 17 sindicatos de profesores en la Ciudad y carecen, por lo menos, de una coordinadora si, en general, tienen los mismos problemas todos?
‘Por diferencias políticas, por la mayor o menor independencia respecto de los gobiernos de turno, o porque algunos representan a un sector muy limitado de la docencia. Hay algunos que simplemente, son ‘kioscos de venta de cursos’, capacitaciones para docentes que redundan en puntaje para luego tomar mejores cargos.’
FRAGMENTACIÓN ESCOLAR Y DESIGUALDAD SOCIAL
-¿Macri está intentando hacer en la Ciudad de Buenos Aires lo que quiere materializar si llegara a ser votado Presidente de Argentina en las próximas elecciones?
‘Eso creemos. Sin embargo, la educación privatizada existe en todo el país, no sólo en la Ciudad. Y la fragmentación social se expresa en la enseñanza, tanto al interior de una provincia, como entre todas las provincias. En Salta, una zona empobrecida, en relación a la provincia de Ushuaia se invierte por alumno en la proporción de uno a 10. Por otra parte, el capital cultural de la escuela pública también ha decaído. Es decir, hay escuelas pobres para chicos pobres. Ahí está el proyecto-país de Macri.’
-Pero Argentina tiene una de las mejores universidades públicas gratuitas y de acceso igualitario de América Latina en la UBA…
‘Hay que cautelar ese derecho indudablemente. No obstante, en el Ciclo Básico Común, que es el primer año de la universidad para tratar de nivelar a los estudiantes, se reproducen las diferencias sociales retratadas en un sistema de educación escolar violentamente fragmentado y desigual. Hoy en Argentina, también hay universidades de primera, de segunda y de tercera. Pero para que esto no ocurra, en lo inmediato hay que ocuparse seriamente de la promoción y la excelencia de la enseñanza media pública, y en términos más amplios, contar con un desarrollo de país distinto al actual. Muy distinto.’
Foto: María Laura Frecha al centro
Los profesores de Buenos Aires contra la ‘chilenización’ de la Enseñanza Pública