El pasado domingo 21 de enero, las muertes de civiles palestinos reconocidos superaban las 25 mil en los -algo más de- 100 días de genocidio por parte de militares israelíes en contra de la población de la Franja de Gaza, lo que representa más del 1% de la población de esta zona.
Otros miles permanecen desaparecidos, enterrados en los escombros de edificios y viviendas bombardeadas, las toneladas de explosivos lanzadas sobre Gaza equivalen a más de 3 bombas atómicas como las arrojadas por los Estados Unidos sobre las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagazaki.
[caption id="attachment_147138" align="aligncenter" width="866"] Destrucción de la ciudad de Gaza[/caption]
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Los números son realmente de terror, 5 de cada 10 asesinados por estas bombas son menores de edad, lo que coincide con la pirámide demográfica de Gaza. Es casi imposible encontrar cifras tan duras como estas en ningún conflicto bélico contemporáneo. Los datos disponibles, que recopila Naciones Unidas en el proyecto académico “Costos de la Guerra” (Cost of War) indican que en la Franja de Gaza está muriendo mucha más gente por día que en Irak, Siria o Ucrania.
Solo un ejemplo: en Gaza se alcanzaron 10 mil muertes en el primer mes de conflicto, la guerra en Ucrania tardó un año y medio en llegar a esa cifra. La magnitud del ataque de Israel no tiene precedentes. Nunca hubo tantos bombardeos con víctimas civiles en los conflictos bélicos.Puedes ver: Destrucción del Patrimonio Cultural en Gaza: otra muestra más de la brutalidad israelí
Según expertos, Israel estaría aplicando la “Doctrina Dahiya”, que hace alusión a un pueblo del Sur del Líbano que Israel bombardeó con intensidad, luego que milicianos de Hezbolá secuestraran a dos de sus soldados en la guerra del Líbano del 2006.
Gadi Eizenkot, el entonces jefe del Estado mayor que hoy integra el gabinete de guerra, explicó esta doctrina dos años más tarde de ocurrido el ataque contra esta localidad: “emplear una fuerza desproporcionada y causar inmenso daño y destrucción” considerando como “una base militar” cualquier localidad desde la que se dispare a Israel.
Según un análisis a partir de imágenes del satélite Copernicus Sentinel-1 un 50% de los edificios de la Franja de Gaza ha sido destruido durante los bombardeos. Al comenzar los ataques, el portavoz militar, Daniel Hagari, señalo que el “énfasis” de los bombardeos estaba en el daño, no en la precisión. Los propios servicios de inteligencia de Estados Unidos, aliado histórico de Israel, calculan que cerca de la mitad de la munición que Israel ha lanzado desde el aire no es guiada.
El bombardeo indiscriminado ha provocado una crisis humanitaria sin precedentes, prácticamente dos millones de personas -cerca del 90% de la población de Gaza-, huye como refugiado, sin tener certezas de donde refugiarse. Desde el inicio de los bombardeos, Israel instó a la población a abandonar el Norte de la Franja y dirigirse al Sur del rio Wadi Gaza, sin embargo, el 25% de las personas fueron asesinadas en las ciudades de Rafah y Jan Yunis, ubicadas al Sur de la Franja.
No existe ningún sitio seguro donde huir para la población civil, en esta masacre programada, limpieza étnica transmitida en directo por redes sociales para todo el mundo.