Una más de las victimas de la dictadura no reconocidas por los organismos gubernamentales
Mónica Cristina Benaroyo Pencu no aparece en el informe Rettig. Sólo se sabía que en septiembre de ese año fue detenida por efectivos castrenses, desconociéndose desde entonces su paradero. Fue una de los cientos de sus compatriotas que tras el Golpe Militar en Uruguay buscaron refugio en el Chile de la Unidad Popular, los restos momificados de la mujer, que trabajaba en la Municipalidad de Arica, fueron encontrados el lunes pasado en el sector de Pampa Chaca perteneciente al ejercito,
por un soldado durante una jornada de prácticas. Guardada entre sus ropas llevaba una cajetilla de cigarrillos Hilton que llevaba impreso su precio: 10 escudos. (Por lo que era indesmentible la época en la cual fue asesinada)
La identificación se llevó a cabo mediante un sistema de hidratación de la yema de los dedos, que permitió llevar las huellas hasta el Banco de Identidad del Registro Civil en Santiago.
El nombre de Mónica Benaroyo no figura en las listas del Informe Rettig, que en 1991 certificó las violaciones de los derechos humanos cometidas durante el régimen militar y por tal motivo no figuraba oficialmente entre las víctimas de los organismo represivos de la dictadura de Pinochet.
Detenida por militares
Según archivos de organizaciones de derechos humanos, Mónica Cristina Benaroyo Pencu fue detenida por militares en septiembre de 1973 y hasta ahora se desconocía su paradero.
La víctima trabajaba para la Municipalidad de Arica, era licenciada en Filosofía y dominaba a la perfección varios idiomas, entre ellos el francés, el rumano y el persa.
Según los antecedentes recopilados hasta el momento, la ciudadana uruguaya tampoco figura en el informe de Reconciliación y Reparación, por lo que el Estado no la tiene hasta ahora como víctima.
Los registros oficiales solo reconocen alrededor de 3.500 victimas de la dictadura, entre ellos 1.197 detenidos desaparecidos. Cifra que excluye a muchos ciudadanos extranjeros, cuyas familias no se presentaron a dar testimonio a esta comisión, o familias de chilenos que fueron exterminadas en forma completa o cuyos únicos sobrevivientes no se encuentran en el país, muchos habitantes de pueblos originales que ni siquiera figuraban en el registro civil.
Cosa similar ocurre con la comisión Valech a quien el Estado chileno sádicamente las hizo presentarse a rendir testimonio sobre su detención y las torturas alas que fueron sometidas, quienes se presentaron son lo que el estado reconoce como preso políticos de la dictadura dejando afuera a cientos de miles de compatriotas que pasaron por las mazmorras de la dictadura.