El calcio es uno de los minerales que se encuentra en mayor cantidad en el cuerpo humano. El porcentaje aproximado de calcio en el cuerpo es de 1200 gramos, y de esta cantidad un 99% forma parte de nuestros huesos

y dientes, y el 1% restante lo encontramos en el torrente sanguíneo. El calcio tiene como función (entre otras) participar en la coagulación, facilitando la transmisión de señales nerviosas. Incluso se ha llegado a decir que el calcio es más importante en su función nerviosa que en el soporte del esqueleto.

La falta de calcio en el cuerpo y el exceso de este pueden provocar graves problemas a la salud, un caso es la aparición de osteoporosis (en ausencia del mineral), enfermedad en la que los huesos se vuelven porosos por la pérdida del calcio (pérdida de masa ósea), lo que hace que los huesos pierdan resistencia y se quiebren con facilidad (Esta enfermedad afecta más a las mujeres, principalmente en etapa menopáusica), y condralocalcinosis, enfermedad caracterizada por el exceso de calcio en las articulaciones, que provoca fuertes dolores en las caderas, rodillas, etc. De todas formas el cuerpo humano tiene su defensa ante estos problemas, y puede contrarrestar estos desequilibrios con la calcitonina, hormona liberada por la glándula paratiroides, que busca regular el nivel de calcio en la sangre.

La bebida que por excelencia podría estar en el número uno de la lista de enemigos del calcio es el café, ya que según indican investigaciones, como la de Benjamín Ramírez titulada “El café en el consumo humano”, esta bebida podría impedir la absorción del calcio, y propiciar su eliminación. Por consiguiente, puede provocar problemas a la salud.

El café contiene dentro de sus propiedades distintas sustancias químicas, siendo una de las principales la cafeína también conocida como metilteobromina, que estimula el sistema nervioso central y los músculos estriados (músculos de movimiento voluntario, como los bíceps), aumentando la capacidad de estos para efectuar trabajos que implican esfuerzo físico durante tiempo más prolongado. Igualmente permite permanecer más tiempo despierto, por el bloqueo que produce al neurotransmisor adenosina, que es aquel que induce el sueño de forma natural.

Así como puede traer beneficios inmediatos, no debemos ignorar los perjuicios que puede provocar a nuestra salud el consumo en exceso de café. Una de estas consecuencias graves a la salud es provocada por una sustancia llamada fitato, y que se encuentra presente en todas las variedades de café pero en distintas concentraciones según el tipo, que inhibe la absorción de calcio, pudiendo provocar la eliminación de este mineral en forma excesiva a través de la orina. Por esto no se recomienda mezclar el café con leche si es que quiere obtener los beneficios de calcificación de ella. Tampoco se aconseja para el consumo de personas que padecen de problemas de salud como hipertensión, ya que aumenta la frecuencia cardiaca. Además se debe evitar el consumo de café en las embarazadas, pues la cafeína cruza la barrera placentaria e influye en el crecimiento intrauterino del feto, pudiendo alterar el flujo de sangre y de oxígeno que este percibe. Asimismo las embarazadas deben percibir aportes extras de calcio en el cuerpo, ya que si no lo hacen el feto en gestación lo absorbe de sus huesos, aumentando el riesgo de descalcificación, razón por la que el consumo de café se vuelve aún más peligroso.

Por esto debemos ser prudentes en su excesivo consumo, y gozar en justa medida de sus beneficios.

Imagen: “Cortadoras de Café” del pintor salvadoreño José Mejía Vides