[resumen.cl] Este miércoles 17 y luego de tres sesiones dedicadas exclusivamente al Proyecto de Reforma Laboral, la Cámara de Diputados aprobó el proyecto que “moderniza” las relaciones laborales y lo despachó al Senado. Fue aprobado todo el articulado con la excepción del artículo relativo a la determinación de las empresas en las que no se podrá ejercer el derecho a huelga, por no alcanzar el quórum necesario.
La indignación de los trabajadores cundió este jueves 18 en las calles con cortes de ruta, marchas y paros luego de que se supiera que la Reforma Laboral, a la que tanto se han opuesto, sigue su camino en el parlamento tras su aprobación en la Cámara de Diputados donde recibió 67 votos a favor, 42 en contra y 1 abstención.
Cabe recordar que la fuerte oposición de sectores de trabajadores a la Reforma laboral no tiene que ver con su negativa a modificar la ley laboral, sino más bien con que el proyecto del gobierno es en algunos sentidos insuficiente y en otros aún peor que lo que se contempla en el actual Código del Trabajo. Estos sectores plantean que debe haber una reconceptualización de lo que se define por unidad productiva (empresa), se debe restablecer el derecho a huelga a todo evento, se debe incluir la negociación por rama productiva, entre otras materias.
La férrea oposición al proyecto se ha fortalecido tras extensos análisis de organizaciones sindicales donde se ha apreciado que la ley busca criminalizar prácticas que hoy en día han establecido los trabajadores (portuarios, forestales, subcontratistas del cobre, etc), debido a la insuficiente gama de derechos que tiene el Código creado en la dictadura.
A través, por ejemplo, de la constitución en el articulado de la huelga como huelga pacífica hay un oculto atentado contra los sindicatos de hecho, y las prácticas como cierres y protestas en la entrada de los recintos. A ello se suma el concepto de servicios mínimos que para los trabajadores significa un debilitamiento de los procesos de huelga y la legalización de los rompehuelgas. Según el comunicado de la Cámara estos servicios “deberán estar definidos antes del inicio de la negociación colectiva, dispuestos para garantizar las actividades que son fundamentales para cubrir las necesidades básicas de la población o para evitar un daño irreparable a la infraestructura o sostenimiento de la empresa.” a lo que los trabajadores han respondido con una contundente negativa.
Mientras el proyecto continúa su tramitación en el Congreso, las protestas y paralizaciones en el país amenazan con radicalizarse.