Este martes en Quillón se reunieron organizaciones campesinas del país, actividad que se enmarcó en la conmemoración de las luchas campesinas del mundo. El objetivo fue solidarizar con los campesinos de Quillón, Ránquil y Florida que perdieron sus casas y sus plantaciones producto del incendio.
Esta actividad fue organizada por la Coordinadora Latinoamericana de Organizaciones del Campo (CLOC Chile), la Asociación Nacional de Mujeres Rurales e Indígenas (ANAMURI), Confederación Ranquil, Consejo Nacional de Productores de Chile (CONAPROCH) y la Asamblea Mapuche de Izquierda.
Los agricultores de esta zona fueron seriamente afectados, ya que perdieron toda o gran parte de su producción agrícola además de sus viviendas producto del incendio. En la actualidad, los campesinos están limpiando sus campos para el próximo año plantar. Rosa Gutierrez de Queime indica “nosotros somos la mayoría cereceros y fuimos todos afectados”
En relación a quién es el responsable de este incendio, los campesinos concluyen que son las empresas forestales, esto según la investigación acuciosa que realizaron estudiantes de la Universidad de Concepción.
En relación a la ayuda por parte del Estado Rosa señala “INDAP nos entregó un bono de 400 mil pesos y ahora en mi caso me va a llegar un millon cien, pero esto no me alcanza para recuperar lo que tenía, porque hay que hacer hartas cosas: limpiar, hacer hoyos, contratar maquinaria...”
Por la mañana se realizó un foro, en el cual expuso Claudio Donoso de la Agrupación de Ingenieros Forestales por el Bosque Nativo, quien mostró el impacto del modelo forestal en Chile, asimismo un grupo de estudiantes de la Universidad de Concepción exhibió una investigación que realizaron sobre las consecuencias que provocó el incendio forestal a los habitantes de la zona y finalmente Florencia Aróstiga de la organización ANAMURI, comentó la relación que existe entre soberanía alimentaria y la agricultura campesina.
En la tarde, la actividad se concentró en la plaza de Quillón lugar en el cual las organizaciones campesinas entregaron a los afectados por el incendio semillas y árboles para que volvieran a reconstruir sus plantaciones.
Además de congregarse para solidarizar con los campesinos de la zona, se conversó entorno a la condición de los campesinos en el país, la necesidad de la soberanía alimentaria y la destructora invasión del modelo forestal y la agroindustria que atenta contra la sobrevivencia del campesino y la alimentación de nuestro país. Señalan que la respuesta del campesinado es la organización y la lucha.
En relación a la condición del campesinado conversamos con Hector Seguel, miembro de la Federación Sindical Campesina de Ñuble que se compone de 6 sindicatos de base, manifestó que ellos producen alimentos no para la agroexportación, sino que para el consumo local, ya que buscan fortalecer la soberanía alimentaria de su territorio, “nosotros producimos lo que queremos y necesitamos, no producimos para el mercado”
cuentan que ellos para vender sus productos han hecho alianzas con los pobladores y han establecido ferias, en las cuales llevan sus productos.
También indican que lo único que hará al campesinado recuperar lo que le correponde y resolver sus problemas es la organización y la unidad.
Florencia nos comentó cómo las forestales echan a los campesinos del campo “hoy día hay una gran concentración de la tierra, las políticas del Estado no protegen la pequeña agricultura, sino más bien protegen los monocultivos y las grandes plantaciones, en consecuencia no hay oportunidad para la pequeña agricultura que debe irse del campo, ya que se les destruye su tierra”. Asimismo Claudio Donoso afirma que desde el punto de vista social el modelo forestal afecta en el forzado éxodo de la población rural a las ciudades y su empobrecimiento a causa de la invasión de las plantaciones forestales. “En estos centros urbanos, los campesinos llegan a engrosar los cordones periféricos de pobreza. Mientras el despoblamiento de sectores rurales provoca una merma en la actividad agrícola en Chile, lo que es un riesgo para la soberanía alimentaria del país”.
Cabe recordar que uno de los pretextos del Estado para permitir la expansión forestal es la generación de trabajo. Claudio nos aclara “el 70% de los trabajadores forestales trabajan de forma esporádica, el 82% de los trabajadores viven bajo la línea de la pobreza a pesar de las enormes ganancias de estas empresas forestales”.
Igualmente Florencia cataloga la industrialización del campo y la incorporación de los transgénicos, como nefasto para los agricultores, para la biodiversidad de la tierra, para las plantas y los animales como las abejas, que en la actualidad se ven amenazadas por el excesivo uso de químicos.
Claudio Dilucida igualmente la diferencia entre las plantaciones forestales y el bosque nativo. Las plantaciones forestales son de rápido crecimiento de la misma especie y edad basan su crecimiento en la absorción de agua y nutrientes desde el suelo, mientras el bosque nativo tiene muchas especies de las cuales no todas son de rápido crecimiento, por lo tanto, no todas están absorbiendo las mismas cantidades de agua, además un bosque nativo que está maduro, los árboles no consumen agua. “Entonces una plantación de monocultivo de rápido crecimiento consume mucha más agua que un bosque nativo”, asevera.
Entendiendo este panorama en el cual se fortalece la industrialización de la alimentación, se prioriza a las grandes empresas forestales y sus monocultivos y el auge de la industria química por sobre el campesinado y las necesidades alimentarias de las comunidades, Florencia nos plantea como solución la Soberanía Alimentaria: “el pueblo debe ser soberano y no dependiente de la importación de alimentos. El campesino debe estar consciente de qué produce, para quién produce y cómo produce” Claudio aclara que se está poniendo en riesgo la soberanía alimentaria del país al favorecer a las empresas forestales “Otro impacto sobre el suelo que ocasionan estas plantaciones, es en los terrenos que sirven para la agricultura, que al cambiarse el uso de suelo, de agrícolas a forestales, ya nunca más va a poder volver a ser agrícola, por lo tanto se pierden. Se pone nuevamente en riesgo la soberanía alimentaria del país”.
Las plantaciones forestales al tener un fin económico en el cual se busca lucrar sin considerar las consecuencias, son sobre explotadas no dejando que se cumplan los ciclos siendo cosechadas con anterioridad y bajo el procedimiento de tala raza, cortando todos los árboles. “cuando tú haces esto dejas el suelo descubierto y expuesto a la erosión del viento y la lluvia, por lo tanto los suelos son arrastrados o al fondo del mar o en el fondo de los lagos, se pierde suelo, esto es gravísimo porque disminuyen los caudales de agua en cuanto a calidad y cantidad y disminuyes los suelos de calidad”
“para este modelo económico la mejor política es no tener una política” Finalmente, Claudio rescata este enunciado que vendría a determinar la política del Estado con respecto a la nula regulación y al desinterés de las instituciones estatales para velar por las necesidades de la comunidad.