Al igual que en la provincia de Arauco donde la principal función de carabineros se ha transformado en garantizar la protección de los intereses económicos de las familias Angellini y Matte, dueñas de las principales industrias forestales, en el ex puerto minero de Coronel la nueva función, parece ser, es resguardar los intereses de las transnacional española ENDESA que pretende construir una segunda contaminante plata termoeléctrica a carbón.

Este lunes 30 de marzo las 63 familias erradicadas del sector donde hoy se construye la ampliación de la Planta Termoeléctrica Bocamina, en el camino entre Coronel y Schwager, se tomaron los accesos a la Termo e impidieron los trabajos de construcción de la nueva planta, a través de la instalación de barricadas en los accesos a esta.  Acción que mantuvieron por cerca de tres horas, hasta que fuerzas especiales de carabineros lograron habilitar el acceso para los trabajadores de la transnacional española que controla la mayor parte del negocio de la energía y el agua en nuestro país.

Los vecinos de Coronel acusan a la empresa de no respetar los acuerdos económicos, indemnizatorios que habían alcanzado para ser erradicados, para ser erradicados.