Carolina Etcheberry, abogada feminista ad portas de importante juicio: “son muchas las mujeres que han denunciado amenazas de muerte sin nunca ser escuchadas"

Autora: Alejandra Villarroel Sánchez* La abogada feminista Carolina Etcheberry Shrader encabeza el grupo de profesionales ABOFEM que lleva a cabo un acompañamiento en el proceso judicial de Paola, cuyo caso tendrá el próximo 19 de diciembre la Audiencia de Juicio que definirá si su querella por amenazas fue o no acogida por tribunales. Mientras en las calles avanza la fuerza social constituyente, en Tribunales continúa la lucha en contra de la violencia de género que desde el 2017, entonces bajo la consigna “ni una menos”, viene movilizando a miles de mujeres en Chile y el mundo. Sin contar los crímenes perpetrados en el pololeo, de acuerdo a las cifras entregadas por la Red Chilena Contra la Violencia Hacia las Mujeres, este año y hasta lo que va de noviembre, la Región del Biobío registra 3 de las 54 mujeres asesinadas por su cónyuge o conviviente. Bajo esa amenaza vive Paola, madre y profesora cuyo caso este lunes 09 de diciembre tendrá la Audiencia de Juicio en el Juzgado de Garantía de la comuna de San Pedro de la Paz, Región del Biobío, instancia en la que se definirá si su querella por amenazas de muerte en contexto de violencia intrafamiliar fue o no acogida por Tribunales del Estado y qué determinaciones tomará la Justicia respecto de su esposo, luego de la última denuncia en su contra que prosperó recién en marzo pasado, habiendo ya sufrido múltiples situaciones de violencia y abuso. Debido a un sistema judicial que estructuralmente tiende a un sesgo machista, el nivel de re victimización al que se exponen las denunciantes es muy alto, por esa razón el proceso judicial requiere no sólo del respaldo profesional experto, sino también de un adecuado acompañamiento con perspectiva de género, como el que desde octubre la Asociación de Abogadas Feministas, ABOFEM, está brindando a Paola. [caption id="attachment_70014" align="alignnone" width="1200"] Abogada Carolina Etcheberry Shrader[/caption] Portando una historia familiar que a los 15 años despertó en ella un profundo interés por los Derechos Humanos, oriunda de Santiago y actualmente radicada en Concepción, la joven abogada Carolina Etcheberry Shrader (28), miembro de la Comisión de DDHH de ABOFEM y Directora de Litigio Estratégico de ABOFEM Biobío, encabeza el grupo de profesionales que durante las últimas semanas ha acompañado a Paola en su proceso judicial. “El aporte de ABOFEM en casos como éste es insistir que en el marco de la investigación policial y proceso judicial que se desarrolle, se respete la dignidad y derechos de las mujeres denunciantes” explica Carolina, quien en la siguiente entrevista también reflexiona sobre el cambio de paradigma en la perspectiva del Derecho y el actual proceso constituyente que se teje en las comunidades autoconvocadas, entre otros temas. Próximas a la Audiencia ¿por qué crees que el caso de Paola se vuelve tan relevante? El caso de Paola es el caso de una mujer que ha sufrido violencia y amenazas de muerte por parte de su exmarido, es relevante porque son muchas las mujeres que en su momento han denunciado ser amenazadas de muerte por sus ex parejas sin ser escuchadas, sin que se les tomara peso a esas denuncias e, incluso, muchas de ellas han sido tratadas de exageradas, debiendo lamentar hoy que sus nombres estén entre las mujeres víctimas de femicidio en nuestro país. Para nosotras como abogadas feministas, es fundamental poder apoyar y acompañar a las mujeres víctimas de este tipo de hechos y presionar para que la justicia las escuche, las proteja y condene a quienes las violentan. ¿Cuál es el patrón de conducta de un agresor? Evidentemente los perfiles pueden cambiar según los casos particulares, pero en mi experiencia en denuncias de este tipo me parece que suelen tener ciertas características que se repiten: son personas que se muestran totalmente distintos ante los demás y la sociedad, no generar sospechas de ser hombres maltratadores, ya que estas prácticas las llevan a cabo en la intimidad, suelen utilizar el recurso de la superioridad para manipular a sus víctimas, el que ejercen, por ejemplo, a través del control económico, del cuidado de las/os hijos/as y sobre todo aislando a las víctimas de sus amistades y familiares. ¿Cuáles son las etapas que ha transitado el proceso judicial de Paola? Este caso se inició el 17 de marzo de este año por amenazas simples en el contexto de violencia intrafamiliar. Se fijó audiencia de control de detención y se decretó como medida cautelar la prohibición de acercarse a la víctima. En este caso, se ofreció al imputado la salida alternativa de suspensión condicional debiendo no acercarse a la víctima por un determinado periodo de tiempo, no obstante, éste no aceptó esta opción por lo que se inició un juicio simplificado atendiendo a la penalidad del delito de amenazas, donde la pena máxima es de 540 días. Este juicio simplificado se realiza ante el o la Juez de Garantía. Durante el juicio se rinde prueba, la víctima debe declarar como testigo e igualmente los funcionarios policiales que hubiesen participado en la denuncia. En dicha instancia él o la Juez determinará si hay prueba suficiente para concluir que existieron amenazas. ¿A qué se expone la víctima durante ese proceso? Para que existan las amenazas, éstas deben ser serias, graves y verosímiles según establece la Ley. En estos procesos judiciales se suelen presentar informes de peritos para acreditar lo denunciado a través, por ejemplo, de peritajes psicológicos. La víctima se expone principalmente a que no se le crea, no se tomen las medidas necesarias y que el victimario no sea condenado, puesto que estas amenazas de muerte en muchas oportunidades son difíciles de probar, así, si el criterio de la justicia es de no creerle a la víctima se pone gravemente en riesgo su vida, lo que ha pasado muchas veces y por esa razón debemos lamentar nuevos femicidios. ¿Cuál es el aporte de ABOFEM al desarrollo de casos como el de Paola? El aporte de ABOFEM en casos como éste es insistir en que en el marco del desarrollo de la investigación y proceso judicial, se respete la dignidad y derechos de las denunciantes. Las mujeres son muy cuestionadas en los procesos judiciales a causa del sesgo machista que aún existe en muchos Tribunales, y en nuestro país. Igualmente, nos preocupa mucho la re victimización de las denunciantes, ya que es justamente ésta una de las razones por las que muchas de ellas no continúan con sus denuncias e incluso prefieren no denunciar, ya que son muy cuestionadas y deben repetir sus relatos incontables veces, por este motivo intentamos que nuestra presencia se traduzca en la protección y respeto de los derechos de las mujeres que acompañamos. ¿Qué se debe transformar para tener Tribunales sin misoginia y más justos? Es importante cambiar la forma en que los juzgadores enfrentan estos casos, las mujeres no sólo deben cargar con demostrar que fueron atacadas por los hombres denunciados, sino que, además, se les cuestiona en distintos aspectos de sus vidas que nada tienen que ver con ser víctimas de delitos de este tipo. Deben demostrar que no fueron ellas las culpables de incitar al hechor, es decir que no fueron atacadas por cómo estaban vestidas, por haber tomado alcohol, por salir tarde a la calle, por como son como madres, mujeres, etcétera; en el fondo existe un prejuzgamiento que torna más engorroso y difícil para las mujeres acceder a la justicia. Este cambio de paradigma se logra educándonos como sociedad, capacitando a los y las jueces, abandonando estereotipos y roles pre establecidos para las mujeres, analizando estos casos sin prejuzgamientos de género.

CHILE MOVILIZADO

Violencia de género y modelo neoliberal ¿cómo comprendes la relación de esos elementos? Evidentemente existe una conexión directa entre ambos conceptos, de forma causa-consecuencia y también como profundización de desigualdades previas al modelo neoliberal. Por un lado, se trata de un sistema económico que ha generado una de las desigualdades económicas más grandes del mundo, con una distancia abismante entre los más ricos y los más pobres del país. Esto, en particular, afecta mayoritariamente a las mujeres, que constituyen el sector más precarizado de la sociedad, junto a la población LGBTIQ+. Las brechas de género se intensifican en modelos que tienden a la privatización de los servicios y derechos básicos de las personas. Por ejemplo, el encarecimiento de la salud limita el acceso material a esta y, por lo tanto, sobrecarga a quienes históricamente realizan labores de cuidado: las mujeres. Es decir, en un modelo altamente privatizado y con bajos salarios, con una cultura patriarcal de los roles de género, somos nosotras quienes asumimos el cuidado de personas enfermas, adultas mayores, niños y niñas, lo que obliga a mujeres a dejar sus trabajos o inclusive su educación. A esto las feministas le denominamos violencia económica de carácter estructural que produce desposesión material, pero también subjetiva, ya que, en el ejemplo mencionado, esas mujeres viven aisladas bajo mucha presión psicológica y desgaste emocional. En el escenario de la cocreación de una nueva constitución política y social ¿qué característica debe tener ese proyecto para que identifique a ABOFEM? Sobre el proceso constituyente, como Abofem creemos que hoy no es concebible un mecanismo que limite la participación de las mujeres, por lo que proponemos que cualquiera sea éste debe conformarse de forma paritaria. Sobre el proyecto constitucional, consideramos que como mínimo debe establecer explícitamente los derechos de las mujeres y niñas, consagrar obligaciones específicas del Estado en la acción y promoción de la equidad de género y la no discriminación. La nueva Constitución debe contener derechos sociales, económicos y culturales, además de acciones para su exigibilidad en Tribunales. Y en relación a la nueva estructura del Estado ¿qué creen necesario? Necesitamos que se modifique la estructura de la institucionalidad y los organismos del Estado, apuntando a una redistribución efectiva del poder de forma paritaria. También pensamos que debe resolverse la incertidumbre sobre cuál es la jerarquía jurídica de los tratados internacionales de Derechos Humanos y sobre su incorporación al texto constitucional; consideramos que el Estado debe cumplir un rol activo en la modificación de las trabas estructurales que cimentan las desigualdades, modificando los patrones culturales de la inequidad de género, fomentando cuestiones básicas como la corresponsabilidad en el cuidado y reconociendo del valor del trabajo doméstico, entre otras medidas. Desde la experiencia territorial que tienen con ABOFEM en Tu Barrio. ¿Cuáles crees son los cambios que la comunidad debe incorporar a su vida para ser parte activa de la transformación? Creo que los cambios pueden ser muchos, pero para mí una de las tareas más importantes y difíciles a la vez es abandonar el individualismo propio de este sistema neoliberal e incorporar la empatía y solidaridad con el otro. Hemos vivido en un sistema que nos empuja a pensar solo en nosotras/os y a ignorar el sufrimiento de los demás. Es momento de que entendamos que somos todas/os responsables de que existan personas segregadas, violentadas, viviendo en condiciones precarias, y hagamos algo al respecto desde nuestra profesión, nuestro barrio, nuestro trabajo o desde donde estemos; no podemos seguir siendo indolentes ante tanta desigualdad. Debemos incorporar en nuestro pensamiento que si los demás están bien también lo estará la sociedad y por tanto nosotros mismos, al final del día la desigualdad nos afecta a todas y todos.   * Periodista Investigadora en Cultura, Educación y DDHH. Fundadora del programa «Activa tu Presente con Memoria», educación artística no formal con enfoque de Derechos
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