Un día como hoy, 17 de noviembre, pero de 1899, nace uno de los más incansables luchadores sociales del siglo XX en Chile. El fundador de la Agrupación Nacional de Empleados Fiscales (ANEF) – 1943 - y, diez años después, de la Central Única de Trabajadores (CUT), es un personaje esencial para entender y referenciar los nuevos embates de las y los trabajadores.
Clotario Blest Riffo, da sus primeros respiros en el seno de una familia humilde en Santiago. Debido a su fuerte vinculación con la Iglesia Católica, estudió becado en el Seminario de Santiago, siendo influenciado por el pensamiento social cristiano del sacerdote jesuita Fernando Vives Solar, pero finalmente decide no ordenarse en la estructura eclesiástica.
En 1922 entra a trabajar como empleado público en la Tesorería General de la República, frecuentando las charlas de Luis Emilio Recabarren. Estas experiencias desembocan en sus iniciales trabajos sindicales dentro del Estado en 1930, además de los roles que adquiere en organizaciones inspiradas en el social cristianismo, ligadas a la imagen de Jesús Obrero, que era rechazada por la jerarquía de la Iglesia.
De esta manera es que emprende la tarea de unificar las demandas de los trabajadores de su sector constituyendo la ANEF. Y luego gracias a la independencia de los partidos políticos de la época que le caracterizaba y con el ánimo de profundizar la coordinación de los proletarios a nivel nacional, funda la CUT, con cuya presidencia estuvo al frente de las grandes huelgas nacionales de 1954, 1955, 1956, 1960 y 1962, siendo catorce veces encarcelado por Carlos Ibáñez del Campo, tres por Jorge Alessandri y una por Eduardo Frei Montalva. Su rol como dirigente sindical, en particular en la CUT, destacó por su marcada independencia y autonomía de cualquier partido político, asegurando que era la única forma en que un dirigente podía mantener su independencia y poner los intereses de sus representados en primer lugar.
Continuando con el ideal de la unidad de la clase y luego de abandonar su alto cargo en la CUT, junto a otras personalidades convocaron al “Congreso de la Unidad Revolucionaria”, en 1965, instancia que, con el objetivo de terminar con la dispersión orgánica de los distintos partidos y grupos de izquierda que no formaban parte del camino electoral, dieron vida al Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR).
Durante la Unidad Popular se convierte en un fuerte crítico de la desunión de las organizaciones de trabajadores, cesando su potente actividad. Y luego, durante la Dictadura Militar, reenfoca todos sus esfuerzos a enfrentar las violaciones a los derechos humanos, colaborando en la fundación de la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos, cuya sede estuvo por años en su propia casa.
Clotario muere el 31 de mayo de 1990, pasando sus últimos años acogido por sacerdotes franciscanos.
En su memoria es que personas que se inspiran con su actividad, que compartieron con él y le conocieron, se juntaron en Concepción a rememorar y reflexionar la vigencia de su pensamiento en las luchas actuales. Esto durante un desayuno comunitario en el Taller de Análisis Sindical y Social (TASYS).
Así, mediante los diversos testimonio de los asistentes, remarcaron la importancia de volver a la raíz de los principios que inspiraron al histórico dirigente del sector público: por la unidad y la independencia de las y los trabajadores.