Joaquín Pérez / resumen.clLas dos primeras personas fallecidas por la enfermedad COVID-19 por coronavirus en Chile han vuelto a poner sobre la mesa un tema que hoy puede jugar una muy mala pasada a nuestro país: Un gobierno sin liderazgo alguno y carente de toda credibilidad frente a la población.
Estos dos elementos son fundamentales a la hora de abordar una crisis de esta magnitud y hoy Chile esta absolutamente carente de liderazgo. Los errores comunicacionales cometidos desde el inicio de la crisis son tan estúpidos como los cometidos tras el el 18 de octubre. Mientras tanto, alcaldes, parlamentarios, dirigentes gremiales y sociales intentan presionar para redireccionar al gobierno ante sus constantes errores, sin embargo desnudan aún mas la falta de liderazgo político.
[caption id="attachment_72755" align="alignnone" width="640"] Foto: Agencia UNO | Obtenida de El Mostrador[/caption]
También puedes ver: Gobierno errático, coronavirus y respuesta popular en Chile
Si el aplazamiento del plebiscito (regalo otorgado por los parlamentarios al gobierno) ya había generado suspicacias, el hecho que la primera acción tras el toque de queda fuera limpiar los rayados de la ex Plaza Baquedano, hoy “Plaza La Dignidad”, fue una clara señal de aprovechamiento político de un problema sanitario, que se agravó al día siguiente con el enrejado de la misma plaza.
Hubo políticos de derecha que salieron a señalar que este nuevo coronavirus era prácticamente una bendición de los dioses para este gobierno, tal cual lo expresó Alex Kaiser, de “Fundación Para El Progreso”, ligada al Grupo Ibañez y que llego a contar con 3 ministros en el gobierno de Piñera: Gerardo Varela; Mauricio Rojas y el Canciller Roberto Ampuero. Kaiser, quien posee tribuna abierta en El Mercurio y El Diario Financiero, señaló en este ultimo medio el día jueves 19 de marzo: “el coronavirus fue lo mejor que pudo pasarle políticamente a Chile. Con un enemigo común al cual combatir y encontrándose todos en riesgo, por primera vez en mucho tiempo nuestra beligerante clase dirigente ha mostrado señales de unidad. El tema constitucional, ese tercemundismo refundacional que alimenta todo tipo de fantasías, pasó definitivamente a un segundo plano. El gobierno, en tanto, tiene la gran oportunidad de recuperar parte de su bajisimo respaldo si gestiona bien esta crisis”.Las primeras medias sanitarias que han resultado útiles en otros países demoraron en ser tomadas: cancelación de vuelos desde exterior, alta prioridad en detección con test específicos, realización de grandes cantidades de test de detección, seguimiento, control y aislamiento de enfermos y su entorno, aislamiento de ciudades o comunas con alto número de contagios. Mientras tanto, varias medidas que en nada ayudan al control de la pandemia fueron tomadas de inmediato, tales como: el estado de emergencia, la salida de militares a las calles y el toque de queda, a solo meses de los asesinatos y violaciones de derechos humanos perpetrados por estos mismos militares y sus mismos mandos.
[caption id="attachment_72961" align="alignnone" width="660"] También puedes ver: Experto cuestiona al Minsal y eficacia de cuarentena sin seguimiento, control y aislamiento de enfermos y su entorno[/caption]
La designación de Mañalich como el hombre a cargo de la crisis, es otro tema que ha causado mucho revuelo. Expulsado del Colegio Médico por falta de ética, el actual Ministro de Salud, está ligado directamente al negocio de la salud privada. Las denuncias contra el Ministerio de Salud ademas durante la actual administración Piñera han sido reiteradas, entre otras por la eliminación masiva de nombres de las listas de espera de hospitales, con el objetivo de mejorar estadísticas, denunciadas públicamente en el Hospital Regional de Concepción.
Apenas iniciada la crisis, alcaldes de diversas comunas, principalmente de partidos de gobierno realizaron denuncias relativas a las cifras de contagios por COVID-19 que estaba entregando el ministerio. Sin embargo fue el fallecimiento de la primera paciente la que hizo saltar las alarmas.
En Conferencia de Prensa Mañalich acompañado de la subsecretaria señalaron que la la primera muerte se podía atribuir a una persona que viajó al extranjero, sin embargo el alcalde de Renca, comuna de la primera fallecida, señaló claramente que la fuente del contagio provenía de un funcionario del COMPIN en Santiago, donde dirigentes gremiales anunciaron públicamente había un foco con más de 30 funcionarios afectados. Esto precisamente ya que sus jefes del MINSAL no adoptaron las medidas requeridas para el resguardo de las y los trabajadores. El contagio de dicha oficina de hecho se habría extendió a dos oficinas más del MINSAL y hasta la propia seremía de salud de la región metropolitana.
A esa altura ya había Seremis de salud contagiados y que además no establecieron el resguardo necesario que se supone deberían tener las personas más informadas y a cargo de la crisis, como las jefaturas de las seremias de Ñuble y Araucanía. En el caso de esta ultima región, se descabezó el grupo que debía contener la epidemia. Mañalich ha dado su respaldo publico a la Seremi de la Araucanía a pesar de estar demandada incluso en tribunales, por un actuar al menos negligente.
Sin embargo el día de ayer lunes Mañalich nuevamente fue dejado al desnudo, tras entregar la cifras de contagiados y fallecidos pasadas las 10:30 de la mañana. Olvidó un detalle, informar sobre el segundo fallecimiento en la comuna de Maipú. Fue nuevamente la alcaldesa de la comuna la que informó a los medios la verdad cerca del mediodía en un matinal de televisión. La hora de fallecimiento de la paciente de Maipu fue a las 06:15 A.M.
¿Quién puede creer en las estadísticas oficiales que se están entregando?, ¿Quién puede confiar en las medidas que se están adoptando? Hoy lo principal para Mañalich y Piñera es sacar los militares a las calles y establecer el toque de queda, por la situación social se puede volver a calentar cuando las consecuencias de la expansión de una epidemia mal manejada pueda provocar estragos en la sociedad.
Imagen principal: Colapso en sala de urgencias del Hospital Carlos van Buren de Valparaíso, en periodo anterior a la pandemia por COVID-19