Choreros marchan contra gasoducto de Octopus
Este viernes 13 de Septiembre, en la comuna puerto, se realizó una marcha para manifestar el rechazo de la comunidad chorera al proyecto Octopus. Cerca de 200 personas avanzaron por el centro de Talcahuano, desde Blanco Encalada en el Mercado Central, bajando por Valdivia hacia Colón siguiendo luego por San Martín hasta llegar a la Plaza de Talcahuano, repartiendo información, panfletos y cantos a la población para concientizar sobre la amenaza que el gasoducto representa para Talcahuano. La marcha se detuvo en la Plaza donde los manifestantes con un megáfono hablaron a los presentes.
En la movilización participaron coordinadoras ambientales, pescadores artesanales y secundarios, y fueron apoyados por la coordinadora tomecina contra el gasoducto.
La movilización en Talcahuano forma parte de una ofensiva de la comunidad pencopolitana por poner a salvo al borde costero del proyecto Octopus. Pues como se ha señalado en las votaciones que han dado impulso al proyecto, parece contar con el beneplácito de la clase política, por lo que la movilización social será determinante. Tomé, Penco, Lirquén y Concepción ya se han movilizado en contra del proyecto. Hoy se sumó Talcahuano.
Cabe recordar que una de la principales criticas que se le hace al proyecto, es que se realizó a partir de datos de los años 93-94, lo que significa que la base científica sobre la que se ampara el proyecto no considera el tsunami y terremoto del 27 de Febrero del 2010. Pescadores artesanales señalaron que tras el tsunami, el fondo marino de la Bahía que era solo lodo, fue removido hacia la costa por el tsunami y actualmente, lo que hay en el fondo marino es arena. Por lo mismo, las características del suelo sobre las que se construirían los pilotes, cuyo número tampoco se menciona en el proyecto, son otras.
El proyecto cuenta además, con un nefasto precedente. El derrame de petroleo de Enap, cuyos ductos eran submarinos, tal como este proyecto, lo que precisamente impidió actuar con mayor rapidez para evitar la tragedia en la magnitud que se vivió, pues no se sabía donde era la fuga.
La etapa de construcción del gasoducto afectaría negativamente a los pescadores, que no tendrían acceso al mar, y a las poblaciones Santa Clara, Salinas, Villa Mar y San Marcos, que serían utilizadas como una especie de maestranza, bodega, acopio y basural. El proyecto utilizaría las redes de agua potable, alcantarillado y electricidad de los vecinos del sector, lo que podría afectar el suministro de servicios básicos. La utilización de esta franja junto a los vecinos los transformaría en una especie de patio trasero del proyecto, donde se quedarían con las basura, la contaminación con material particulado del aire, los ruidos molestos y el riesgo de accidentes por el paso de maquinaria y camiones por las calles de las distintas poblaciones.
Fotos: Coordinadora Talcahuano
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