Cientos de coronelinos exigen el fin de la contaminación y una reparación del daño causado

Flavio Araneda Hidalgo / resumen.cl Este miércoles marcharon por las calles de Coronel alrededor de 300 personas en su mayoría niñas y niños exigiendo a las autoridades estatales el cese de funcionamiento de las empresas que existen en la comuna y que están acusadas de diseminar distintos contaminantes, tales como aerosoles y metales pesados, que estarían afectando directamente la salud de la población. Gracias a exámenes realizados a 71 estudiantes de la escuela Rosa Medel Aguilera que colinda con la termoeléctrica Bocamina de Enel, se detectó 9 casos por sobre el nivel de referencia para el arsénico y 1 sobre el nivel para níquel. Estudios anteriores habían confirmado la presencia de distintos metales en suelo coronelino y en el organismo de los habitantes. Esta movilización se hizo con el fin de conmemorar la Convención de los Derechos del Niño, y llamar a respetar su artículo 32, que señala que las niñas y niños deben vivir en medio ambiente sin contaminación. En conversación con Resumen, Leyla Araneda Arancibia, coordinadora de la Oficina de Protección Infancia de Coronel, señaló que es importante concientizar sobre la contaminación en la comuna. “Es un problema que no podemos dejar pasar, ya que la exposición crónica al arsénico, aumenta el riesgo de presentar alteraciones en la piel, desórdenes en el sistema circulatorio y cáncer a la piel, vejiga y pulmón, En cuanto al níquel, las consecuencia también son graves, ya que pueden producir hipersensibilidad respiratoria, lo que se traduce en diversas alergias en que las niñas y niños están más expuestos que los adultos, sin considerar que los más propensos a estos fatales efectos son los trabajadores de las termoeléctricas”, señaló. Otra de las organizaciones que participaron en la protesta, fueron los Trabajadores Unidos Contra el Asbesto (TUCA), Omar Gonzáles, presidente del gremio, denunció que han pasado los Gobiernos y no existe solución a un gravísimo problema de contaminación, aseverando que no existen políticas para combatir los efectos nocivos de las empresas termoeléctricas en la zona. - ¿Cuantos son los trabajadores afectados por la inhalación de asbesto y cómo ocurrió esta situación? Somos 400 que sufrimos por la inhalación de asbesto. Existen problemas familiares y de la propia integridad. Esto ocurrió en 2014, cuando se realizó, en Bocamina 1, el retiro del asbesto que tenía Endesa en el lugar, desde los años 70. Totalmente contra lo que dice la ley, se procedió al retiro del asbesto sin las medidas correspondientes, por lo que gran parte de los trabajadores que estuvieron en la remoción, hoy sufren los efectos nocivos en su salud por parte del tóxico que se expandió por todo Coronel. - Endesa, ¿se ha hecho responsable de ello? “Hasta el momento no, pero esto ya fue ratificado como enfermedad laboral que tiene que ser compensada, y espero que mis compañeros puedan levantar esto.” - El asbesto fue trasladado por diversos lugares. ¿Qué lugares fueron y qué poblaciones podrían estar afectadas por su inhalación? Casi todo Coronel, porque se removieron casi 30 toneladas que fueron diseminadas por la ciudad, existe un trabajo a nivel nacional de todas las personas afectadas por asbesto. En Maipú, Santiago, murieron poblaciones enteras después de 15 años tras haber inhalado, eso puede pasar aquí en Coronel. - ¿Qué acciones se han implementado, de parte del Estado, para remediar o contrarrestar los efectos de la inhalación de asbesto? En lo judicial, seguimos acumulando pruebas para frenar de una vez este daño a las y los coronelinos. La ley 19.300 dice que el que daña paga, y si ocurre bien, pero debe existir un tratamiento total. No se trata de dinero o de indemnizaciones, por eso dejamos antecedentes en el Ministerio de Salud, porque es un daño total. - ¿Qué acciones judiciales han emprendido ustedes y qué efectos han tenido? En septiembre de 2014, nosotros, los Trabajadores Unidos Contra el Asbesto denunciamos el retiro de material con asbesto que tenía Endesa en la termoeléctrica Bocamina I desde los años 70, lo que provocó graves impactos en la salud de los trabajadores. También agradecemos al primer alcalde de Coronel, Boris Chamorro, que se ha manifestado por este problema, ya que ayer presentó una querella en el Juzgado de Garantía de Coronel, para sancionar a los responsables de la contaminación en la comuna.
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