Clima, clases sociales y la revolución del Neolítico.

Escrito por: Out of the Woods. Traducido por: resumen.cl

Un cambio climático ayudó a la conformación de la civilización humana. ¿Podría ahora otro amenazar su existencia? Este es el primero de una serie de artículos acerca del aprovisionamiento alimentario bajo el escenario de calentamiento global. Este artículo toma una visión histórica amplia de la relación entre clima, agricultura y la sociedad de clases.

Cuando pensamos en los impactos del cambio climático, el aumento del nivel de los mares es quizás la primera consecuencia que se nos viene a la mente. Dos estudios recientes1 han concluido que con la pérdida de grandes trozos de la Antártica occidental, presenciaremos elevaciones del nivel del mar de alrededor de tres metros en el próximo par de siglos. Nuevas investigaciones sugieren además, que la Antártica oriental y Groenlandia se encuentran más vulnerables que lo que se pensaba previamente. La perspectiva de las ciudades costeras, como Norfolk (Virginia)2 abandonadas al mar agita la imaginación apocalíptica3, pero a una escala de siglos o milenios. En cambio, el aprovisionamiento de comida puede ser un problema mucho más importante a corto plazo.

El último reporte del IPCC sugiere que el cambio climático podría reducir los rendimientos agrícolas hasta en un 2% promedio por década en un contexto de demanda creciente cercano al 14% cada década.4 Con un aumento de las temperaturas globales -a la tasa actual implicarían unos 3°C o más al año 2100- las perspectivas para la agricultura empeorarían drásticamente. Además, los cambios climáticos regionales pueden diferir significativamente del promedio global. Con la elevación de las temperaturas, las cosas se vuelven cada vez menos predecibles, ya que temperaturas mayores a 2°C no tienen precedentes en el último millón de años (la agricultura humana ha existido desde hace aproximadamente 10.000 años).

El Quinto informe de evaluación del Panel Intergubernamental del Cambio Climático, Grupo de Trabajo II (IPCC AR5 WGII) describe:

“Bajo escenarios de altos niveles de calentamiento (con las tasas actuales de aumento en la temperatura), y con un incremento de las temperaturas locales de 3-4°C o más altas, los modelos basados en los sistemas agrícolas actuales sugieren grandes impactos negativos en la productividad agrícola y sustanciales riesgos a la producción global de comida y a la seguridad de la población.“

El futuro de la producción de comida posee características mucho más inciertas que el mismo cambio climático. Para muchos, el sentido común es malthusiano-sobrepoblacional. Simplemente hay demasiados de nosotros, entonces alguien (negro, moreno, pobre, quien sea) debe padecer hambre. Para otros, la solución está en la extensión de la propiedad capitalista y regímenes de privatización de los bienes comunes, la producción agraria y la aplicación acelerada de la biotecnología en la agricultura. Para la organización internacional “La Vía Campesina” y sus ONGs aliadas de occidente, la solución está en la soberanía alimentaria,5 empoderando a los productores de subsistencia de la tierra.

Para prepararse para el futuro de la comida, primero debemos reconsiderar el pasado. Un análisis histórico de amplio rango puede proveer importantes perspectivas en las relaciones entre clima, agricultura y clases sociales.

Historia antigua.

El género Homo emerge hace alrededor de 5 millones de años, mientras que la especie Homo sapiens, la nuestra, la única especie existente del género, emerge hace alrededor de 200.000 años. La agricultura surge hace sólo unos 10.000 años. Esta transición, la cual toma lugar de forma independiente en al menos seis centros globales, es conocida como la Revolución del Neolítico. ¿Qué relevancia tiene hoy la historia antigua, o estrictamente hablando, la prehistoria?

Creemos que existen dos puntos especialmente relevantes. Primero, la revolución del Neolítico representa una dramática transformación global en el último modo de (re)producción de la sociedad, inducida en parte por un cambio climático. Al enfrentar un cambio climático aún mayor, nosotros creemos que hay que considerar importantes lecciones acerca de cómo estas transiciones tienen lugar. Segundo, existe una común asociación entre la expansión de la agricultura y el surgimiento de la sociedad de clases. Nosotros buscamos desafiar al “sentido común” promovido por escritores populares como Jared Diamond, de que podemos tener agricultura o igualitarismo, pero no ambos.

Para evitar cualquier duda, no discutimos la transición a agricultura con el deseo de retornar al modo de subsistencia cazador-recolector. Históricamente, este modo de subsistencia ha soportado sólo cerca de 5 millones de personas, muy lejos de los 10-11 billones propensos a poblar la Tierra para el final del siglo6. Un retorno a la vida pre-agrícola no es posible ni deseable. Pero una visión histórica de largo plazo pone las preguntas contemporáneas acerca del clima, la comida, y las clases sociales en la perspectiva adecuada.

El surgimiento de la agricultura.

En el bestseller, Armas, Gérmenes, y Acero, Jared Diamond cuenta la historia de la aparición y la propagación de la agricultura desde el creciente fértil entre los ríos Tígris y el Éufrates en el actual Irak, y en la cuenca del Nilo en el actual Egipto. Sin embargo, existieron al menos seis centros independientes donde se desarrolló la agricultura. En el Medio Oriente (Siria y Palestina) la agricultura emerge hace alrededor de 9-10.000 años; en América del Norte, específicamente el sur de México aparece hace alrededor de 4-9000 años; en la cuenca del río Amarillo en China central, hace alrededor de 8.500 años; en el centro Neo-guineano (Papúa Nueva Guinea) hace alrededor de 10.000 años; en el centro sudamericano (Perú, y Andes ecuatoriales) hace alrededor de 6.000 años; y el centro norteamericano (Cuenca del Missisipi) hace 2-4.000 años. 7

La cuestión es entonces, ¿por qué emergió la agricultura de forma independiente en tantos centros distantes en un relativamente estrecho margen de tiempo? Antropólogos y arqueólogos difieren en estos detalles. No existe desacuerdo sin embargo en que el cambio climático ha desempeñado un rol importante. Hace 12.000 añoscomenzó la época del Holoceno, y finalizaba la última edad de hielo (el ciclo glacial-interglacial es una variación climática natural derivada de variaciones en la órbita de la Tierra conocidas como Ciclos de Milakovitch8).

Por ejemplo, en el centro de desarrollo agrícola del Medio Oriente (Creciente Fértil), Mazoyer &Roudart, p.76 escribieron:

… el calentamiento post-glacial del clima, implicó un cambio progresivo de un ecosistema de estepa fría, caracterizado por la predominancia de Artemisia, a un ecosistema de sabana caracterizado por el dominio de robles o pistachos, rico en granos silvestres (cebada, trigo espelta, etc.) y también otros recursos vegetales explotables (lentejas, guisantes y otras legumbres) así como diversos animales de caza (jabalí, ciervos, gacelas, uros, ovejas salvajes, cabras salvajes, conejos, liebres, aves, etc.) y en algunos lugares, pescado.

Sin embargo, esta abundancia creaba solo el potencial, pero no la necesidad de una transición a la agricultura. De hecho, se cree que la agricultura habría significado inicialmente más tiempo y trabajo pesado que la caza-recolección. Para los cazadores-recolectores, no existía distinción entre trabajo y juego9, y en ambientes fértiles al menos, solo unas pocas horas de caza o forrajeo cada día eran suficientes para que la banda se reprodujese a sí misma. Por esta razón, los cazadores-recolectores han sido apodados “la sociedad de la abundancia general”,10 donde el tiempo libre era abundante y la distinción entre trabajo y juego estaba ausente. Entonces, ¿por qué optaron por la agricultura?

Podría ser un error generalizar, ya que estos procesos han ocurrido independientemente en lugares muy dispersos. Algunos factores candidatos son un crecimiento poblacional que excede la capacidad del ambiente o la coerción social. No obstante, podría ser también un error descartar la elección de vivir de modo diferente. La agricultura no emergió inmediatamente después del calentamiento pos-glacial. La debilidad de las cuentas deterministas fueron tratadas por Mazoyer & Roudart, quienes insistían que “esta revolución, que aparece tan supuestamente necesaria tras los hechos, sin embargo, no puede ser explicada por ni es reducible a esta necesidad”11 Además, el conocimiento, las herramientas, y la capacidad para la agricultura existían mucho antes de que fueran ampliamente adoptadas. Como David Cleveland escribe, “pareciera ser poco probable que la falta de conocimientos básicos haya impedido a los humanos adoptar la agricultura antes”.12 En este sentido, la revolución del Neolítico fue un quiebre que ocurrió a través de la recombinación del conocimiento existente, las herramientas y la organización social en torno a nuevas formas de vivir.

Excedente de calorías y sociedad de clases.

El popular relato de Jared Diamond vincula los excedentes de calorías, posibilitados por la agricultura, con la aparición de un estrato social no productor, es decir, la estratificación de la sociedad hacia clases. Para Diamond, “con la agricultura llegó la sociedad brutal y la inequidad sexual, las enfermedades y el despotismo que rige nuestra existencia”.13 Ahora bien, el excedente calórico era posible incluso en las sociedades de cazadores-recolectores, y como un crítico de Diamond señala: “existe certeza de la existencia de muchas sociedades sin Estado, hortícolas y agrícolas14. El determinismo de Diamond es probablemente el más influyente, pero también presenta grandes semejanzas con muchos marxistas (Vía Engels y Mumford), así como con primitivistas o perspectivas anticivilizatorias (las que aceptan como iguales la civilización y la sociedad de clases, y se oponen a ambas).

Una poderosa crítica de la visión marxista de la historia basada en etapas es desarrollada por Gilles Deleuze y Félix Guattari15. Ellos se basan en el trabajo del antropólogo Pierre Clastres para rechazar la idea de historia como un desarrollo lineal desde estadios primitivos hacia etapas más avanzadas16. Deleuze y Guattari se basan en tres puntos: (1) el desarrollo parece “zigzaguear” hacia atrás y adelante más que pasar gradualmente a través de sucesivas etapas; (2) el registro arqueológico y las teorías antropológicas soportan la idea de rupturas y discontinuidades repentinas, por ejemplo, la aparición de un Estado o ciudad sin pasar por las supuestas etapas intermedias, y; (3) lo que ellos llaman “causalidad reversa” esto es, la capacidad de algo que todavía no existe, para influenciar el presente.

Es este último punto el más original, pero también, el que requiere la mayor explicación. El ejemplo que entregan es el concepto de Pierre Clastres de sociedades contra el Estado. Para Clastres, las sociedades sin Estado no son pre-estatales, ellas no carecen de algo ni son fallas de un desarrollo lineal. Más bien, las sociedades igualitarias reconocen el potencial de la centralización del poder y la estratificación de la sociedad, -la formación del Estado-, y desarrollan prácticas materiales y culturales que las protegen de este potencial. Así incluso antes de existir, el Estado ejerce fuerza causal en la sociedad.17

Todos los factores anteriores (el zigzagueo, los quiebres y las causalidades reversas), vuelven a la visión “etapista” un argumento insostenible. Consecuentemente, Deleuze y Guattari también hacen una distinción entre el surgimiento de la agricultura, el asentamiento y el establecimiento del Estado: “la revolución urbana” y la “revolución del Estado” pueden coincidir pero no mezclarse. Más aún, hay procesos simultáneos hacia el nomadismo y el asentamiento por una parte y hacia la estratificación social por otra. La agricultura no necesita a la sociedad de clases. Esta conclusión se apoya en literatura más convencional.

Mientras el control centralizado puede ser necesario para el funcionamiento de los sistemas de irrigación, éste no necesariamente debe estar en la forma de jerarquía social (…) grupos de usuarios trabajando cooperativamente pueden realizar exitosamente la misma función. 18

Podemos extender la noción de causalidad anticipatoria al presente. Así como el Estado persigue a las sociedades sin Estado y debe constantemente impedirlas, la disolución de las jerarquías acecha a las sociedades estatales. Esto también debe ser evitado, si el Estado pretende prevalecer. El Estado moderno es el Estado capitalista: garante de la propiedad privada y agente mayor del desarrollo mercantil. El Estado se encuentra amenazado por el comunismo, es decir, por la autoorganización sin Estado ni mercado. Esto ayuda a explicar la violenta represión contra las aparentemente inofensivas ocupaciones de plazas públicas y a las comunidades en períodos de catástrofes, así como la constante demonización xenofóbica, la represión de migrantes y la histeria del terrorismo, entre otras cosas, consideradas como amenazas existenciales a la nación. El Estado nunca está completamente establecido, debe continuamente evitar la amenaza del comunismo que lo acecha.

Conclusiones.

La aparición de la agricultura, y la civilización en sí misma, se desarrolló gracias a un cambio climático a finales de la última era glacial. Aumentos de unos pocos grados de temperatura transformaron dramáticamente los ecosistemas. La agricultura emerge en al menos seis centros independientes, y no puede ser explicada por un comportamiento lineal y etapista. Las sociedades revolucionaron sus modos de subsistencia, aunque bajo circunstancias que no fueron de su elección. Esta revolución hace uso del conocimiento y herramientas ya presentes en las sociedades de cazadores-recolectores, pero recombinadas en un nuevo modo de reproducción social. La emergencia y asentamiento de las civilizaciones agrícolas y las sociedades de clase a veces era contemporánea, pero estos eran procesos distintos.

La Tierra sólo ha soportado alrededor de 5 millones de cazadores recolectores y no hay vuelta atrás. El desafío es organizar la agricultura de una forma sostenible para alimentar entre 10-11 billones de personas. Por sustentabilidad, entendemos una forma que no menoscabe las condiciones de su propia producción, por ejemplo, potenciando el cambio climático, extinguiendo polinizadores o agotando los suelos. La ciencia ecológica es indispensable aquí. En futuros artículos abordaremos específicamente la emergencia de la agricultura capitalista a través del cercamiento de la tierra, el colonialismo y plantaciones esclavistas. Entonces estaremos en una posición de mirar los actuales problemas y las futuras posibilidades para alimenta al mundo bajo condiciones de un caos climático sin precedentes.

 

Enlace original: https://libcom.org/blog/climate-class-neolithic-revolution-09062014

 

  REFERENCIAS.

5La soberanía alimentaria es la facultad de cada pueblo para definir sus propias políticas agrarias y alimentarias de acuerdo a objetivos de desarrollo sostenible y seguridad alimentaria. Ello implica la protección del mercado doméstico contra los productos excedentarios que se venden más baratos en el mercado internacional, y contra la práctica del dumping (venta por debajo de los costos de producción). Es un concepto que fue introducido con mayor relevancia en 1996 por Vía Campesina en Roma, con motivo de la Cumbre Mundial de la Alimentación de la Organización para la Alimentación y la Agricultura (FAO). SOBERANÍA ALIMENTARIA. WIKIPEDIA. LA ENCICLOPEDIA LIBRE.

6This estimate comes from Mazoyer & Roudart (2006), A history of world agriculture: from the Neolithic age to the current crisis, Earthscan, p.65.

7 Mazoyer & Roudart, p.75.

8 https://es.wikipedia.org/wiki/Variaciones_orbitales
10 Marshall Sahlins, La economía de la edad de piedra

11 Mazoyer & Roudart, p.98.

12 Cleveland (2013), Balancing on a planet: the future of food and agriculture, University of California Press, p.55.

13 Diamond (1987), The worst mistake in the history of the human race, Discover Magazine.

14 Antrosio (2011), The many origins of agriculture. Living Anthropologically, http://www.livinganthropologically.com/anthropology/many-origins-of-agriculture/.

15 Revisar Mil Mesetas, proposición XI desde la página 427. Ellos llaman a este etapismo lineal “evolucionismo”, señalando una acumulación gradual de pequeños cambios. Esto está en concordancia con la visión de Darwin sobre el cambio evolutivo. Escribiendo en 1980 en francés, Deleuze y Guattari parecen no conocer la noción de 1972 de Eldredge y Gould sobre el equilibrio puntuado, que en algún tanto reconcilia la evolución con cambios relativamente rápidos en umbrales críticos.

16Al contrario, el primitivismo acepta esta historiografía, pero realiza una inversión normativa donde lo ‘primitivo’ es bueno y la civilización mala.

17Este tipo de causalidad anticipatoria desarrolla un rol poderoso en la teoría de juegos, donde no sólo los hechos presentes, sino que las expectativas futuras estructuran decisiones. Un ejemplo más contemporáneo podría ser el hecho de que la Guerra Fría es incomprensible sin la III Guerra Mundial –la perspectiva del Armagedón nuclear ejerció fuerza causal incluso aunque nunca tuvo lugar.

18 Cleveland, p.70

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