Cómo (y cuándo) plantar un árbol

Algunos se preguntarán por qué esta sección se llama el Queule de la UCHO. Bueno para empezar el queule es un árbol endémico, lo que significa que se da sólo en esta parte del mundo y en ninguna otra, siendo también el único representante de la familia de los Gomortegaceae en todo el mundo, posee hojas simples y perennes (no caen en invierno) y un fruto amarillo similar al níspero del cual se dice tiene la propiedad de embriagar a quien lo come con cáscara. Con este fruto también se hacen mermeladas y licores. Es por lo tanto un árbol muy particular, mejor dicho único y propio de la zona de Tomé, aunque su distribución (lugar donde los pillamos de forma natural) es la cordillera de la costa entre las regiones VII y VIII. El problema con este árbol es que está en peligro de extinción, producto, obviamente, del abuso que se ha hecho del bosque nativo y de la invasión de los monocultivos forestales y agrícolas que han eliminado el ecosistema en el cual esta especie se presenta y reproduce. Es por eso que consideramos poner Queule a este espacio pues en similitud a lo que nosotros hacemos es algo único (no en el sentido egoísta de la palabra, sino entendiendo que todos los pueblos tienen sus particularidades) y que depende de nuestra acción actual que este árbol y esta sabiduría popular sigan siendo parte de nuestra vida y no pasen al olvido o caigan en la extinción. 

Por eso ahora entregaremos algunas recomendaciones para reproducir o plantar un árbol 

Primero debemos disponer de un espacio propicio para plantarlo, considerando que el árbol crecerá hacia arriba, los lados y bajo la tierra y la distancia de otros árboles o plantas. Por otra parte es muy importante la fecha pues siempre es recomendable plantarlos entre los meses de mayor humedad, es decir de mayo y agosto, ya que le aseguran cantidades de agua necesarias para afirmarse. Considerando esto, agosto ya sería un mes con alto riesgo para plantar o sembrar un árbol. Veamos ahora cómo hacerlo. 

1. Por SEMILLAS directamente en el campo: Esto es ideal para bellotas.

No es imprescindible pero es ideal excavar un hoyo de unos 20 cms. (o menos) y rellenarlo con tierra removida. Colocar las semillas en el hoyo bajo una capa de tierra de 2 a 4 veces el tamaño de la semilla. Colocar 3 ó 4 semillas para multiplicar las posibilidades de nacimiento del árbol. 

2. Por estaquillas o ESQUEJES: Se necesitan unas tijeras de podar y da muy buenos resultados. De una planta con muchas ramas escoger una rama joven (flexible y de color ligeramente diferente). Cortar sin  producir desgarros entre 15-20 cms. si son arbustos y entre 25-30 cms. si son árboles.  Pelar la punta inferior de la estaquilla, quitarles las hojas de la mitad inferior y  cortar el resto de las hojas por la mitad para evitar que pierdan agua. Introducir en la tierra la estaquilla. Este sistema requiere riego abundante por lo que es ideal para especies cercanas a  los ríos (chopos, sauces, álamos), las cuales se pueden plantar directamente  junto al cauce. También da muy buenos resultados en los acebuches u olivos. 

3. PLANTAR y TRASPLANTAR: acá es posible combinar sistemas. Primero plantar las semillas en semilleros en un ambiente más seguro y controlado y luego trasplantarlos a su lugar definitivo cuando nuestra planta sea consistente y tenga sus raíces bien formadas, para esto tomaremos como referente que el árbol debe medir como mínimo 30 cms. (dependiendo de la especie) para poder plantarlo en la tierra.

Además debemos mantener la tierra que ya posee en el macetero, caja de tetrapack o bolsa y regarlo la noche anterior para que la tierra y las raíces puedan mantenerse bien húmedas para luego traspasarlo al terreno definitivo. Mientras tanto en la tierra debemos  hacer un hoyo, éste debe ser de 50 cms. de diámetro por 50 cms. de profundidad (puede ser más dependiendo de las raíces del árbol), de esta manera las raíces tendrán suelo blando en al cual afirmarse. Para mejorar este sistema podemos buscar  un poco de restos orgánicos, tales como pasto seco y guano de animal herbívoro; tierra de buena calidad y abono (puede ser de nuestra compostera), esto lo mezclamos y lo ponemos al fondo del hoyo, de esta manera nuestro árbol tendrá una reserva nutritiva para el corto y mediano plazo. Finalmente ponemos el árbol en el hoyo de forma recta para que crezca derecho, agregamos el resto de la tierra de buena calidad apretándola suavemente y regamos. Para proteger al árbol de la erosión del agua y el viento podemos poner una capa de hojas o pasto seco sobre la tierra suelta y/o hacer un pequeño cerco que lo proteja. 

Como recomendación final podemos decir que plantar árboles no es únicamente ponerlo en la tierra y darles el agua necesaria. También es importante estar pendiente de alguna amenaza como son las enfermedades o plagas, para actuar de inmediato y suministrar lo que necesite. Además, considere que cuando un árbol está en desarrollo, debe evitar que otras plantas de tamaño crezcan muy cerca, ya que le robarán humedad y por supuesto también los nutrientes. Asimismo se debe realizar podas cuando sea necesario y tener cuidado con los animales. Recuerde que los árboles como las personas serán más fuertes y firmes y darán mejor fruto cuanto mejor sea el ambiente en el que se desarrollan.

Foto: wikipedia

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