La familia Marihuen a habitado en el sector Playas Negras de Coronel hasta donde tienen registro en la memoria, sus antepasados ya estaban allí cuando llegaron los chilenos e ingleses con sus minas de carbón, sin embargo los sitios en los que vivían no están regularizados, como tampoco lo estaban el de antiguas poblaciones hoy erradicadas ante la llegada de grandes inversiones capitalistas a la comuna: Puerto de Coronel, Termoeléctrica Colbún, Termoeléctrica Endesa.

Los grandes capitalistas, han redibujando la propia geografía física y humana de esta comuna, sin respeto alguno por la historia, tradiciones, patrimonio y cultura del pueblo minero.

Hay que recordar que el territorio de la actual comuna de Coronel, fue densamente poblado por las comunidades mapuche, eran las tierras del Lov Pailahuenu, perteneciente al Aillarregue de Marihueñu, el más septentrional de los 6 que conformaban el Butalmapu Lafkenche.

La invasión europea encontró en los cerros de Yobilo en Coronel la primera línea de resistencia del ejercito mapuche contra los invasores españoles, en una guerra que se extendería por más de tres siglos.  Fue en Lagunillas donde se daría la primera batalla masiva entre ambas fuerzas (18-XI-1557), de la cual queda el testimonio de la derrota del Toqui Caupolican y las salvajes torturas a las que fue sometido Galvarino.

El propio nombre de la comuna deriva de un lonko mapuche del siglo XVII a quien apodaban el Coronel por usar elementos del uniforme de un coronel del ejército español.

La existencia de números sitios de conchales, en diversos cerros cercanos a los actuales poblamientos de la comuna son reflejo de ello, la preexistencia de poblamientos, anteriores a la fundación de la ciudad es el otro datado por los propios pioneros de la minería del carbón, quienes negociaron con los mapuche su instalación y contratación de fuerza de trabajo.

Hoy la empresa portuaria y las termoeléctricas pretenden terminar con la historia de este pueblo y con la propia ciudad.  Hoy coronel limita al este con lo contenedores del puerto seco y al oeste con las planchas de zinc de las bodegas del puerto.  Secuestradas sus playas y su mar, hoy pretenden sepultar su historia, patrimonio y cultura.

Alguna vez fue un puerto internacional, con numerosos consulados: británico, alemán, sueco, portugués, norteamericano, brasileño, mexicano, peruano y uruguayo (1911)  orgulloso de su origen mapuche y su cultura minera.

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