[resumen.cl] La movilización iniciada el pasado viernes 4 de diciembre por presos de los módulos 42, 43, 44 y 46 del Complejo Penitenciario del Bío Bío ha cumplido una semana, dentro de la cual, la acción que comenzó con el rechazo a recibir la alimentación provista por la concesionaria Sodexo, ha devenido en una huelga de hambre seguida por 61 internos.
Los motivos de esta movilización son el fin a la arbitrariedad respecto al ingreso de encomiendas, el fin al “peloteo” o envío a cárceles lejanas a su domicilio, también exigen terminar con los traslados al interior del penal, entre sus módulos y, por último, aspiran a hacer valer el venusterio como un derecho, sin que esté sujeto a consideraciones de “buena conducta”.
Luis Arteaga, defensor penitenciario, ha informado a Resumen que si bien se habría llegado a una solución respecto al ingreso de encomiendas y alimentos, regulándose de manera clara qué alimentos y objetos no pueden entrar, los internos manifiestan que no se ha cumplido lo establecido, por lo que mantienen su reclamo.
Comenta el abogado que “uno de los puntos más fuertes se refiere al de los traslados de los presos que son de otras regiones”. Ellos exigen que se de cumplimiento al artículo 53 inciso 2ª del Reglamento de Establecimientos Penitenciarios que dispone que “en resguardo del derecho a visitas, los condenados deberán permanecer recluidos preferentemente cerca de su lugar habitual de residencia”. También se mantienen las demandas relacionadas el venusterio o visita conyugal, además de poner fin al maltrato sufrido por los internos y sus sus familiares.
El miércoles, 13 internos del módulo 46 se autoinfirieron heridas cortantes en el abdomen como una manera de protestar por la medida que se estaba adoptando contra otro interno del mismo módulo 46, a quien se le acusó de amenazar a un paramédico de la empresa Sodexo, siendo enviado a celda de aislamiento por 24 horas. Los internos exigían que se devolviera a su compañero al módulo 46, lo que no ocurrió, por lo que 13 de ellos tomaron la medida autoinferirse cortes y exigir se les llevara a enfermería para lo cual comenzaron a golpear la puerta del módulo, motivando un operativo en el que habrían participado más de 30 gendarmes, quienes golpearon a casi todos los internos del módulo y efectuaron 2 disparos con balines de goma.
Para el defensor, esta medida “resulta absolutamente desproporcionada, considerando las características de la acción de los internos y teniendo en cuenta el estado de debilidad en que se encuentran debido a la huelga de hambre. Varios resultaron lesionados y a los 13 que se autoinfirieron heridas se les sometió a un procedimiento por falta disciplinaria, siendo llevados por 24 horas a celda de aislamiento, donde se encontraba también el interno acusado de amenaza (acusación que según él mismo y otro interno sería falsa)”.
Finalmente, a estos 14 internos los enviaron a módulos de máxima seguridad. En éstos, según explica Arteaga, se impone un régimen con más restricciones que el ordinario, a pesar del estado en que se encuentran por la huelga de hambre indefinida que mantienen.
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