Hasta al ex centro clandestino de detención y torturas El Morro de Talcahuano, llegaron autoridades de gobierno, dirigentes sindicales y sociales, ex prisioneros políticos y sobrevivientes del lugar, para realizar una entrega simbólica de la declaratoria oficial de Monumento Histórico Nacional y Sitio de Memoria a la Corporación Mutual Bautista Van Schouwen.

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La mañana de hoy viernes se desarrolló en el ex centro clandestino de detención y torturas “El Morro”, en Talcahuano, un acto oficial con el objetivo de visualizar este primer sitio de memoria de la región del Biobío y segundo Monumento Histórico Nacional de la comuna de Talcahuano. La actividad organizada por la Corporación Mutualista Bautista Van Schouwen contó con la presencia de representantes de la Secretaria Regional Ministerial de Justicia y Derechos Humanos, del Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH), del Consejo de Monumentos Nacionales (CMN), del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes (CNCA), dirigentes sindicales de la Unión Portuaria, gremios de la salud y la educación, dirigentes vecinales, además de organizaciones de derechos humanos y ex prisioneros políticos.

El discurso central estuvo a cargo de Rodrigo Muñoz, presidente de la Corporación Bautista Van Schouwen, quien puso de realce el valor histórico del lugar: “ La dictadura, los militares y los poderes fácticos se han encargado todos estos años en destruir, ocultar e invisibilizar esta historia; en nuestra región la mayoría de los sitios de tortura, hoy ya no existen fueron destruidos o desmantelados, por eso el valor de este lugar, porque las instalaciones donde tantas personas fueron torturadas están intactas y todos los que pasaron por aquí las pueden reconocer”.

Para Carolina Chang, encargada Regional del INDH: “la declaratoria viene a cumplir en parte con una deuda que el Estado tiene con las víctimas de las violaciones a los derechos humanos, es lo mínimo que se puede hacer en estas circunstancias”. Por su parte, Carlos Ortíz, encargado de la Oficina Técnica Regional del CMN señaló que el tema de los sitios de memoria es la gran deuda de esta región, por lo cual espera “que este sea solo el primero” e instó a la Mutual Bautista Van Schouwen “a continuar este trabajo y avanzar en futuras declaratorias”, Esteban Kuhlmann de la SEREMI de Justicia y Derechos Humanos se mostró “profundamente impactado por el lugar” reconociendo el tremendo valor que tiene “desde el punto de vista educativo para las futuras generaciones”.

Alberto Vidal ex prisionero de El Morro, en esos años estudiante de la ex Universidad Técnica del Estado, hoy UBB, señaló emocionado que “jamás pensé que llegaría este día”, haciendo referencia al tremendo dolor que significó pasar por este sitio, una carga que reconoce se arrastra por los años, “imagínense que tan mal era estar en un centro de detención clandestino, que cuando nos dijeron que nos enviarían a la cárcel, estábamos felices, cantábamos en los vehículos en que éramos trasladados: Imagínense en qué condiciones tiene que estar un ser humano para poder alegrar de ir a la cárcel”. Sin embargo, Alberto Vidal también habló de la solidaridad, el compañerismo, entre los presos, incluso de situaciones concretas que les hacían renovar sus convicciones a pesar de la situación que vivían: “Cuando nosotros caímos en El Morro, a fines del 75, eran los momentos de la victoria del pueblo vietnamita sobre el imperialismo yanqui, eso nos hacía creer que a pesar de los duros golpes que recibía el MIR y la resistencia, la victoria era posible”.

Dirigentes portuarios de diversos sindicatos de la comuna llegaron en importante número hasta el lugar, por donde pasaron varios trabajadores que intentaban reconstruir el movimiento sindical a fines de los 70 y principios de los 80. También por aquí pasó Dante Campana, el histórico dirigente de los estibadores de Talcahuano, cuando aún era un joven estudiante; terminado el acto los trabajadores portuarios se fueron dando gritos de lucha de su gremio.

La actividad estuvo acompañada por la participación musical del Dúo Trova Urbana y de la cantante popular Damaris, quienes se sumaron a cooperar con el significado histórico de la recuperación de un lugar con esa trascendencia de memoria.