“La motivación fundamental de esta acción de memoria es mostrarle al pueblo que el presente es un lugar marcado por la historia, en este caso por la historia de Resistencia de Iris y Alberto. Es en los lugares donde queda material y concretamente plasmado los hechos, los eventos que cambiaron el curso de la historia y por eso, es que el pueblo debe ganar este espacio para recordarle a cada transeúnte que aquí sucedió algo horroroso, uno de los hechos más siniestros que marcó este parte del cuerpo urbano.” señaló el discurso central del acto llevado a cabo la mañana de este lunes.
El acto fue organizado por miembros del programa #CerroAlaIzquierda y contó con la participación de los artistas Sebastián Sandoval , cantautor y Francisco Viveros, actor tras el proyecto “La Ira Popular”. El primero con sus canciones y el segundo con las décimas de su lira popular, entregaron su aporte a la conmemoración que pretendió visibilizar a estos dos militantes populares que lucharon contra la tiranía y fueron asesinados por criminales que hoy gozan de la impunidad.“Era invierno en Concepción,
la negra noche caía, mas la paz se interrumpía con una enorme explosión. Se causó gran conmoción entre todos los vecinos, muy pronto los matutinos imprimieron sus portadas: con pensadas coartadas cubren a los asesinos.
Pobres Vega y Salazar
en manos de periodistas que los llaman “terroristas” sin más pruebas que aportar. Necesito declarar que los dos son secuestrados, sus derechos son violados por la tortura salvaje: son víctimas de un montaje que los deja mutilados.
Sus muertes no son en vano
doña Iris y don Alberto, porque el pueblo está despierto para sacar al tirano. Vuestro compromiso llano con Chile y su dignidad el centro de la ciudad ya lo tiene por testigo: sólo nos falta mi amigo la justicia y la verdad.”
La Ira Popular Concepción, domingo 4 de octubre de 2015. DiscursoHoy nos hemos auto convocado a esta calle del centro penquista para ejercer nuestra soberanía, para ocupar nuestra ciudad, nuestra casa y representar en este momento y lugar la historia que nos ha construido como colectivo. Uno de los elementos centrales de la democracia es este acto, ocupar el ágora, la calle, la plaza para plantear las situaciones que nos conmueven, nos preocupan y que también nos alegran y nos unen como pueblo.
Durante muchos años, primero la dictadura y su manto de horror, de oscuridad y cansancio; luego esta eterna transición que lo único que ha consensuado es el neoliberalismo individualizante, que nos pide olvidar, temerle al vecino y consumir para ser feliz, ambas caras de la misma moneda nos han dicho que nuestra historia no vale nada, que nuestros intentos por una vida mejor han sido y son vanos. En esos empeños, la democracia, la soberanía popular, la potencia de la historia intentó ser acallada. Y estamos aquí para resistir esa idea horrible.
No han ganado todavía, miles de lugares en Chile se levantan, desde las organizaciones populares de distinto tipo vuelven al pasado reciente para tomar impulso, para no olvidar de dónde venimos, para tener al día que somos nosotros, los “zurdos que buscan líos” como intenta denostarnos el Papa, quienes le plantamos cara al más brutal de los enemigos, que como nos lo recuerdan Iris y Alberto, si no se detuvieron ante la muerte y la tortura, ¿Por qué habríamos de hacerlo nosotros frente a los ladrones de la clase política empresarial que nos gobierna, la gente que abusa del poder, frente a quienes nos odian y nos lo hacen saber cada día?
En este día en que se cumplen 465 años de la fundación de Concepción, nuestra ciudad se llena de actividades oficiales que nos hacen ver la historia como si estuviera relegada a estar escrita en una enciclopedia, ignorando los hitos de nuestra historia reciente, o mientras otros se reúnen para celebrar 27 años de una supuesta derrota a una dictadura que en muchos sentidos sigue gozando de muy buena salud, prestando apoyo a una administración continuista del legado económico que fue impuesto en base a la muerte, la desaparición y la tortura, en base a hechos como el que conmemoramos en esta ocasión, estamos aquí para decir que la historia es nuestra y la construímos nosotros y nosotras. La motivación fundamental de esta acción de memoria es mostrarle al pueblo que el presente es un lugar marcado por la historia, en este caso por la historia de Resistencia de Iris y Alberto. Es en los lugares donde queda material y concretamente plasmado los hechos, los eventos que cambiaron el curso de la historia y por eso, es que el pueblo debe ganar este espacio para recordarle a cada transeúnte que aquí sucedió algo horroroso, uno de los hechos más siniestros que marcó este parte del cuerpo urbano.
En este preciso lugar, Maipú 778, el 23 de junio de 1979 Iris Vega Bizama y Alberto Salazar Briceño -dos militantes del MIR y de la Resistencia a la dictadura militar- perecieron en una violenta explosión que terminó con sus vidas en esta calle del centro de Concepción. La prensa, que entonces pudo ser por coerción pero que aún hoy mantiene estos vicios de distorsión de la verdad por comodidad, complicidad o conveniencia, haciendo de amplificador de las versiones oficiales en lugar de hacer su trabajo, informó que se trataba de un atentado contra los estudios de la Radio Nacional de Chile, la emisora estatal controlada por el régimen. La realidad es que habían sido secuestrados, torturados y asesinados. Esta acción de memoria pretende poner a Iris y Alberto como resistentes que merecen un sitio de honor en el cuerpo de la ciudad, por su compromiso con el pueblo y su dignidad.
Hoy dejamos esta marca, esta pequeña pero significativa placa que recuerda este hecho detestable, Iris y Alberto continúan en nuestra memoria, en la memoria colectiva del pueblo penquista para reconocerlos como parte de nosotros, de este nosotros tan odiado y vendido por el poder, pero que está, que vive y lucha y que no olvida, solo toma impulso en el pasado para volver a la lucha.
HONOR Y GLORIA A IRIS VEGA Y ALBERTO SALAZAR
HASTA LA VICTORIA SIEMPRE