Las encuestas y analistas -al igual que parte importante de la población- ya se han pronunciado a favor de -pese a ser inconstitucional- la reelección de Nayib Bukele. En total, son seis las candidaturas que hoy estarán en la papeleta de El Salvador, un país con una democracia profundamente agrietada y que es escenario de un fenómeno político que se ha esparcido por América Latina.
Por J. Arroyo Olea
Este 04 de febrero El Salvador vivirá sus elecciones presidenciales. Son seis las candidaturas que buscan hacerse con el sillón presidencial, en un agrietado contexto político donde la crisis de la democracia en El Salvador se ha profundizado al alero de un constante Estado de Excepción y vulneración generalizada a los Derechos Humanos, además de la omisión de políticas públicas que mejoren los diversos aspectos de la calidad de vida de salvadoreños.
Los rostros que compiten por la Presidencia ya son reconocidos en El Salvador: Luis Parada por el partido Nuestro Tiempo, Joel Sánchez por la Alianza Republicana Nacionalista, Juan Manuel "Chino" Flores por el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional, José Renderos por Fuerza Solidaria, Marina Murillo por Fraternidad Patriota Salvadoreña, y el actual presidente Nayib Bukele por el partido Nuevas Ideas, apoyado por otros tres partidos.
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Sin embargo, hay un hecho innegable: todas las voces de analistas y encuestas, e incluso una enorme cantidad de medios de comunicación, anuncian un avasallador triunfo Bukele, el cual se podría materializar en primera vuelta.
Los datos más optimistas superan la 80% de los votos en favor del candidato de Nuevas Ideas. Todo esto, considerando su gestión que ha abordado directamente la crítica situación de seguridad que vive El Salvador bajo una cuestionada lógica de encarcelamiento masivo, tratos con pandillas y la liberación de pandilleros de forma ilegal; pero las vejaciones no han sido cuestionadas por la mayoría de la población. Por el contrario, Bukele ha sido defendido tanto por salvadoreños como también por organizaciones e incluso autoridades políticas de otros países, incluyendo Chile.
Así las cosas, la jornada de hoy en El Salvador vendría a ser el fiel reflejo de una democracia profundamente agrietada, fortaleciendo las bases de una dictadura institucionalizada que se ha instalado como referente para otros países de la región.
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Fotografía principal: @TSEElSalvador
